Los imanes franceses condenan la ‘instrumentalización política’ de Erdogan

Aumenta la tensión entre París y Ankara. Charlie Hebdo publica una nueva caricatura que tiene como blanco a Erdogan. El presidente turco se erige como defensor de los musulmanes de Francia. Hocine Drouiche: los problemas se resuelven a través del diálogo, no es necesario echar leña al fuego “que enciende Turquía". En Indonesia el Nahdlatul Ulama llama a la calma, mientras critica el "laicismo extremo".

París (AsiaNews) - Los problemas se resuelven "a través del diálogo, no de la instrumentalización política", especialmente en un momento histórico en el que, desde el exterior, y “especialmente desde Turquía”, "se busca echar leña al fuego". Con un tono duro y palabras secas, el imán de Nîmes Hocine Drouiche, en nombre de los imanes franceses, condena la escalada de tensión entre París y Ankara, subrayando que estos enfrentamientos "no sirven para nada, ni para Francia ni para el futuro de los musulmanes" en el país y en Europa. "Nosotros, los imanes de Francia decimos que nadie, ni siquiera [Recep Tayyip] Erdogan puede hablar en nuestro nombre" - subraya el vicepresidente de la Conferencia de imanes transalpinos y ex candidato a la dirección de la Gran Mezquita de París.

Las palabras del líder religioso musulmán llegan en un contexto de máxima tensión entre Turquía y Francia, tras el asesinato del profesor francés Samuel Paty a manos de un radical islámico, un crimen en respuesta a la decisión del docente de mostrar las caricaturas sobre Mahoma publicadas en Charlie Hebdo. El presidente francés Emmanuel Macron reclama el derecho a la libertad de pensamiento, mientras su homólogo turco (desde hace tiempo) se erige en defensor de los valores y del carácter sagrado del Islam. Para alimentar el choque, la revista parisina ayer publicó una nueva -y satírica- caricatura sobre el propio Erdogan.

El imán de Nîmes intervino en la controversia y subrayó que "hay cuestiones que están pendientes desde hace tiempo" incluso con el gobierno francés. Sin embargo, “para pasar de las incomprensiones y malentendidos, al riesgo de un conflicto real” el camino es corto; especialmente cuando desde afuera se echa leña al fuego para alimentar la tensión. "Pero somos independientes, y con el gobierno y el propio Presidente de la República hemos entablado un diálogo constructivo", “hace años que hablamos de los problemas” y “estamos decididos a resolverlos a través del diálogo", concluye el líder musulmán francés.

Mientras tanto, la tensión provocada por el choque entre Erdogan y Macron se extiende al mundo árabe y a varias naciones de mayoría musulmana. Mientras que el llamado del presidente turco a boicotear los productos franceses ha sido bien recibido entre las naciones del Golfo, en Indonesia [el país musulmán más poblado del mundo] la protesta de los grupos radicales y los movimientos extremistas se acrecienta. Uno de los factores que presionan a favor de un choque frontal es el movimiento Alumni 212, un grupo que en el 2016 promovió las manifestaciones masivas contra el entonces gobernador (cristiano) de Yakarta, Basuki Tjahaja Purnama. Hoy sus líderes llaman a un boicot de los productos franceses y justifican a cualquier musulmán que quiera atacar a los ciudadanos franceses en respuesta a la ofensa.

Fue inmediata la réplica del líder del Nahdlatul Ulama (NU) Yahya Staquf, quien, aunque critica el "laicismo extremo" francés, no justifica la violencia. "Para el Islam, humillar el honor de Mahoma es un insulto”, dice el secretario general del NU. “Sin embargo, responder al insulto matando es un acto brutal que podría desencadenar una inestabilidad, con el riesgo de salirse de control". Por ello es necesario mantener la calma y "no dejarse abrumar por las emociones", porque el objetivo es encontrar "un camino armonioso" para la "integración global", concluye.