Los "regalos" del dragón chino en Dusambé

de Vladimir Rozanskij

La balanza comercial entre ambos países en el último año ha aumentado un 10% hasta superar los 1.000 millones de dólares. Los tayikos importan de China maquinaria y equipos de todo tipo y exportan materias primas. Actualmente hay 580 empresas con capital chino trabajando en el país. Pero la otra cara de la moneda es el 60% de la deuda externa que ahora está en manos de Beijing.

Dusambé (AsiaNews) - Desde hace varios años, China desempeña un papel decisivo en el conjunto de la economía de Asia Central, con una política de inversiones y créditos que vincula cada vez más a estos países con Beijing, de una manera que varía según las zonas y los Estados individuales. Si en los más avanzados, los intereses se centran principalmente en el ámbito de las tecnologías avanzadas y la investigación científica, en los que están en vías de desarrollo, el mercado se centra más bien en las materias primas y los recursos naturales, que una potencia en constante expansión como China necesita cada vez más.

Otro interés específico es la logística, para aprovechar el potencial de los corredores de tránsito para el comercio exterior y protegerse de un posible aislamiento por parte de competidores y adversarios internacionales. Los países de Asia Central, como Tayikistán, tienen muchos recursos que ofrecer, pero el nivel de infraestructuras logísticas e industriales es decididamente limitado, y atraer capital extranjero es vital para ellos. Y los chinos son mucho más fáciles de obtener que los occidentales.

China no exige que sus inversiones vayan acompañadas de condiciones como reformas democráticas o cambios en la política de los países en los que interviene. Los chinos construyen ferrocarriles, autopistas y puertos, fábricas y complejos de viviendas, escuelas y accesos a los recursos hídricos, tan problemáticos en esta región, siempre en la búsqueda primordial de sus propios intereses, y desde luego no por altruismo.

Las empresas chinas lo hacen todo ellas mismas, aportando su propia tecnología, trabajadores e ingenieros, y uno de los países donde más fácil les resulta hacerlo es, sin duda, Tayikistán. La balanza comercial entre Beijing y Dusambé en el último año ha aumentado un 10%, superando los 1.000 millones de dólares. Los tayikos importan de China todo tipo de maquinaria y equipos, materiales de construcción, bienes de consumo como ropa, muebles y artículos de uso cotidiano, y exportan sobre todo materias primas como metales raros y preciosos, algodón, diversos textiles y frutos secos.

Según datos del viceministro de Desarrollo Económico de Dusambé, Farkhodom Vosidijonom, las inversiones chinas en Tayikistán entre 2007 y 2023 alcanzaron los 3.340 millones de dólares, y 580 empresas con capital chino trabajan actualmente en el país, en sectores como la comunicación, la construcción y los servicios financieros, la investigación geológica y de gran altitud, el ensamblaje de equipos tecnológicos y muchos más. También hay muchas empresas conjuntas chino-tailandesas para la extracción de recursos minerales como hierro, cobre, antimonio, oro y plata, como la empresa Zerafšan, en la que los chinos poseen el 75% de las acciones, o Pakrut, en la que los chinos poseen la totalidad del paquete accionarial desde 2014.

En el ámbito de los materiales de construcción, la empresa china de producción de cemento Čungtsai Mokhir Tsement junto con otras es muy importante en Tayikistán, ya que produce el 85% de todo el cemento del país, del que una gran parte se destina a la exportación. Con una inversión de 300 millones de dólares, se reabrió la carretera entre Dusambé y Čanak, así como otros tramos que conectan la capital con muchas zonas de todas las latitudes del país, con la apertura de grandes túneles, lo que permite conectar los sistemas eléctricos de la parte central de Tayikistán con algunas zonas periféricas.

El 60% de la deuda externa de Dusambé, más de 2.000 millones de dólares, es con China, y esto marcará el destino del país durante muchos años. Beijing no necesita ocupar países de Asia Central como Tayikistán, porque de hecho ya es el amo de ellos.