Mar Sako: unidad entre cristianos y musulmanes, para salvar a Irak de la locura del Estado islámico
A dos años de la caída de Mosul, el patriarca caldeo pide fraternidad y la capacidad de compartir, para ir contra “la lucha por el poder y el dinero”. Una tragedia que es causa de “tristeza, dolor y ansia” y desarraiga la “cultura y la memoria” de los pueblos de esta tierra. Ramadán y Jubileo de la Misericordia sean fuente de fe, paciencia y esperanza”.
Bagdad (AsiaNews)- No es una guerra “islámico-cristiana”, sino una “lucha por el poder y el dinero” realizada en “nombre de la religión”, contra la cual es necesario oponer las armas de la unidad, de la fraternidad, del compartir recíproco para mantener vivo el país. Con estas palabras, difundidas en una nota oficial, el Patriarcado caldeo recuerda los dos años de la invasión de Mosul por parte de las milicias del Estado islámico, que en los meses sucesivos se expandieron hasta conquistar la mitad del territorio de Irak y de su vecina Siria.
En el mensaje, enviado para conocimiento a AsiaNews, la Iglesia iraquí expresa “tristeza, dolor y ansia” por el segundo aniversario “de la tragedia” que ha golpeado a “la población de Mosul”. En la noche entre el 9 y el 10 de junio de 2014, la llamada “capital” del norte de Irak terminó bajo “la ocupación” del movimiento yihadista, dando vida a un éxodo sin precedentes “de la población, sobre todo cristianos”.
El movimiento extremista islámico ha atacado para “erradicar la cultura” de los pueblos de aquella tierra, sobre todo los cristianos, borrando “la historia y la memoria”.
Dos meses más tarde, prosigue el comunicado firmado por el patriarca caldeo Mar Loius Raphael Sako I, la tragedia se extendió a la “llanura de Nínive”, con centenares de miles de personas que en la noche entre el 6 y el 7 fueron obligadas a abandonar rápidamente ciudades y pueblos, desde Qaraqosh a Karameles.
Ellos han encontrado refugio en Erbil y en otras áreas de Kurdistán iraquí, donde todavía hoy, muchos viven en condiciones precarias, esperando un día poder volver a sus casas.
Justamente para responder a las necesidades de los prófugos, AsiaNews lanzó el día después de la tragedia la campaña: “Adopta un cristiano de Mosul”, que continúa después de la emergencia inmediata para responder a las necesidades de largo plazo. El objetivo es dar a todas las familias un alojamiento estable y seguro donde poder vivir; el costo total del proyecto es de casi 3,5 millones de euros; hasta ahora la campaña permitió colectar y poder enviar 1,2 millones.
El patriarcado caldeo subraya que “contra estos eventos crueles y espantosos” es necesario encontrar una solución que “venga de adentro, del interior del país, de los iraquíes mismos”, que deben ser y estar en grado de resolver las disputas y dejar de lado los contrastes. Es necesario, advierte la nota, “cambiar el modo de pensar, el acercamiento” a la realidad y a los problemas, dando vida a una “real voluntad política de reconciliación”. Unida a una “visión clara” del futuro y a una reforma orgánica” para enfrentar y resolver los problemas.
Mar Sako insiste en afirmar que esta “no es una guerra islámico-cristiana” y que, prescindiendo de las diferencias de la fe, del credo (también político) aquello que cuenta es la unión de intentos para enfrentar y vencer el desafío planteado por Daesh (acrónimo árabe del Estado islámico, EI). En este “mes sagrado (Ramadán) para los musulmanes” y en concomitancia con el “Año Jubilar de la Misericordia”, advierte el patriarca, “no debemos permitir la división confesional” sino alimentar la “fe, la paciencia y la esperanza”.
El auspicio, concluye la nota, es que la ciudad de Mosul y los pueblos de la llanura de Nínive sean pronto “liberados” y que a esta tierra vuelvan la “paz, la seguridad y la igualdad para todos”. Por último, Mar Sako pide a toda la comunidad cristiana “demostrar solidaridad” para con los refugiados, y “continuar la misión gloriosa con valentía, promoviendo cooperación y convivencia entre los conciudadanos”.
17/12/2016 13:14