Madre Eliswa, una nueva beata para la India
El Papa Francisco ha aprobado la promulgación del decreto sobre un milagro atribuido a la intercesión de la religiosa de Kerala fundadora de las Hermanas Carmelitas Teresianas. También será proclamado beato el P. Lanciotti, asesinado en Brasil en 2001, primer mártir del siglo XXI. Nuevo venerable Gaudí, el arquitecto de la Sagrada Familia.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - La India tendrá pronto una nueva beata. En una audiencia concedida hoy al cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el Papa Francisco ha autorizado la promulgación de algunos nuevos decretos, entre ellos el relativo a un milagro que se produjo por intercesión de Madre Eliswa de la Bienaventurada Virgen María, cuyo nombre secular era Eliswa Vakayil (1831-1913), una religiosa que vivió en Kerala, fundadora de la orden de las Hermanas Carmelitas Teresianas. Se abre para ella el camino de la beatificación, así como para el sacerdote italiano Nazareno Lanciotti (1940-2001), misionero fidei donum asesinado en 2001 en São Paulo, Brasil, por su compromiso contra los narcotraficantes. La promulgación del decreto sobre el martirio del P. Lanciotti es particularmente significativa porque es el primero sobre un mártir asesinado en el siglo XXI, tema muy importante para el Papa Francisco, que ha querido que en el Jubileo 2025 se celebre una jornada sobre los nuevos mártires, programada para el 9 de mayo.
Volviendo a la nueva futura beata india, Eliswa Vakayil nació el 15 de octubre de 1831 en Ochanthuruth, en el distrito de Ernakulam de Kerala, en una familia acomodada de terratenientes, muy creyente. A los dieciséis años fue dada en matrimonio a Vatharu Vakayil, un rico hombre de negocios de Koonammavu, con quien tuvo una hija en 1851. Tras quedar viuda al año siguiente, eligió una vida de oración y soledad, caracterizada por la participación frecuente en los sacramentos y el cuidado de los pobres, viviendo en una sencilla cabaña.
En 1862, orientada por el carmelita descalzo italiano P. Leopoldo Beccaro, dio vida a la primera Congregación local de Kerala, la Tercera Orden de las Carmelitas Descalzas (TODC), que luego se convirtió en las Hermanas Carmelitas Teresianas. La vida de la nueva familia religiosa combinaba la contemplación con la vida activa en la educación y formación de niñas pobres y huérfanas, y en la asistencia de los abandonados y los más necesitados. A las tres primeras mujeres, pertenecientes a la Iglesia de rito latino, se unieron otras mujeres de rito siro-malabar, y durante los primeros veinte años la congregación se desarrolló con el doble rito. Tras la decisión de León XIII de erigir los primeros vicariatos siro-malabares, nacieron dos institutos religiosos femeninos independientes: la Congregación de las Carmelitas Teresianas (CTC) de rito latino y la Congregación de la Madre del Carmelo (CMC) de rito siro-malabar.
En estas circunstancias, la Madre Eliswa fundó un nuevo convento de rito latino en Varapuzha, donde pasó los últimos 23 años de su vida, hasta su muerte el 18 de julio de 1913. “Con su actividad – declara el Dicasterio para las Causas de los Santos – contribuyó a la promoción humana e intelectual de las mujeres en el complejo contexto social y religioso de la India de finales del siglo XIX y principios del XX”.
También es significativo el milagro que se le atribuye: la curación de una niña con labio leporino, enfermedad diagnosticada en 2005 en fase fetal, a la trigésimo cuarta semana de embarazo, durante dos ecografías que se realizaron en el “Lourdes Hospital” de Ernakulam. Por invitación de una religiosa, la familia se encomendó a la intercesión de Madre Eliswa y pocos días después, en un parto por cesárea, la niña nació sana.
Otro de los decretos del Dicasterio para las Causas de los Santos cuya promulgación ha sido aprobada hoy por el Papa Francisco, es el relativo a las virtudes heroicas del gran arquitecto español Antonio Gaudí (1852-1926), genio del arte con profundo sentimiento religioso, visionario autor del proyecto, entre otras de sus obras, de la monumental iglesia de la Sagrada Familia en Barcelona. Para la Iglesia católica – que lo ha declarado venerable – “fue un cristiano convencido y practicante, asiduo a los sacramentos, que ofrecía a Dios los frutos de su trabajo, entendido como misión para dar a conocer y acercar el pueblo a Dios y que hizo del arte un himno de alabanza al Señor”.
29/08/2020 11:22