Manila, vuelve la pesadilla del Covid-19: hay decenas de millones de personas en cuarentena

Médicos y expertos, alarmados por el vertiginoso aumento de casos del nuevo coronavirus. En la capital y en cuatro provincias próximas a Luzón, será obligatorio permanecer en el domicilio durante las próximas dos semanas. Duterte ataca a los médicos que critican el accionar del gobierno. Bloqueadas en los aeropuertos, muchas personas no pueden regresar a casa.

Manila (AsiaNews/Agencias) - Decenas de millones de personas se hallan nuevamente en cuarentena en las Filipinas, luego de que los médicos y expertos alertaron sobre un vertiginoso aumentos de casos del nuevo coronavirus. De producirse una nueva escalada, advierten, podría colapsar el sistema de salud.

Las autoridades restablecieron la obligación de permanecer en el domicilio durante las próximas dos semanas. La medida rige para los habitantes de Manila y de cuatro provincias que rodean la isla de Luzón.

En junio pasado, el país había flexibilizado las medidas de confinamiento para contener la pandemia, sumamente duras y entre las más estrictas del mundo. Los hospitales libran una batalla para contener un aumento de hasta cinco veces en el número que infectados, que ya ha superado los 100.000 casos.

Las nuevas medidas de confinamiento prevén la obligación de permanecer en el domicilio; los habitantes solo podrán salir de casa para comprar alimentos, medicamentos y artículos de primera necesidad, o para realizar actividad física, pero con ciertas limitaciones. Se suspende el transporte público y se cancelan todos los vuelos internos. Los restaurantes solo podrán entregar comidas para llevar.

La cuarentena sigue al llamamiento del primero de agosto pasado, cuando 80 asociaciones de médicos solicitaron al presidente Rodrigo Duterte reforzar las restricciones en un intento por contener la difusión del virus. Al día siguiente, Filipinas anunció un nuevo récord con 5032 infectados y en algunas áreas los hospitales tuvieron que rechazar la oleada de nuevos pacientes.

Los médicos esperan que la introducción de las restricciones pueda dar más tiempo a los trabajadores de la salud para contener el rebrote de la infección.

En la reunión de gobierno del 2 de agosto, Duterte acusó a los médicos y al personal de salud de fomentar una revolución, respondiendo indirectamente a los opositores que han difundido el tema musical de “Los miserables” a modo de protesta contra el Ejecutivo. Confirmando la imposición de la cuarentena en Manila, el presidente se dirigió a los médicos, y dijo que “la próxima vez pueden pedirme una audiencia”. Y agregó que “si piensan que la crisis se resuelve con una revolución, entonces estamos listos para empezar”.

Hace pocos días, un grupo de médicos escribió una carta abierta en la que criticaban el accionar del gobierno. El personal de salud solicitó la renuncia del ministro de Salud Francisco Duque y de los ex generales a cargo del equipo especial de expertos que lidera la batalla contra el coronavirus.

En tanto, esta mañana entró en vigor el cierre de localidades, a solo 24 horas del anuncio de las autoridades de gobierno. A causa del corto tiempo transcurrido, muchas personas se encuentran bloqueadas en la capital, sin medios de transporte público a disposición para poder regresar a su localidad de origen.

“Se nos acabó el dinero. No podemos dejar el aeropuerto porque aquí no tenemos parientes”, fueron las declaraciones que hizo a AFP un obrero de la construcción de 36 años. El hombre intentaba regresar a la ciudad de Zamboanga, en la isla de Mindanao, en el sur del país.

En otras zonas de Manila la gente ha comenzado a acopiar alimentos desde el día uno de la introducción de las restricciones. Una manera de prepararse para permanecer encerrados en casa por segunda vez. La cuarentena anterior, que se extendió desde marzo hasta mayo, fue una de las más largas y rigurosas del mundo.