Los jóvenes filipinos se reúnen en Palo para una Iglesia de la Esperanza
La devastación causada por el tifón Haiyan hace 11 años ha hecho más fuerte la fe de los habitantes de Leyte, donde se lleva a cabo hasta el 21 de julio la 22ª Conferencia Nacional de Pastoral Juvenil (NCYM). Cientos de delegados concurrieron al encuentro bienal para interrogarse sobre el rol de los jóvenes en la Iglesia. Arzobispo John F. Du: "La esperanza está presente gracias a ustedes".
Palo (AsiaNews) - Once años después de la devastación del tifón Haiyan (conocido en Filipinas como Yolanda), se está llevando a cabo en Palo, en la provincia de Leyte, la 22ª Conferencia Nacional de Pastoral Juvenil (NCYM), que comenzó el miércoles 17 con una misa celebrada por el arzobispo John F. Du, y finalizará el domingo 21 de julio. El tema central del encuentro es "Abunden en alegría: Cristo es nuestra esperanza" y ha reunido a cientos de participantes de diferentes diócesis en la arquidiócesis de Palo. El NCYM es un evento bienal de los grupos de la pastoral juvenil filipina para coordinar, compartir información y desarrollar nuevas competencias. Cuenta también con la colaboración del ministerio de la Juventud, reforzando su rol como parte vital de la misión de la Iglesia.
El lugar resulta muy significativo si se tiene en cuenta que el 18 de noviembre de 2013 el tifón Yolanda arrasó Leyte, una isla filipina que forma parte del Archipiélago de las Bisayas, sobre todo Tacloban y las ciudades cercanas. El huracán de categoría 5 azotó Filipinas, Vietnam, Taiwán, Hong Kong, Palaos, Micronesia y el sur de China, y dejó más de 6.300 víctimas. Desde entonces, los habitantes de Leyte se han aferrado a su profunda fe y han encontrado consuelo en la verdad innegable de que Dios siempre está con ellos, lo que les ayudó a superar el dolor y la destrucción. El tifón se convirtió en un encuentro, una historia de desesperación, muerte y esperanza. En noviembre de 2013 la velocidad máxima del viento fue de 315 km/h, lo que provocó daños por valor de 2.980 millones de dólares, el costo más alto en la historia de Filipinas.
Alrededor del 15-20% de los católicos filipinos son jóvenes que asisten a la Misa dominical o participan en la vida sacramental de la Iglesia pero no son miembros de ningún grupo u organización. Una de las propuestas que se hicieron es la necesidad de llegar a ellos a través de la catequesis. Junto con los delegados de varias diócesis, también están participando representantes de organizaciones juveniles de todas partes de Filipinas. La conferencia de cinco días convocada por la Comisión de Juventud de la Conferencia Episcopal Filipina comenzó con el tema “Peregrinos de esperanza en comunión”, que alentó a embarcarse en el ingreso a la comunidad como jóvenes líderes servidores. La conferencia recordó también a los operadores pastorales la importancia de unirse como una sola persona y reafirmar su esperanza en Cristo Jesús, el Dios vivo.
El Arzobispo de Palo Mons. John F. Du inauguró el encuentro el 17 de julio en la Catedral de la Transfiguración, construida en 1596. En su homilía dijo a los jóvenes: "La esperanza está presente gracias a ustedes". También les pidió que rezaran para proteger el matrimonio y la familia de los esfuerzos por legalizar el divorcio en Filipinas. "La destrucción de las familias es una de las grandes razones por las que muchos jóvenes de hoy han perdido la esperanza", afirmó. Partiendo del fundamento de la comunión, el día de ayer estuvo centrado en la abundancia de alegría y esperanza. En efecto, como señaló el Papa Francisco, san Pablo nos recuerda que debemos ser alegres en la esperanza, a pesar de los desafíos y las pruebas. Luego, los participantes abordaron el tema de la planificación según los principios del discipulado y la administración contenidos en el Directorio para la Pastoral Juvenil de Filipinas, “Ka-Lakbay”.
03/07/2017 17:05