Los talibanes afirman que no son responsables de la falta de seguridad en Pakistán
El portavoz de las autoridades afganas difundió una declaración tras las reiteradas acusaciones de Islamabad. A pesar de que el líder religioso Hibatullah Akhundzada calificó los ataques transfronterizos como "haram", continúan los atentados contra las fuerzas de seguridad paquistaníes. A esto se suman las masacres perpetradas por el Estado Islámico de Khorasan, lo que crea una situación que en este momento parece imposible de controlar.
Islamabad (AsiaNews) - Los talibanes volvieron a rechazar las acusaciones de Pakistán según las cuales hay ciudadanos afganos involucrados en los ataques terroristas transfronterizos, y afirmaron que Kabul no es responsable de la "falta de seguridad de ningún país de la región". Las declaraciones del Emirato Islámico de Afganistán a través de su portavoz, Zabiullah Mujahid, se emitieron tras dos ataques armados de militantes afganos en la provincia suroccidental de Baluchistán perpetrados en julio, en los que murieron al menos a 12 soldados paquistaníes, mientras que la semana pasada la rama local del Estado Islámico (IS Khorasan o IS-K) se atribuyó la autoría de un atentado suicida contra una manifestación política celebrada en el distrito de Bajaur, en el noroeste del país.
El general Asim Munir, jefe del ejército paquistaní, dijo que Islamabad "no escatimará esfuerzos para desmantelar las redes terroristas y proteger a sus ciudadanos a cualquier precio", y expresó su preocupación por la libertad de acción y la protección de la que gozan los talibanes paquistaníes (Tehreek- i-Taliban Pakistán o TTP) en Afganistán. Por su parte, el ministro pakistaní de Derechos Humanos, Riaz Pirzada, declaró que entre los dos países sólo hay malentendidos, y que la planificación de los atentados terroristas, en su opinión, escaparía también al control de las autoridades talibanas, recordando que recientemente estas se han comprometido a prohibir los ataques transfronterizos.
En efecto, Hibatullah Akhundzada, uno de los principales líderes religiosos de los talibanes en Afganistán, ha calificado los ataques transfronterizos contra Pakistán como haram. El mensaje fue difundido a través de la televisión estatal por el ministro de Defensa, Muhammad Yaqoob, quien precisó que la "obediencia" al decreto "del Emir" Akhundzada es "obligatoria" para todos, explicando que en este momento la violencia, si se lleva a cabo contra países extranjeros, ya no se puede considerar parte de la jihad. Durante cerca de 20 años los talibanes han llamado "yihad" a la lucha contra la "ocupación" de Afganistán por parte de las fuerzas extranjeras de Estados Unidos y la OTAN. Por tanto, el fin de la yihad ya se había declarado en agosto de 2021, tras la reconquista del país y la retirada de las tropas estadounidenses.
Pero desde entonces, en la práctica, la situación se ha escapado del control de las autoridades (tanto afganas como paquistaníes) y en este momento se registra una proliferación de ataques armados en toda la región. Según algunas estadísticas, en los últimos dos años los ataques en Pakistán aumentaron un 73% y han sido perpetrados en su mayoría por el Tehreek-i-Taliban Pakistán, un grupo separado de los "primos" afganos pero que también pretende crear en Pakistán un emirato islámico, razón por la cual sus ataques apuntan a las instituciones estatales, los representantes del gobierno y los miembros del Ejército Nacional de Pakistán. La violencia ha matado a más de 450 personas solo este año, y el Ejército de Pakistán ha confirmado la muerte de más de 120 oficiales y soldados en los primeros siete meses de 2023.
Pero al mismo tiempo también han aumentado los ataques del IS-K, cuyo principal objetivo son los civiles y se opone al gobierno talibán porque lo considera ideológicamente demasiado moderado. Por esa razón en su último atentado en Pakistán los militantes del Estado Islámico atacaron un mitin político del partido islamista Jamiat Ulema-e-Islam-Fazl (JUI-F) que apoya a los talibanes y al mismo tiempo al proceso democrático, participando en las elecciones a pesar de sus intransigentes posiciones religiosas y sociales. El principal líder de JUI-F, Fazlur Rehman, es miembro de la coalición gobernante en Islamabad.
Los esfuerzos de Pakistán para restablecer el orden han fracasado hasta ahora. El año pasado no consiguió firmar una tregua definitiva con el TTP, mientras que el ejército llevó a cabo operaciones militares limitadas en la frontera entre los dos países. La construcción de una barrera en la frontera tampoco ha tenido los efectos deseados, al igual que la iniciativa propuesta por Islamabad de pedir a los talibanes que trasladen a miles de combatientes del TTP a las regiones más internas de Afganistán para alejarlos de las zonas inestables en la frontera.
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