Los generales birmanos expulsan a un diplomático de Dili por reunirse con el gobierno en el exilio

de Steve Suwannarat

Conflicto diplomático con uno de los pocos países del sudeste asiático abiertamente críticos con el régimen que arrasó con la democracia en Naipyidó. Es también un desafío para la ASEAN, que hasta el momento ha sido incapaz de proponer soluciones reales al conflicto. Y Dili se cuestiona su adhesión al organismo regional.

Dili (AsiaNews) - Crítica desde hace tiempo con el régimen militar que tomó el poder en Myanmar con el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, la pequeña república de Timor Oriental se encuentra ahora en el centro de una crisis diplomática que vuelve a cuestionar a los países miembros de la 'Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que hasta el momento han sido incapaces de encontrar una posición firme que obligue a la Junta birmana a detener la violencia e iniciar negociaciones con las fuerzas democráticas sobre el futuro del país.

El domingo 27 de agosto la Junta ordenó la expulsión del encargado de negocios de la embajada de Timor Oriental en Naipyidó, en represalia por el encuentro que tuvo lugar en Dili, la capital timorense, entre el presidente José Ramos-Horta y Zin Mar Aung, ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de Unidad Nacional (GUN), compuesto principalmente por miembros de la Liga Nacional para la Democracia de Aung San Suu Kyi que escaparon de las redadas de los militares para encarcelar a la mayoría de líderes políticos, ministros y diputados, incluyendo el presidente Htin kyaw y Aung San Suu Kyu, quien ocupaba el cargo de "consejera de Estado", una función fundamental en la conducción del país.

Al comunicar la decisión en Facebook, el jefe de la diplomacia birmana habló de irresponsabilidad del gobierno de Dili que, con sus iniciativas, estaría "alentando al grupo terrorista (el GUN) a cometer nuevas violaciones en Myanmar". La respuesta timorense fue inmediata, reiterando "la importancia de apoyar todos los esfuerzos para restablecer el orden democrático" en el país y pidiendo a la Junta Militar que respete los derechos humanos y busque una solución pacífica a la crisis.

Cuando se cumplen los primeros veinte años de su independencia, precedidos por un conflicto de treinta años para liberarse del control colonial indonesio, Timor Oriental todavía está gobernado en gran medida por los antiguos líderes guerrilleros, que a pesar de la disparidad de experiencias e ideologías tienen muy claro lo que significa luchar por la libertad, y ya se ha cuestionado su participación en la ASEAN si la organización no consigue poner fin al conflicto interno en Myanmar. Lo reiteró hace pocos días el primer ministro Xanana Gusmao, quien junto con Ramos-Horta lideró la liberación del pequeño pueblo timorense y ha encabezado su posterior e inestable democracia.

La tradicional política de no injerencia en los asuntos internos de los Estados miembros ha llevado hasta ahora a la ASEAN a formular sólo una débil propuesta de paz de cinco puntos, que en cualquier caso fue rechazada por el ejército birmano.