Mar Chino: ira de Beijing por la sentencia de La Haya: “es un tribunal fracasado”
En un documento, la dirigencia china critica el veredicto dado ayer por la Corte de arbitraje sobre la Ley del Mar. Beijing reafirma la soberanía sobre el área y ataca a los jueces calificándolos de “incompetentes y pagados por las Filipinas”. Mientras tanto, China pide nuevos coloquios bilaterales con Manila -y el nuevo presidente Duterte- para “resolver la disputa”.
Beijing (AsiaNews/Agencias)- A menos de 24 horas de la sentencia de la Corte permanente de arbitraje (CPA) sobre el Derecho del Mar, según la cual China “no tiene ningún derecho” sobre el Mar de la China meridional, Beijing insiste en que los territorios disputados son de soberanía suya. Ignorando la decisión del tribunal de La Haya -de carácter “vinculante” pero privada de instrumentos coercitivos para su aplicación- los dirigentes del gobierno afirman que China “fue la primera en haber descubierto, dado un nombre, explorado y explotado” las islas y las aguas de la zona disputada en la región Asia-Pacífico. Beijing habría ejercitado de modo “continuo y pacífico” la “soberanía y la jurisdicción” en el área.
En una nota elaborada al día siguiente de la sentencia, la dirigencia nacional subraya que China jamás dejó de “desarrollar actividades de patrullaje”, y de “desarrollo de los recursos” y de “investigación científica” en las islas y en las “aguas circundantes”. En el libro blanco publicado por China se subraya, una vez más, que la resolución de las disputas debe hacerse “respetando la historia”.
El documento proporcionado por Beijing está en neto contraste con la reconstrucción efecatuada por los jueces de La Haya, para quienes “no hay pruebas” de que China haya “históricamente ejercitado” un “control exclusivo” sobre las aguas y sobre los recursos presentes en la zona.
Además, según los jueces, toda eventual pretensión “histórica” de Beijing se “disolvió” en el mismo momento en que China firmó, en 1996, la UNCLOS (United Nations Convention on the Law of the Sea), que fija los límites territoriales con precisión, según criterios prestablecidos.
En los últimos años, Beijing boicoteó varias veces los trabajos del tribunal, subrayando que no era competente para pronunciarse sobre la cuestión; mientras tanto, armó una campaña diplomática para desacreditar el trabajo y las decisiones.
Entre las primeras consecuencias del veredicto está el pedido de nuevos coloquios propuesto por parte de Beijing, para que China y Filipinas puedan “resolver la disputa” sobre el Mar de la China meridional. La nueva presidencia filipina ofrecería, de hecho, “nuevas esperanzas” para reiniciar las relaciones entre ambos países. Criticando con vehemencia las decisiones del presidente saliente, Benigno Aquino, que fue uno de los grandes promotores de la causa en el tribunal internacional, los dirigentes chinos se orientan al nuevo jefe de Estado, Rodrigo Duterte, para reemprender las negociaciones directas entre los dos países.
En concreto, el gobierno chino lanzó un ataque frontal contra el tribunal y sus jueces. Liu Zhenmin, vice ministro de Relaciones Exteriores, habló de un “tribunal fracasado”, que no ha obrado de modo imparcial, sino que habría juzgado con “un control y una compensación” ofrecida por las Filipinas. Además, ninguno de los jueces era de origen asiático y por eso, ninguno de ellos poseía un “nivel adecuado” de conocimiento en lo que respecta a las geopolíticas del continente, como para resolver la controversia.
19/07/2016 11:03
18/07/2016 14:16