Los viernes libres una vez al mes no dan los resultados esperados
La iniciativa fue lanzada con gran estruendo en febrero de 2017. Debía ayudar a los japoneses a trabajar menos, a consumir más y a procrear hijos. Pero las pequeñas empresas no pueden permitirse dar tiempo libre extra al personal. Los trabajadores optan por ahorrar. Según expertos en la materia, se requieren políticas más incisivas para apoyar la maternidad.
Tokio (AsiaNews/Agencias) – El viernes libre ("Premium Friday") ha sido la última ocurrencia del gobierno japonés para hacer frente a dos problemas de larga data: la crisis del consumo, provocada por la falta de tiempo, y la excesiva carga de trabajo que se vive en las empresas.
Pero la iniciativa, lanzada con gran estruendo en el mes de febrero de 2017, ya está perdiendo interés. De hecho, las pequeñas empresas se dan cuenta de que no pueden permitirse otorgar al personal más tiempo libre, y los trabajadores, cuando les toca descansar, optan por ahorrar su dinero en lugar de alimentar el consumo.
Con los viernes libres, el gobierno japonés apuntaba a mejorar el equilibrio en la vida privada de los japoneses, reduciendo el stress producido por la sobrecarga de trabajo. Al mismo tiempo, los burócratas esperaban que esto incentivase a la población a incrementar sus compras, a salir a cenar afuera, a beber y a socializar más. El impulso a la medida vino dado incluso con el objetivo hipotético de lograr un aumento en la tasa de natalidad.
Pero habiendo pasado seis meses desde su lanzamiento, el Premium Friday no está dando los resultados esperados.
"El concepto es positivo, pero un par de horas fuera el día viernes una vez al mes, no pueden bastar para conseguir los grandes planes que el gobierno se ha prefijado”, explica Makoto Watanabe, profesor asociado de comunicaciones y medios en la Universidad de Hokkaido Bunkyo. “Para obtener un efecto apreciable, son necesarias reformas públicas mucho más incisivas, que puedan tener un impacto sobre los estilos de vida asociados al ámbito del trabajo”. “Entre las reformas que son más necesarias para el Japón, están las medidas en apoyo a la maternidad, que permitan a las mujeres construir su carrera pero que al mismo tiempo les brinden la posibilidad de tener hijos”, agregó el profesor.
“Y es probable que la situación sea peor en la zonas rurales del Japón o en las ciudades más pequeñas”, subrayó Watanabe, “donde las economías regionales no son capaces de crecer al mismo ritmo que en las ciudades, y donde los jóvenes y las parejas eligen ahorrar su dinero para el futuro, en lugar de gastarlo en el Premium Friday”. "La economía es débil, los salarios no han aumentado significativamente en el último decenio, y, en muchos casos, la gente está preocupada por la conservación del puesto de trabajo, con lo cual están muy atentos a sus gastos”, concluyó.
Tras el entusiasmo inicial por el viernes extra, los comerciantes minoristas dicen que las ventas han vuelto a los niveles previos a la medida. Los directores de las grandes tiendas no ven que haya un gasto significativo y prolongado en las compras que se efectúan, aún cuando los restaurantes y bares dicen tener más clientes.
Según el Ministerio de Economía, Comercio e Industria, más de 500 empresas han adherido a la iniciativa y alientan activamente a sus empleados para que dispongan del día libre. Sin embrago ha de tenerse en cuenta que las grandes empresas pueden absorber una falta temporal de personal, mientras que las pequeñas empresas no están en grado de conceder mayores libertades a sus empleados.
Y sin embargo, hay quien sostiene que está bien que se insista en este plan. “Pienso que las empresas están asimilando la iniciativa, aunque bajo una fuerte presión del gobierno”, afirmó Martin Schulz, un economista de larga trayectoria que se desempeña en el Instituto de Investigación de Fujitsu. "Creo que pasará mucho tiempo antes de que la actitud en relación al trabajo y las tradiciones referidas al ámbito laboral cambien completamente, pero esto podría darse”.
31/05/2018 09:20
28/10/2020 12:24