Los juicios de Imran Khan y la justicia que niegan a una niña cristiana violada
Mientras el país está conmocionado por el juicio del ex primer ministro, en Faisalabad se ha abierto un nuevo caso de violencia grave contra una niña secuestrada en su casa y violada durante siete días por unos conocidos. Notables musulmanes locales presionan para que retiren los cargos. La ONG Voice for Pakistan: "La protección de las menores cristianas se ha convertido en el principal problema de las minorías religiosas".
Faisalabad (AsiaNews) - Pakistán vive desde hace días con los reflectores puestos en el caso judicial del ex primer ministro Imran Khan, cuya detención fue declarada ilegal el martes por la Corte Suprema. Pero la altísima tensión en todo el país en torno a este asunto, con las manifestaciones de los partidarios del Pakistan Tehreek-e- Insaf (PTI) y la oleada de detenciones, contrasta con la indiferencia ante la demanda de justicia frente al fenómeno de la violencia contra las minorías, que afecta a chicas incluso muy jóvenes de manera particularmente atroz.
El último caso grave registrado es el de la menor cristiana Angel Robin, de 13 años, que fue secuestrada y víctima de una brutal violación en grupo en Chak 109, una localidad de la zona de Faisalabad. Angel, estudiante de sexto grado, pertenece a una familia especialmente vulnerable. El 27 de abril, cuatro personas conocidas por su mala reputación (Adeel, Nauman Awan, Shana, Hafiz Aslam, todos musulmanes) y un desconocido se la llevaron de su casa.
La familia presentó una denuncia contra los cuatro en la comisaría de Khurrianwala. Cerca de allí la encontraron después de siete días de violencia, y un informe médico confirmó además que la niña cristiana había sufrido una forma extrema de violencia sexual. Aun así, se concedió la libertad bajo fianza a los cuatro acusados. Y los líderes políticos y religiosos locales están presionando a la familia de Angel Robin para que no emprendan acciones legales.
Así lo comunicó la asociación de derechos humanos Voice Pakistan, que está siguiendo el caso. “La protección de las niñas cristianas menores de edad se ha convertido en el principal problema de las minorías religiosas”, declaró a AsiaNews su director ejecutivo, Zohaib Newton. “El gobierno pakistaní debería trabajar seriamente en una solución legislativa. Los autores deberían recibir una lección ejemplar por este atroz crimen".
En respuesta a este violento incidente, Tabinda Saher -presidenta del Women's Power Circle- añadió: "Angel es sólo una alumna de sexto curso y los autores llevaron a cabo este brutal acto contra ella porque sabían que pertenecía a una familia cristiana pobre y quedarían a salvo tras semejante brutalidad. Esta joven sufre daños físicos y mentales y está tomando medicación, mientras que los agresores están en libertad y siguen amenazando a la familia para que se comprometa. Acompañamos a la pobre familia y lucharemos hasta que se haga justicia".
Foto: Flickr/bluewinx15