Manila: Hermanas del Buen Pastor, 50 años con las víctimas de la trata y la prostitución
Varios estudios demostraron que la pobreza y la prostitución van de la mano. En Filipinas, el problema afecta sobre todo a mujeres y niñas menores de edad. Gracias a seis centros de acogida en todo el país, las religiosas prosiguen su misión de apoyo. Prevención también contra la explotación en Internet.
Manila (AsiaNews) - Mujeres y niñas atrapadas en redes de pobreza y explotación. Víctimas de la trata y la prostitución. Estas son las personas a las que, desde hace más de 50 años, atienden las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, también conocidas simplemente como las Hermanas del Buen Pastor. "Nos comprometemos a apoyar a las mujeres y los niños en situaciones difíciles debido a la pobreza, el desempleo y otros males sociales, como la prostitución, la trata de personas y la migración", recordó la Hermana Regina Kuizon, trabajadora social, con motivo del Día Mundial contra la Trata de Personas, que se celebra en todo el mundo el 8 de febrero.
Para ayudar a las mujeres necesitadas, las hermanas gestionan seis centros de acogida y comunitarios en todo el país, que les proporcionan asistencia psicosocial y programas de reinserción y formación para mantenerse económicamente
"Las mujeres que se ven obligadas a prostituirse, o que decidieron prostituirse, necesitan más apoyo para superar su situación", dijo a AsiaNews Nenita A. Villamor, coordinadora de un programa de rehabilitación en el Centro Comunitario Santa Brígida de Quezon City, dirigido por las Hermanas del Buen Pastor. "Todavía tienen futuro”.
Aunque algunas mujeres que completaron el curso vuelven a trabajar como prostitutas, explica Villamor, las hermanas no pierden la esperanza y continúan su misión. A lo largo de los años, miles de mujeres han cambiado sus vidas. "Darles un rayo de esperanza, proporcionarles alegría y apoyo para liberarlas de las cadenas de la pobreza y la explotación, esa es la misión de las hermanas", afirma Villamor, que lleva muchos años colaborando de cerca con ellas.
En Filipinas, entre 800.000 y un millón de mujeres, niños y niñas ejercen la prostitución. Los menores representan alrededor del 70% de la cifra estimada en general. Para las mujeres, la pobreza y la prostitución van de la mano: miles no pueden estudiar o terminar la escuela. Incapaces de escapar de la pobreza, acaban en las redes de la prostitución, que representa una ganancia fácil e inmediata. Muchas mujeres se ven obligadas a realizar este trabajo sólo para poder comer al menos una vez al día, una práctica que la ONU denomina "sexo de supervivencia". Varios estudios muestran la correlación entre pobreza y explotación sexual: quienes no pueden obtener una alimentación adecuada tienen un 70% más de probabilidades de recurrir a la prostitución.
Las Hermanas del Buen Pastor son conscientes de cómo se entrecruzan los problemas sociales, por eso actúan en seis temas: atención a los migrantes, trata de personas, prostitución, justicia económica, ecología y problemáticas femeninas que afectan específicamente a mujeres y niñas. "Nuestro objetivo es ayudar a las mujeres y niñas atrapadas en las redes de la pobreza, la explotación y la injusticia", relató la hermana Anonita Borbón.
En 2018, las Hermanas del Buen Pastor fundaron el primer centro de acogida para prestar asistencia a personas, especialmente menores, que sufrieron abusos sexuales en Internet, un fenómeno para el que Filipinas sufre de una importante carencia de instalaciones y recursos. El centro de acogida del Buen Pastor ofrece tratamiento a las víctimas de abusos sexuales en sus instalaciones y busca proteger a los jóvenes de la explotación en Internet mediante un innovador programa de formación que también puede aprovecharse en línea.
29/08/2020 11:22