Los mártires de Argelia: un testimonio de caridad, semilla de diálogo con el Islam

Es la primera vez que se celebra en un país islámico una ceremonia de beatificación. Presentes representantes del gobierno, familiares de los mártires, los principales imanes del país y representantes de las congregaciones religiosas a las cuales pertenecían los nuevos beatos. El Papa: “esta celebración nos ayude a curar las heridas del pasado y a crear una nueva dinámica de encuentro y de convivencia”.

Orán (AsiaNews)- “Humildes constructores de paz y heroicos testigos de la caridad cristiana”, “cuyo valiente testimonio es fuente de esperanza para la comunidad argelina y semilla de diálogo para la entera sociedad”. El Papa Francisco definió así ayer, en el Ángelus a los 19 mártires de Argelia, beatificados el 8 de diciembre en Orán.

Una ceremonia sin precedentes en un país musulmán, una beatificación celebrada delante de más de 2 mil personas (en la Foto). Los unos al lado de los otros: representantes del gobierno, familiares de los mártires, los principales imanes del país y representantes de las congregaciones religiosas a las cuales pertenecían los nuevos beatos. La presencia de tantos musulmanes en el santuario de Notre-Dame di Santa Cruz en Orán, Argelia. subrayó Mons. Desfarges, arzobispo de Argel, quiere “subrayar que no fue el islam quien los mató sino una ideología que desfigura a esta religión”. “Las autoridades-agregó- comprendieron el sentido más verdadero que queremos dar a esta celebración: dar testimonio que es posible vivir juntos, caminar creyentes al lado de otros creyentes”.

Entre 1994 y 1996, durante la guerra civil, de hecho quienes fueron asesinados por los islamistas, como el obispo Pierre Claverie y sus 18 compañeros, estaban también los 114 imanes y exponentes de la sociedad civil.

Presidió la celebración el Card. Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las causas de los santos y legado papal.

Los 19 beatos-13 religiosos, entre los cuales un obispo y 6 religiosas- fueron asesinados entre 1991 y 1996. El hecho más atroz es quizás aquel de los 7 monjes de Tibhirine. Raptados durante la noche del 26 de marzo de marzo de 1996 en su monasterio de Notre-Dame de Atlas, a unos 60 Km de Argel, cerca de dos meses después, el 25 de mayo, se encontraron sus cabezas cerca de Medea. Su historia está narrada en la película “Hombres de Dios”, del año 2010.

Los nuevos beatos, dijo en la homilía el Card. Becciu, “han anunciado al amor incondicional del Señor hacia los pobres y marginados”. “Si bien sabían sobre los riesgo que los asediaban, decidieron valientemente quedarse en su puesto hasta el final”. “También nosotros hoy- prosiguió- contemplando a estos nuevos beatos, estamos invitados a alegrarnos y exultar, porque en ellos vemos resplandecer el misterio de la eterna santidad de Dios uno y trino, que a nosotros nos viene nuevamente propuesto en una nueva actualización del Evangelio que estos mártires nuestros ha testimoniado hasta la efusión de la sangre”.

Durante la celebración fue leído el mensaje del Papa a los católicos de Argelia, “fraterno aliento para que” la celebración “pueda ayudar a sanar las heridas del pasado y crear un nueva dinámica y de encuentro y convivencia como resultados de nuestros beatos”. (PP)

A continuación el mensaje del Papa, (traducción a cargo de (AsiaNews)).

Queridos hermanos y hermanas:

Este sábado, 8 de diciembre, la Iglesia en Argelia festeja con alegría la beatificación de 19 religiosos y mártires. Me uno a vuestra acción de gracias por estas vidas totalmente dadas por amor de Dios, del país y de todos sus habitantes, de los cuales ustedes comparten la humildad cotidiana en un espíritu de hermandad, de amistad y de servicio. Reciban mi fraterno aliento porque esta celebración ayude a curar las heridas del pasado y a crear una nueva dinámica de encuentro y de convivencia como resultado de nuestros beatos.

Estoy muy agradecido al Presidente de la República argelina democrática y popular, Abdelaziz Bouteflika y a sus colaboradores por haber facilitado la celebración en suelo argelino, la beatificación del obispo Pierre Claverie y de sus 18 compañeros y compañeras, mártires del más grande amor. Quiero también expresar mi afecto a todo el pueblo argelino que ha conocido grandes sufrimientos durante la crisis social de la cual fue víctima en los últimos años del siglo pasado.

Recordando la muerte en Argelia de estas 19 víctimas cristianas, los católicos de Argelia y del mundo quieren celebrar la fidelidad de estos mártires al proyecto de Paz que Dios inspira a todos los hombres. Al mismo tiempo, quieren incluir en sus oraciones a todos los hijos e hijas de Argelia que fueron, como ellos, víctimas de la misma violencia por haber vivido, con fidelidad y respeto por el otro, sus deberes de creyentes y de ciudadanos de esta tierra bendecida. Es también para ellos que dirigimos nuestra oración y expresamos nuestro grato homenaje.

La Iglesia católica en Argelia conoce la heredad, con toda la nación argelina, del gran mensaje de amor propuesto por uno de los tantos maestros espirituales de tu tierra, San Agustín de Hipona. Quiere ofrecer el mismo mensaje, en este tiempo en los cuales todos los pueblos buscan hacer avanzar su aspiración de “Vivir juntos en paz”.

Con la beatificación de nuestros 19 hermanos y hermanas, la Iglesia quiere testimoniar su deseo de continuar trabajando por el diálogo, la concordia y la amistad. Consideramos que este evento sin precedentes en vuestro país representa un gran signo de fraternidad en el cielo argelino dirigido a todo el mundo.

Estamos felices que esta celebración pueda ser vivida en un santuario dedicado a la Virgen María, particularmente presente en nuestras dos tradiciones religiosas. Pueda la mirada materna de la Beata Virgen María, llena de gracia, toda bella y pura, protegerlos y custodiarlos.