Los restos del padre Santoro descansarán en su parroquia. Vicario de Anatolia: su misión continúa
Mañana en Roma se realizará el traslado del cuerpo del sacerdote fidei donum asesinado en Trebisonda en febrero de 2006. Su decisión de partir para vivir el Evangelio "en una realidad de las periferias", tendiendo puentes con otras Iglesias y el Islam. Monseñor Bizzeti: "La Iglesia en Oriente Medio no es un lugar del que haya que huir, sino un lugar al que hay que venir, incluso desde Italia".
Roma (AsiaNews) - Fue un cristiano "valiente": no se "encerró en su pequeño mundo", sino que respondió al "mandato explícito" de Cristo, que le invitó a "ir al encuentro de la gente" y a dar testimonio incluso "allí donde es arriesgado", hasta el sacrificio extremo de su vida, hasta el "martirio". Con estas palabras, monseñor Paolo Bizzeti, vicario apostólico de Anatolia y presidente de Cáritas Turquía, recuerda al padre Andrea Santoro, el sacerdote fidei donum asesinado en febrero de 2006 en la iglesia de Santa María de Trebisonda. En diálogo con AsiaNews, el prelado dice: "Fue un hombre que a los 50 años, y en pleno compromiso pastoral en Roma, pensó que había otra prioridad: dedicar su vida, y su misión, yendo a una realidad de las periferias”, a un lugar “que no tenía a nadie". Una decisión que es "muy significativa, también hoy" y un llamado de atención para ir más allá de la celebración de la persona, y "confrontarnos con sus elecciones". Es un signo de que esta Iglesia de Oriente Medio no es un lugar del que haya que huir, sino un lugar al que debemos venir”.
Mañana, 2 de diciembre, tendrá lugar la ceremonia de traslado del cuerpo del padre Andrea Santoro, cuyos restos -actualmente en el cementerio de Verano- serán llevados a la parroquia de los Santos Fabiano y Venanzio, en Roma. Se trata de la iglesia donde Santoro se desempeñó como párroco entre 1994 y 2000, antes de partir rumbo a Turquía. La llegada está prevista para las 16 horas en la iglesia de Villa Fiorelli y será recibido por el Card. Enrico Feroci, un amigo del padre Santoro. A las 18:00 horas, el cardenal vicario de Roma, Angelo De Donatis, presidirá la misa y, a continuación, a las 21:00 horas, se realizará una vigilia de oración dirigida por el padre Marco Vianello, ex adjunto del misionero fidei donum y hoy párroco de San Frumencio. Al día siguiente habrá Laudes y luego una liturgia eucarística presidida por el Vicario Apostólico de Estambul, mons. Massimiliano Palinuro. Los restos serán sepultados en la tumba a los pies del crucifijo, el lugar donde rezaba el padre Santoro.
El 5 de febrero de 2006 el sacerdote fidei donum romano recibió dos disparos mientras rezaba de rodillas, con la Biblia en las manos, en la iglesia de Santa María de Trebisonda, de la que era párroco desde hacía tres años. Fue una muerte que conmocionó a la comunidad, un acto llevado a cabo -según la primera versión- "en nombre de Alá" por un joven de 16 años que posteriormente fue condenado a 18 años de prisión. Sin embargo, todavía hoy, el móvil del asesinato está en discusión y las pistas siguen abiertas: quizás fue una represalia de criminales relacionados con la prostitución o del fundamentalismo islámico en una fase histórica de tensión por las caricaturas de Mahoma, o del nacionalismo derechista turco. Lo que queda es su testimonio de fe hasta dar la vida, lo que llevó a la Iglesia de Roma a iniciar el proceso de canonización en 2011.
“Hoy seguimos necesitando de pastores que vengan a ayudarnos a establecer una Iglesia local”, explica monseñor Bizzeti. “Una misión concebida a través del intercambio de experiencias y la construcción de puentes". Lo que queda de su misión "es el amor por esta tierra, por este contexto eclesial, el interés por el país y sus cristianos" que no le olvidan. "Don Santoro y Monseñor Luigi Padovese [vicario apostólico de Anatolia asesinado el 3 de junio de 2010 por su chofer, ed.] - subraya el prelado- están vivos en la conciencia eclesial, ahí están sus retratos, son personas vivas y testigos recientes de la fe".
Desde la época de la misión del sacerdote romano, "Turquía ha cambiado mucho", pero "creo que seguiría afirmando lo que él dijo y escribió: es una realidad con una profunda tradición cristiana, en la que la confrontación con las otras Iglesias y con las diversas formas del Islam está muy viva". Estos son los motivos que llamarían su atención y alimentarían su misión", dice el vicario apostólico. Uno de los méritos del padre Santoro, añade, es "haber sensibilizado a la comunidad de Roma sobre esta realidad, hasta el punto de que cada año hay peregrinos y fieles que vienen a visitarla con motivo de su aniversario".
Sin embargo, no debemos limitarnos a "celebrar" a la persona. Toca entender y apoyar las razones de su misión. Estas palabras acompañan una última invitación, dirigida a la Iglesia italiana de la que procede: "Debe abrirse más y fomentar la dimensión misionera, aunque de forma diferente a la de hace una década. Es un intercambio en el que cada uno aporta el don recibido de Dios”, concluye el prelado. “No se trata de apoyar iniciativas sociales en Turquía, sino de tomar conciencia de que allí hay comunidades vivas, cristianos que esperan ser reconocidos por sus hermanos".
17/12/2016 13:14