Manila. Confesiones en la calle, la Cuaresma del P. Danny
La iniciativa de un sacerdote de Quezón City para ayudar a vivir el camino hacia la Pascua como un "tiempo de penitencia, conversión y gracia a través de los sacramentos". Comenzó el viernes pasado en View River. “Llevo la Iglesia a las personas”.
Manila (AsiaNews) – Un sacerdote filipino de Manila ha comenzado a administrar el sacramento de la Reconciliación en las calles todos los viernes de Cuaresma. Fray Danny P. Pajarillaga, de la parroquia Cristo Rey, Filinvest II, Quezon City, en la diócesis de Novaliches, comenzó el viernes pasado a escuchar confesiones de la gente en View River, en el barangay (barrio) de Batasan Hills. Un poderoso acto de caridad y de servicio al pueblo que quiere comunicar la esperanza en este Año Santo.
El padre Danny P. Pajarillaga cree que la Iglesia debe salir al encuentro de las personas, sobre todo en los barrios marginales y en las zonas más pobres. Esta convicción es la que lo alienta a ejercer su ministerio y continuará con su confesionario itinerante hasta Pascua, ofreciendo una presencia constante. “La Cuaresma, un período penitencial de 40 días para los católicos, debería ser un tiempo de penitencia, conversión y gracia para todos a través de la participación en los sacramentos, especialmente el sacramento de la Reconciliación”, explicó.
Las confesiones se suelen realizar en la capilla de una iglesia o en un salón parroquial; en todo caso, en lugares oficialmente vinculados al culto, pero el P. Danny P. Pajarillaga decidió salir al encuentro de la gente.
“Me encanta caminar por las calles y callejones e invitar a la gente a recibir el sacramento de la Confesión, sobre todo a los que no van a la iglesia y a las personas que están más ocupadas, para que puedan recibir la gracia de Dios”, dijo. “Es mi humilde iniciativa para acercar la Iglesia a las personas”, añadió. Señaló también que Jesús nunca se quedó quieto y que este movimiento constante lo apasiona. Era dinámico en la predicación y en la proclamación del Evangelio, viajaba y se encontraba con todo tipo de personas, sin importar su condición.
"Jesús no se quedaba en un solo lugar. Invitaba a los pecadores, a los publicanos y a todo tipo de gente a convertirse", afirmó el sacerdote, y añadió que el Año Jubilar debe ser fuente de esperanza para todos, especialmente a través de los sacramentos.
23/12/2015