Manila, aumentan los casos de HIV y SIDA. Iglesia e instituciones, alarmadas
El 83% de los nuevos casos de HIV se verifica entre sujetos masculinos que tienen relaciones homosexuales. Dos de cada tres infecciones de HIV ocurren entre hombres cuyas edades oscilan entre 15 y 24 años. La Conferencia episcopal (CBCP) invita a la población a tener conductas y hábitos responsables. Pbro. James McTavish: “la verdadera solución a la epidemia no es la distribución de preservativos, sino la humanización de la sexualidad”.
Manila (AsiaNews) – El aumento de nuevos diagnósticos del virus del HIV en el país es una situación que preocupa a la Iglesia filipina y a los expertos de la salud. En los últimos seis años, las Filipinas han registrado la epidemia de HIV/SIDA de crecimiento más veloz en la región Asia-Pacífico, con un aumento del 140% en el número de contagios. Es lo que refieren el ministerio de la Salud y las Naciones Unidas.
Citando los datos del Programa de las Naciones Unidas para el SIDA/HIV (UNAIDS), el ministro Paulyn Ubial declara que a fines de 2016 eran 10.500 los filipinos infectados con el virus de inmunodeficiencia, en comparación a los 4,300 registrados en 2010. Sólo considerando el mes de mayo de 2017, hubo 1,098 casos nuevos, el número más alto registrado desde 1984, cuando las infecciones fueron detectadas por primera vez. Entre enero y noviembre del año pasado, el SIDA causó 428 víctimas en las Filipinas, una de las únicas siete naciones del mundo donde los contagios aún siguen aumentando.
El director del equipo de apoyo regional UNAIDS, Eamonn Murphy, afirma que el 83% de los nuevos casos de HIV se ha verificado entre sujetos masculinos que mantienen relaciones sexuales con personas del mismo sexo o en mujeres transgénero que mantienen relaciones sexuales con otros masculinos. Dos de cada tres nuevas infecciones por HIV ocurren entre hombres cuyas edades oscilan entre los 15 y los 24 años y que, según las autoridades, no tienen suficiente conciencia del HIV, de sus síntomas y de su tratamiento.
La Comisión de Salud de la Conferencia episcopal (CBCP) invita a la población a tener conductas y hábitos responsables. Mons. Mons. Gilbert Armea Garcera, arzobispo de Lipa y ex presidente de la Comisión, declara que la conciencia y las modalidades de prevención de la enfernedad son las prioridades de la Iglesia católica en esta materia.
La Iglesia filipina se esfuerza para presentar estadísticas sobre la situación del HIV/SIDA, examinando las causas, modalidades de transmisión y efectos del virus. “Esta información es vital para sacerdotes y religiosos, porque la Iglesia es llamada a servir a los hermanos y a las hermanas que conviven con el HIV y el SIDA”, explica el P. James McTavish, uno de los promotores de los programas de prevención que lleva adelante la Iglesia. Él es un sacerdote escocés, misionero de la comunidad de Verbum Dei, con sede en la ciudad de Quezón (diócesis de Cubao). Antes de volverse cura, el P. McTavish era cirujano, y ahora enseña Teología moral y Bioética en la Loyola School of Theology de los jesuitas, y también dicta cursos en la Universidad dominicana de Santo Tomás, en Manila.
“[Además de los homosexuales], Otros grupos de alto riesgo son los OFW [trabajadores migrantes del exterior, ndr], los tóxico-dependientes por vía inyectable (IDU) y las personas dedicadas a la prostitución. Todo ello tiene implicaciones para el contenido y la forma de nuestras catequesis, homilías y prédicas. Se brindarán algunos puntos catequéticos útiles, relativos a nuestro mensaje sobre la sexualidad humana, que comprende una discusión sobre por qué la verdadera solución a la epidemia no es la distribución de preservativos, sino la humanización de la sexualidad”, concluye el padre McTavish.