Los obispos filipinos dedican el 2018 al clero y a las personas consagradas
Lo anuncia el flamante líder de la Conferencia episcopal, Mons. Rómulo Valles, arzobispo de Davao. Será una ocasión para hacer una revisión del modo en que están planteados los seminarios y lugares de formación religiosa. El Card. Tagle exhorta a promover la elección vocacional de los jóvenes, en las parroquias.
Manila (AsiaNews/CBCP) – En su primera exhortación pastoral tras ser nombrado a cargo de la Conferencia Episcopal de Obispos filipinos, Mons. Rómulo Valles, arzobispo de Davao, declaró el 2018 como Año del clero y de las personas consagradas. El objetivo, explica el prelado, es que los sacerdotes y personas consagradas sean simultáneamente líderes y servidores, sintiéndose “renovados” en su misión de atención pastoral, “en particular, de los últimos, de los perdidos, de cuantos son relegados a los márgenes”.
Todas las actividades del próximo año estarán dedicadas a la promoción y al reconocimiento de la vocación sacerdotal y de la vida consagrada a Cristo. “Apuntamos a la renovación integral de loa valores –prosigue-, de la mentalidad, del comportamiento y de los estilos de vida del clero y de los consagrados”.
Al mismo tiempo, el 2018 será para las Filipinas una ocasión para revisar el modo en que están planteados los seminarios y los lugares donde se lleva a cabo la formación religiosa”, reforzando “la colaboración” con el mundo de los laicos “en la obra de la misión y en el ministerio”.
La carta pastoral fue leída en todas las iglesias del país ayer, 3 de diciembre, primer Domingo de Adviento, en preparación para la Navidad. Además, al concluirse la misa, se anunció la apertura del Año del clero y de las personas consagradas (YCCP).
De esta manera, los obispos filipinos parecen dirigir su atención a los desafíos planteados por la “nueva evangelización”, y recuerdan que clero, religiosos y miembros de los institutos seculares son la “clave” para poder abrir esta puerta hacia el mundo. Los prelados subrayan, no obstante, las “lúgubres sombras” proyectadas por algunos curas y personas consagradas, cuyo estilo de vida no está para nada en consonancia con la tarea primera de testimoniar la palabra y las obras de Jesús.
“Ha habido ocasiones de fragilidad y de escándalo –recuerda Mons. Valles- que nos han entristecido. Estas malas conductas con una invitación a reflexionar, a la penitencia y a la reparación”. La esperanza es que estos errores sean un estímulo para una “amplia posibilidad de renovación y de comunión para y con aquellos que don débiles o que se rinden” ante las circunstancias de la vida”.
En estos últimos días, el arzobispo de Manila, Card. Antonio Luis Tagle, también se dirigió a las familias y organizaciones católicas, para que promuevan la elección vocacional entre los jóvenes que asisten a las parroquias. Al intervenir en la misa por la inauguración del YCCP en la capital filipina, el purpurado se dirigió a las Comunidades eclesiales de base, a los movimientos y organizaciones, para que “inspiren” la elección de la vida sacerdotal y de la vida consagrada. Los jóvenes no deben ambicionar volverse solamente médicos, ingenieros o trabajadores migrantes, agregó, sino que “también deben tomar en consideración [la hipótesis] de ofrecer sus vidas como consagrados o sirviendo en calidad de pastores”.
“Hemos emprendido un largo viaje –subrayó el Card. Tagle- rumbo a la evangelización de nuestra sociedad [...] y debemos ayudarnos unos a otros”. Las parroquias, así como las comunidades en su conjunto, concluye el purpurado, son los lugares donde todos los dones del Espíritu Santo son utilizados y puestos en práctica”.
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