Manila, la ex senadora que denunció la violencia de Duterte fue secuestrada en la cárcel

de Stefano Vecchia

Durante varias horas, Leila de Lima fue tomada como rehén por un miliciano islamista que intentaba escapar de la prisión del cuartel general de la policía de Manila. La política resultó ilesa, pero quedó en estado de shock. De Lima acabó entre rejas en 2017 por tráfico de drogas pero siempre rechazó las acusaciones, denunciando que se trataba de una causa armada para inculparla. El grupo de parlamentarios de la ASEAN por los derechos humanos: "No debería estar en la cárcel, rodeada de criminales y terroristas".

Manila (AsiaNews) - Durante varias horas, un terrorista retuvo como rehén a la ex senadora y ex ministra de Justicia, Leila de Lima. La política filipina está detenida desde hace cinco años en la prisión interior de Camp Crame, el cuartel general de la policía filipina en Manila. El terrorista presuntamente pertenece al grupo islamista Dawlah Islamiya y habría participado en un intento de fuga en el que dos de sus dos compañeros fueron abatidos por los guardias y un policía resultó herido pero estaría fuera de peligro. El raptor entró en la celda de Leila de Lima mientras ella rezaba el Rosario y la tomó como rehén. El secuestrador fue abatido por la policía. La mujer fue hallada en su celda con los ojos vendados y los pies atados, pero resultó ilesa.

En declaraciones a la emisora radial DZBB, el jefe de la policía, el general Rodolfo Azurin, dijo que el terrorista vio en Leila de Lima fue “una cobertura ideal": su intención era "escapar" de la cárcel, por lo que la mujer no era el objetivo original del ataque.

La ex senadora, de 63 años, es bien conocida en su país y en el extranjero por su oposición a las iniciativas represivas e ilegales del ex presidente Duterte mientras se desempeñó en la función pública, incluso antes de su victoria presidencial el 9 de mayo de 2016. De Lima fue elegida para el Senado en la misma ronda electoral que le dio a Duterte la presidencia, y siempre siguió siendo una espina para él. En febrero de 2017, fue investigada por la policía por el delito de tráfico de drogas. Como tantas figuras de la oposición, la mujer terminó detenida en Camp Crame, desde donde además de soportar un proceso judicial inconcluso, continuó impugnando las decisiones más cuestionables de Duterte y culminó también ella su mandato el pasado 30 de junio.

A pesar del desagradable incidente, Leila de Lima asistió esta mañana a la audiencia de la causa que la tiene como implicada en el tribunal de Montinlupa. Dijo que estaba tratando de recuperarse tanto física como emocionalmente del secuestro de ayer por la mañana.

Su abogado confirmó que su cliente goza de buena salud y dijo que el presidente en funciones, Ferdinand Marcos Jr, ha instado a que se tomen medidas para evitar que se repitan los hechos de ayer. El mandatario dio instrucciones para que la presa sea trasladada a otro lugar si así lo desea.

Aunque no pasó a mayores, el secuestro despierta preocupación. El presidente del Grupo de Parlamentarios de ASEAN por los Derechos Humanos, el diputado malasio Charles Santiago, comentó el incidente: "No nos equivoquemos: la ex senadora Leila de Lima no debería estar en prisión, rodeada de criminales y terroristas. Reiteramos nuestra posición: queda claro que las acusaciones contra ella fueron fabricadas, como han demostrado recientemente las retractaciones de tres testigos clave. De Lima fue encarcelada por una sola razón: por iniciar una investigación en el Senado sobre la criminal guerra contra las drogas lanzada por el ex presidente Rodrigo Duterte”. La detención de la ex senadora equivale a “un acto de venganza personal de Duterte que carece de toda justicia”.