Los grandes planes de Putin para el Extremo Oriente ruso

de Vladimir Rozanskij

Fueron presentados en el Foro Económico de Vladivostok. La transformación de las islas Kuriles en una zona offshore. El Kremlin apuesta al desarrollo urbano de Siberia Oriental, con ciudades de más de un millón de habitantes. Para los rusos, la ruta del Ártico debe convertirse en la ruta principal entre Europa y Asia.

Moscú (AsiaNews) - El Oriente ruso quiere lograr un "desarrollo más avanzado" (operežajušee, "de superación") que sea "absoluto y a largo plazo, no por una década, sino para el próximo siglo". Así lo afirmó Vladimir Putin durante la sesión plenaria del Foro Económico de Oriente en Vladivostok. El énfasis del presidente ruso recuerda a los grandiosos planes orientales de Nikita Khrushchev en los años 60 de la posguerra, cuando se planeaba "invertir el curso de los ríos siberianos".

El Foro fue celebrado en el puerto ruso que domina el océano Pacífico, en la frontera con China y finalizó el 4 de septiembre. Como se lee en el eslogan oficial de la iniciativa, el Kremlin pretende encontrar "nuevas posibilidades para el Extremo Oriente [ruso] en un mundo cambiante".

Para realizar estos espectaculares proyectos, Putin prometió ante todo un "paquete sin precedentes" de ayudas y estímulos al comercio en las islas Kuriles, el archipiélago disputado con Japón. Estos privilegios también se pondrán a disposición de los inversores japoneses, a la espera de que se resuelva el conflicto que se remonta al final de la Segunda Guerra Mundial; una disputa que el presidente ruso calificó de "sinsentido".

En las Kuriles, las condiciones de mercado van a ser "las mejores de toda la costa asiática del Pacífico", con la exención del pago de impuestos sobre los ganancias y los bienes inmuebles, la tierra y el transporte durante al menos 10 años. El gobierno ruso quiere que las islas en disputa se conviertan en un territorio offshore, sin impuesto sobre el valor agregado "hasta que los productos salgan del territorio del archipiélago".

Según explicó Putin, en toda la macro región del Extremo Oriente ruso habrá que multiplicar las obras del sector de la construcción "al menos 1,6 veces el nivel de 2019". En la región de Jabárovsk se creará un centro especial de producción de materiales de construcción, tradicionalmente escasos en estos territorios. Las autoridades han propuesto a todos los ciudadanos una "hipoteca oriental del 2%", "empezando por los médicos y los profesores". La medida ya había sido anunciada por el viceprimer ministro y representante del presidente en la región, Jurij Trutnev.

La construcción se pondrá al servicio del urbanismo para una gran expansión de las ciudades del Extremo Oriente ruso, con la "creación de nuevas metrópolis de un millón de habitantes o más". Por ejemplo, Vladivostok se unirá a la ciudad de Artem. Las nuevas metrópolis ya no serán, como en el pasado, "centros residenciales en torno a grandes fábricas, sino lugares de vida con el hombre y sus necesidades en el centro", según las palabras de Trutnev, confirmadas por Putin. El nuevo "plan metropolitano" debe estar listo en los próximos dos años.

El presidente habló de una "nueva economía" que surgirá del Este, una economía verde que se desarrollará junto con todos los socios internacionales, empezando por China y Japón. En los territorios de la costa pacífica de Primorje y los situados a lo largo del río Amur se producirá metanol, "el combustible de las próximas generaciones", con plantas de agua especiales dedicadas a ello. En el norte de la región de Jabárovsk también está prevista una central hidroeléctrica "que será alimentada por las mareas, con la energía de las olas del océano”.

A partir del 2022 se establecerá una ruta norte para el transporte pesado desde San Petersburgo a Vladivostok a través del Mar del Norte. Según Putin, "ésta será sin duda la futura ruta principal de todo el transporte mundial entre Asia y Europa". Los puertos del norte se equiparán con sistemas para vigilar los hielos eternos del Ártico, tan importantes para las condiciones climáticas de todo el planeta. Como presidente del Consejo Ártico, Rusia propondrá expediciones especiales en todo el Polo ártico.

Moscú pretende jugar la "carta oriental" junto con la del norte, para relanzar su centralidad estratégica en el equilibrio global, pero para ello necesitará el apoyo económico de los grandes estados de Asia, y del mundo entero.