de Vladimir Rozanskij

Según un estudio de investigadores alemanes, la gran cantidad de polvo procedente de la desecación de lo que fue el gran lago entre Uzbekistán y Kazajistán está provocando un enfriamiento del suelo durante el día, y un efecto de calentamiento por la noche. Hacer que la desertización causada por la desecación no sea sólo un problema local

 

Berlín (AsiaNews) - Estudiosos alemanes del Centro Leibnitz de Investigación Troposférica y de la Universidad Libre de Berlín han publicado en la revista científica Atmospheric Chemistry and Physics un alarmante informe sobre la cantidad de polvo que cubre los territorios de Asia Central, que ha aumentado un 7% en los últimos 30 años debido a la desecación del mar de Aral. Según el análisis, entre 1984 y 2014, los vertidos de polvo de las zonas desérticas al embalse aumentaron de 14 a 27 millones de toneladas y, según los expertos, podrían ser incluso más, ya que dos tercios de la masa de polvo permanecen en el aire.

El Aral, que los lugareños llaman "mar" en vez de "lago", era toda una cuenca salina de origen oceánico, situada en la frontera entre Uzbekistán y Kazajistán, en el territorio de la república autónoma de Karakalpakstán. Hasta principios de la década de 1960, estaba considerado el cuarto lago más grande del mundo, con una superficie de 68.000 kilómetros cuadrados, y se alimentaba de los ríos Amu Darya y Syr Darya, que fluyen desde las cumbres del Pamir y el Tien Shan. La explotación de los recursos hídricos para la producción intensiva de algodón, que comenzó en la década de 1950, provocó entonces su separación en una cuenca más pequeña al norte y otra más grande al sur, lo que finalmente condujo a su agotamiento casi completo y a su transformación en un desierto polvoriento conocido como el Aralkum, el "desierto de Aral".

Hoy en día, el Aralkum es de hecho una de las principales fuentes de polvo creadas por el hombre en todo el planeta. Es un desierto de 60.000 kilómetros cuadrados, aunque mucho más pequeño que los desiertos de Karakum, de 350.000 kilómetros cuadrados en el sur de Turkmenistán, y Kyzylkum, de 300.000 kilómetros cuadrados en el sureste de Uzbekistán y Kazajistán, pero de hecho mucho más dañino, debido a la gran cantidad de residuos de fertilizantes y pesticidas que contiene su polvo.

Para evaluar las consecuencias del polvo de Aralkum, los investigadores alemanes utilizaron el modelo Cosmo-Muscat, que permite analizar la concentración de partículas de polvo en la atmósfera. El polvo provoca un enfriamiento del suelo durante el día, y un efecto de calentamiento durante la noche debido a la reflexión de la onda larga de radiación térmica. El resultado global de la radiación del polvo es una fluctuación continua de frío y calor, que depende de la altura del polvo en la atmósfera, la duración del tiempo de luz a lo largo del día, las estaciones, el relieve de la superficie y las propiedades mineralógicas y ópticas de los distintos materiales.

Además de los efectos radiactivos, los miembros del equipo hallaron indicios claros de cómo el polvo puede alterar las condiciones meteorológicas a gran escala. El polvo de Aralkum aumenta la presión atmosférica a nivel del suelo en toda la región de Aral hasta +0,76 pascales al mes, lo que provoca un refuerzo del frío siberiano en invierno y una disminución del calor centroasiático en verano.

Las conclusiones de la investigación subrayan que la desertización avanzada causada por la desecación de los lagos no es sólo un problema local, sino que afecta a muchas otras regiones; además, los nuevos datos recogidos sobre el antiguo mar de Aral pueden ayudar a evaluar la influencia del polvo del desierto en el clima mundial.