Madre tibetana: basta de auto-inmolaciones, la vida es sagrada

Nyima Yangkyi perdió a su hijo de 16 años, Dorjee Tsering, que optó por prenderse fuego como gesto de protesta contra la ocupación china en el Tíbet. En su funeral, que se llevó a cabo en Dharamsala, la mujer se dirigió a los jóvenes allí presentes; “Tenéis muchas maneras de servir a vuestro país y al Dalai Lama, nuestro gran líder espiritual. Debéis estudiar, debéis trabajar por nuestra patria. ¡Pero no os auto-inmoléis! Me dirijo a todos vosotros: permaneced vivos.”.

Dharamsala (AsiaNews) – Los jóvenes tibetanos “tiene muchos modos para servir a su país y al Dalai Lama, nuestro gran líder espiritual. Debéis estudiar, debéis trabajar por nuestra patria. ¡Pero no os auto-inmoléis! Me dirijo a todos vosotros: permaneced vivos. Soy una simple ama de casa y no sé mucho del mundo, pero para mí era importante decíroslo”. Son las palabras con las cuales la madre de Dorjee Tsering concluyó la conmemoración de su hijo, un joven de 16 años que se prendió fuego el 29 de febrero pasado, como gesto de protesta contra la invasión china del Tíbet.

El chico murió luego de tres días de sufrimientos atroces. Desde hospital de Delhi, donde estuvo internado luego de la protesta, su cuerpo fue transportado hasta Dharamsala para su funeral. Allí vive el Dalai Lama y el gobierno tibetano en el exilio. Se trata de una especie de “capital en el exterior” de la diáspora budista. La madre, Nyima Yangkyi, apareció devastado ante cientos de jóvenes que se reunieron para el funeral: “Escuchad de verdad a nuestro líder espiritual, escuchad sus deseos. Tened buenas intenciones y seguid con vida”.

Relatando los últimos días en la vida de su hijo, que tuvo que ser trasladado a tres hospitales distintos debido a la carencia de estructuras de salud adecuadas, la madre recuerda: “Se precisó casi una hora para el último traslado. Pedía agua, pero sobre todo, quería que lo cubrieran. No quería que yo lo viera en ese estado. Le dije que pronto le darían analgésicos, y él me respondió: ¿Sabes que soy fuerte, verdad? Estoy bien, basta que no me mires. Fue devastador”.

Tenzing Jigme, presidente del Tibetan Youth Congress, se unió al clamor de la mujer: “La muerte de Dorjee Tsering representa un sacrificio inconmensurable. Es muy difícil decir a las personas qué hacer o qué no hacer, y en particular a quienes viven en el Tíbet, y sufren a diario las represiones. Sin embargo, pido también yo a los jóvenes que consideren otros modos para contribuir a la causa del Tíbet. Vuestras vidas son preciosas”.

La muerte del joven hace ascender a 15 el número de víctimas que se han auto-inmolado desde el 2009, para protestar contra la política china en la región. Por su parte, el Dalai Lama en varias oportunidades ha pedido a sus seguidores que no sacrifiquen su vida, sino que “encuentren otras formas de protesta”. A pesar de ellos, Beijing acusa al líder religioso de fomentar estos actos “para su beneficio personal”.