Malos tratos y amenazas del marido: Arti, cristiana, y la ley matrimonial que oprime a las víctimas

de Shafique Khokhar

La mujer, de 28 años y con tres hijos, fue abandonada por el hombre, que huyó con otra mujer. Tras convertirse al Islam, volvió a casarse. Ahora quiere a las dos familias, por lo que presiona a su primera esposa para que abrace la fe musulmana. Los activistas cristianos denuncian la falta de normas que protejan a la esposa, que no puede divorciarse.

Sheikhupura (AsiaNews) - Una mujer cristiana de 28 años, Arti Waris, residente en el pueblo de «Bhall», cerca de Sheikhupura (provincia de Punjab), sufre desde hace tiempo fuertes presiones para que se convierta al islam. El acoso se ha originado en el entorno familiar y es cada vez más amenazador. Waqar, el marido de la mujer, casado el 25 de septiembre de 2012 y con el que tuvo tres hijos (Emmanuel de 8 años, Samuel de 4 y Hizqiel de 2), abandonó a su esposa el 19 de noviembre de 2023 para estar con otra mujer, también cristiana. Como la ley para los cristianos en Pakistán no prevé la poligamia, la pareja fugitiva se convirtió al Islam y luego se casó. Al intentar obligar a la primera esposa a abrazar la fe musulmana, el hombre quería mantener el vínculo entre las dos familias diferentes.

La segunda esposa, Rimsha, de 32 años, también estaba ya casada y es madre de tres hijas. Con la conversión de la primera esposa, y los múltiples matrimonios, Waqar se aseguraría el control sobre los niños imponiendo sus propias directrices sobre su crianza y educación. Sin embargo, Arti Waris resistió la presión de su marido, a pesar de que le resulta económicamente difícil criar a los niños porque con su trabajo como profesora en escuelas dominicales y para adultos analfabetos, sólo gana 30 euros de la ONG Esperanza para la Luz.

Arti vive ahora con sus padres, pobres y ancianos, que sufragan sus gastos de alimentación, y el dinero que gana en la escuela dominical lo reserva para la educación de sus hijos. Cuenta a AsiaNews: «Waqar visitó mi escuela muchas veces y me amenazó para que fuera con él, a menudo abusó de mí en un intento de obligarme a abrazar el Islam», negándose a pagar los gastos de sus hijos a menos que su mujer se convirtiera. Hace un mes -continúa en el relato- visitó mi escuela y me amenazó con una pistola para que abandonara la casa de mis padres, pero me negué a hacerlo. No le denuncié porque apenas llegamos a fin de mes y no podemos pagar los honorarios del abogado y del tribunal».

Agrava el panorama y minimiza las posibilidades de ganar en los tribunales el hecho de que el hombre profesa la fe musulmana, aspecto que le permite beneficiarse de una posición de fuerza frente a la mujer, que sigue siendo cristiana. «Sólo quiero librarme de él y pedir el divorcio al tribunal, para que no pueda amenazarnos. Mis hijos -subraya- son mi vida y hago todo lo posible por educarlos, enseñándoles también la fe y los valores cristianos».

Ata-ur-Rehman Saman, activista y coordinador de la Comisión Católica de Justicia y Paz, recuerda cómo la poligamia está «prohibida por las leyes personales cristianas en Pakistán». Sin embargo, la ley islámica -continúa- permite a un hombre tener hasta cuatro esposas al mismo tiempo. Así que los hombres y mujeres cristianos, deseosos de un segundo matrimonio, se convierten al Islam aprovechando esta posibilidad. Al adoptar el islam, pueden contraer legalmente un segundo matrimonio. Las leyes personales cristianas de Pakistán imponen condiciones estrictas al divorcio, lo que dificulta la disolución del matrimonio, incluso en casos de malos tratos o diferencias irreconciliables. Por ello, algunos cristianos optan por convertirse para beneficiarse de una jurisprudencia más permisiva en materia de divorcio». «Las principales congregaciones de la Iglesia en Pakistán no han logrado desarrollar un consenso sobre el divorcio de los cónyuges cristianos», admite el activista cristiano, que concluye señalando que “en el caso de Arti, el tribunal no registrará el divorcio debido a la actual ley de divorcio cristiana”.