Macron en una Nueva Caledonia en ebullición: conversaciones con políticos y empresarios del níquel

El presidente francés aterrizó hoy en la capital, Numea, y dio a entender que el estado de emergencia podría levantarse tras el despliegue de 3.000 unidades policiales. Las tensiones entre leales e independentistas se entrelazan con la crisis de la industria del níquel, que afecta sobre todo a la población indígena canaca.

Numea (AsiaNews) - Las fuerzas policiales francesas, compuestas por 3.000 hombres, permanecerán en Nueva Caledonia "el tiempo que sea necesario", declaró el presidente Emmanuel Macron, quien aterrizó esta mañana en Numea, la capital, para intentar restablecer el orden y la paz tras los enfrentamientos entre 2independentistas" y "leales" de las últimas semanas. “Esta es la prioridad absoluta”, añadió Macron, quien, tras rendir homenaje a las víctimas (seis personas murieron en los hechos de violencia), se reunió con líderes políticos y empresarios locales. El estado de emergencia impuesto por París podría levantarse, insinuó Macron, pero el futuro político de Nueva Caledonia, bajo control de Francia desde 1853, es una cuestión espinosa que el presidente francés debe resolver.

La revuelta de los últimos días fue organizada por los sectores más radicales tras la propuesta de la Asamblea Nacional francesa de permitir que los residentes extranjeros en Nueva Caledonia desde hace al menos 10 años voten en las elecciones locales. Una medida que podría reducir aún más el peso político de la población indígena.

Los canacos son alrededor del 40% de los 270.000 habitantes del país, mientras que los "europeos" son una cuarta parte de la población y se dividen a su vez entre los descendientes de los colonos (llamados "caldoches") y los franceses llegados en los últimos años (a veces llamados de manera despectiva “metro” o “zoreill”). El 11% de la población se declara mestiza y afirma que pertenece a más de una comunidad, según datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos de Francia.

Desde fines de la década del '90 más de 40.000 franceses se trasladaron a Nueva Caledonia y hoy representan el 20% de la población local, pero están excluidos de las elecciones provinciales porque los padrones electorales han sido congelados en su estatus de 1998, según se estableció en los Acuerdos de Numea. Si se aprobara definitivamente la reforma constitucional (hasta el momento ha recibido el beneplácito del Senado y la Asamblea Nacional por separado), 25 mil residentes obtendrían el derecho a votar para elegir a los representantes de las Asambleas Provinciales y del Congreso, quienes a su vez eligen al gobierno.

Las divisiones también son geográficas. Las provincias del norte son predominantemente canacas, mientras que la isla sur de Grande Terre, donde se encuentra la capital Numea, está habitada principalmente por personas de origen europeo. Las 140 islas que formaron Nueva Caledonia en el siglo XIX eran utilizadas por Francia como colonias penales: a finales de siglo llegaron a alojar cerca de 20.000 prisioneros (principalmente opositores políticos) que eran sometidos a trabajos forzados, y entre 1897 y 1903 (el período del “Gran Cantonnement”) los indígenas fueron trasladados a reservas en las islas más pequeñas para dejar espacio a los colonos.

Nueva Caledonia se convirtió en “territorio de ultramar” en 1946. En 1984 una coalición de partidos independentistas formó el Frente Kanaco y Socialista de Liberación Nacional (FLNKS) y declaró la independencia, iniciando un conflicto civil que terminó cuatro años después. Desde entonces, el FLNKS ha entablado un diálogo con París, pero se opone a descongelar las listas electorales.

Algunos creen que la violencia de las protestas fue fomentada por la Célula de Coordinación de Acción sobre el Terreno (CCAT), una organización que se formó a fines de 2023 y el Alto Comisionado de Nueva Caledonia, Louis Le Franc, describe como "una organización de delincuentes que llevan a cabo claros actos de violencia, con intención de matar". Pero los jefes tribales canacos han dado su apoyo a la organización, afirmando que "no es un grupo terrorista o mafioso como algunas autoridades políticas quieren hacer creer". En un reciente comunicado, la CCAT declaró que los ataques "cometidos contra emprendimientos, empresas, edificios y estructuras no son innecesarios", sino que son la expresión de los "invisibles de las sociedades".

A las facciones políticas contrarias a la independencia se las define como "leales" y se ubican a la derecha del espectro político, a pesar de que dentro de ellas hay diferentes corrientes.

Los jóvenes canacos, que estuvieron en primera línea durante las protestas, siguen siendo hasta la actualidad "extremadamente marginados" económica y socialmente, explicó Mathias Chauchat, consejero del FLNKS y profesor de la Universidad de Nueva Caledonia. El título más alto que ha obtenido 46% de los canacos es un diploma de escuela secundaria, frente al 11% de los "europeos", añadió, afirmando que los indígenas se sienten desanimados porque ven que los franceses ocupan los mejores puestos de trabajo.

Las dificultades económicas de los últimos años también han influido en las protestas. A diferencia de otros países insulares del Pacífico, Nueva Caledonia no es pobre, pero su economía depende casi por completo de la extracción de níquel, del que el país es el tercer productor mundial. El níquel se utiliza en baterías de automóviles eléctricos, pero sobre todo en las aleaciones de acero. “El níquel es un recurso estratégico, necesario para construir, suministrar y desplegar ejércitos modernos y alimentar las economías que los sostienen. Esto ya era cierto en el siglo XIX y, con el advenimiento de la tecnología verde, es aún más cierto ahora”, explica Cullen Hendrix, del Peterson Institute for International Economics.

Pero la caída de la demanda, el descenso de los precios en los últimos años (en 2023 el precio del níquel cayó un 45%) y la creciente competencia con Indonesia (principal fuente de suministro para China) han tenido como consecuencia una crisis industrial que afecta especialmente a la población canaca involucrada en el sector. Las tres principales empresas generan, directa e indirectamente, alrededor de 13 mil puestos de trabajo. El gobierno francés estaba negociando un paquete de ayudas para las empresas mineras debido a que varios socios internacionales anunciaron que se retiraban, pero las conversaciones se estancaron por las tensiones existentes entre los partidos independentistas y leales.