Los países socios no pagan sus deudas: la Belt and Road de Xi Jinping en crisis
Los reveses económicos dificultan la recuperación de los países deudores. Beijing se ve obligado a aceptar la reestructuración de la deuda. El 60% de los préstamos chinos en el exterior corresponden a países endeudados. Turquía no tiene reservas de divisas para pagar lo que le debe a China. En comparación con 2018, las inversiones de la Belt and Road cayeron $ 50 mil millones en 2021.
Beijing (AsiaNews)- Los problemas con la deuda de sus propios socios obligan a China a reducir las inversiones en la Belt and Road Initiative, el megaproyecto de Xi Jinping para reforzar la centralidad comercial de China mediante la construcción de infraestructuras y rutas de tránsito en diferentes partes del globo.
Los países endeudados piden a China (y a otros prestamistas) que bajen las tasas de interés, extiendan los plazos de pago y escuentos en el capital a devolver. Ayer Ecuador anunció que había llegado a un acuerdo con los bancos chinos para reestructurar la deuda; en agosto, Beijing dijo que había condonado la devolución de 23 préstamos sin intereses, otorgados a países africanos, que expiraron a fines de 2021.
Según datos de Rhodium Group, China tuvo 19 casos de renegociación de deuda en 2021 y 21 en 2020: en 2019 solo hubo nueve. La pandemia de Covid-19 primero y los efectos globales de la guerra en Ucrania han obstaculizado el desarrollo económico de los países deudores.
Como informa Nikkei Asia, un equipo de investigadores liderado por el economista jefe del Banco Mundial, Sebastian Horn, calculó que el 60% de los préstamos chinos en el exterior fueron a países que tienen problemas de endeudamiento: en 2010 fue solo el 5%. No solo eso, los socios de Belt and Road como Turquía, Nigeria, Ghana y Egipto han registrado una drástica disminución de sus reservas de divisas, lo que limita su capacidad para pagar las deudas con China.
En este complejo escenario de deuda, al que se suma la crisis económica de China, las inversiones chinas en la Belt and Road se encuentran en una fase de estancamiento. Los cálculos del Green Finance & Development Center muestran que en los primeros seis meses de 2022 se detuvieron en 28.400 millones de dólares, frente a los 29.600 millones del año anterior. Arabia Saudita fue el primer receptor, mientras que los países con inestabilidad económica como Rusia y Sri Lanka no recibieron ninguna inversión.
Si se consideran cifras a mediano plazo, podemos ver la fuerte caída de los compromisos chinos en las “Nuevas Rutas de la Seda”. En 2021 las inversiones y construcciones chinas bajo la bandera de la Belt and Road alcanzaron los 70.000 millones de dólares: por encima de los 60.000 millones de dólares de 2020, el primer año de la pandemia, pero muy lejos de los 110.000 millones de dólares de 2019 y los más de 121.000 millones de 2018.
29/09/2021 16:41
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