Mar Muerto, alarma de los ambientalistas: en riesgo de desaparición dentro de 40 años

Para los expertos es un “fenómeno geológico único” que arriesga desaparecer. Es necesario intervenir para frenar el descenso de las aguas y la pérdida progresiva de la costa. Entre los principales imputados están las empresas que extraen, en particular sobre el lado israelí. Se pide una conferencia internacional bajo el patrocinio de las Naciones Unidas.

Amman (AsiaNews) - Dentro de los próximos 30 años, al máximo 40, el mar Muerto arriesga desaparecer si no se interviene en modo eficaz para frenar el descenso de las aguas y la pérdida progresiva de la costa. Los que lanzan la nueva alarma es un grupo de expertos en una editorial publicado por el Jordan Times, según el cual a despecho de los repetidos pedidos de los últimos años las partes interesadas- gobiernos de la zona y organismos internacionales- no parecen preocuparse de la dramática crisis que ya está en la puerta.

Sakher Nsour, presidente de la Jordan Geologists Association, subraya que el mar Muerto es “un fenómeno geológico único”, que corre el peligro de “desaparecer en los próximos decenios”. De los últimos informes ambientales surge que el nivel de las aguas está disminuyendo a un ritmo de 1 metro y medio por año y que, en los próximos 40 años, el volumen total de la cuenca se redujo del 35%.

La disminución progresiva de las aguas ya causó efectos sobre el ecosistema de la cuenca: in primis, el progresivo alejamiento de la costa de hoteles, establecimientos y restaurantes que un tiempo se asomaban al mar y eran meta deseada para los turistas. Muchas de las playas de arena, hace un tiempo estaban enteramente por las aguas. Además, en los últimos años surge con mayor frecuencia enormes cráteres dentro de la cuenca hídrica.

El mar Muerto es, en realidad, un lago situado entre Israel, Jordania y Palestina, en el desierto de Judea. Este surge en la depresión más profunda de la tierra y es el resultado de la evaporación milenaria de sus aguas, no compensadas por la contribución de los afluentes. Hoy el nivel de la cuenca superior, al norte es de 415 metros bajo el nivel del mar y la brecha continúa aumentando. La característica peculiar es la extrema salinidad de las aguas, que no permite formas de vida en su interior a excepción de algunas tipologías de bacterias.

Según los expertos, detrás de la agravación hay factores naturales y responsabilidades humanas, entre las cuales el uso extensivo de parte de Israel de las aguas del río Jordán en el desierto del Negev en el sur. A esto se agregan los establecimientos de extracción de sal y potasio de las costas del mar, en particular modo sobre la costa israelí, que han contribuido al enorme bombeo de agua. Además, hay que tener en cuenta de la extrema fluctuación de las precipitaciones que redujeron y no poco, la contribución de agua de los ríos que alimentan la cuenca.

Entre las razones primarias de la crisis, está la mano del hombre y de las actividades de explotación promovidas en estos últimos años, contra las cuales inicia a moverse también el poder judicial. En los días pasados el tribunal de haifa, acogiendo las peticiones del grupo ambientalista Teva V’Din, impuso a la Dead Sea Works un límite a la extracción de aguas de la cuenca para finalidades industriales. En el banco de los acusados el más importante establecimiento (israelí) de extracción de potasio en Sdom, responsable según los ecologistas de contaminar y contribuir al vaciamiento del mar Muerto.

En respuesta a la emergencia, activistas y Ong ambientalistas auspician “lo antes posible” se realice una conferencia internacional para “salvar al mar Muerto”, que se realizaría bajo el patrocinio de las Naciones Unidas. La idea es la de un encuentro global, porque “es tarea e interés de todos” salvar la cuenca y evitar su desaparición definitiva.