Los dos años del gobierno Modi: boom económico, pero también renacimiento del nacionalismo hindú

El Premier admitió que existen “aún muchas enormes tareas que enfrentar”. Crecimiento económico estelar; enormes inversiones y proyectos comerciales. Pero también limitación de la libertad de expresión y relaciones con los vecinos siempre más tensos con aquellos países que hostilizan las ambiciones hegemónicas de India.

Nueva Delhi (AsiaNews/Agencias)- Increíble impulso a la economía, crecimiento impetuoso, enormes inversiones, viajes oficiales por todo el mundo y el lanzamiento de proyectos comerciales en vasta escala; pero también un creciente clima de intolerancia religiosa, opresión de las minorías, tentativo de reducir al silencio a las oposiciones, tensión con los países fronterizos (Pakistán y Nepal). Es este el balance de los primeros dos años de gobierno apenas transcurridos del primer ministro Narendra Modi. El Premier festejó su segundo aniversario de mandato con una gran concentración en Saharanpur, en Uttar Pradesh. Hablando frente a miles de personas, Modi admitió que hay aún “enormes trabajos que hay que enfrentar y realizar”, entre los cuales la lucha a la corrupción, el impulso a las inversiones extranjeras, la reforma del mercado del trabajo.

En general, las opiniones sobre su obrar están de acuerdo en admitir que el líder del BJP (Bharatiya Janata Party, nacionalistas de la derecha hindú) es uno de los jefes políticos indios más amado de todos los tiempos. Los últimos datos hablan de una aceptación personal que está alrededor del 74%, debido sobre todo a su capacidad de relanzar la economía. Las estimaciones de hecho que en los próximos meses el crecimiento llegará al 7,6%, un verdadero y http://cp.asianews.it/index.php?atknodetype=magazine.mag_item&atkselector=mag_item.idrec%3D%27103367%27&atkaction=edit&atklevel=1&atkprevlevel=0&atkstackid=57487bcc164eb&propio boom. Además el Premier apuntó sobre el desarrollo de relaciones amistosas guiñando el ojo a las mayores potencias (EEUU en primer lugar), quiere defender la hegemonía india también en áreas poco tocadas (como Asia central) y reforzarla en países amigos, también debe prever una vuelta en términos de imagen e intereses (por ejemplo, la construcción del puerto de Chabahar en Irán).

Junto a los sucesos de política exterior y económica, los intelectuales lamentan un difundido clima de intolerancia religiosa, continuos ataques de los nacionalistas contra las minorías y limitaciones a la libertad de expresión.

Según Ram Puniyani, presidente del Center for Study of Society and Secularism en Mumbai, el gobierno Modi reencendió las violencias sectarias en India, llevando a una gradual “demonización” de lo diverso, en particular de las minorías religiosas.

El año pasado la opinión pública fue sacudida por el episodio que involucró a Mohammad Akhlaq, un musulmán residente en Uttar Pradesh, linchado por una multitud enfurecida de hindúes porque sospechado de haber comido carne de vaca. Este episodio junto a las manifestaciones estudiantiles de la Jawaharlal-Nerhru University de Delhi- donde los universitarios protestaban por el arresto de su líder acusado de sedición- fue uno de los momentos más bajos del gobierno nacionalista, acusado de negar la libertad de expresión y de religión.

El balance de estos dos años aparece por lo tanto marcado por dos líneas contrastantes: por una parte, la carrera hacia el desarrollo económico y de infraestructuras del país (como la distribución de la red eléctrica en más de dieciocho mil pueblos rurales), pero que no pasa a través de un modelo de crecimiento homogéneo, que debe hacer las cuentas con una elevada inflación también sobre los bienes de primera necesidad (el aumento de precios de los alimentos en abril de este año alcanzó el 6,3%, llegando a golpear sobre todo a las franjas más pobres). Por otra parte, los expertos consideran que las miras hegemónicas del Premier estén arruinando las relaciones con los países vecinos, como en el caso del embargo contra Nepal. Además la polarización del debate político contra todo aquello que interfiera con la ideología de la Hindutva arriesga romper aún más a la sociedad india.