09/12/2023, 12.21
MUNDO RUSO
Enviar a un amigo

Los dobles de Putin y el músico del Imperio

de Stefano Caprio

En Moscú muchas otras personalidades se funden y se confunden con la figura del presidente para las cuestiones económicas, militares, religiosas y sociales, pero también para las expresiones ideológicas y culturales.

En los últimos días el presidente ruso Vladímir Putin ha estado en Oriente Medio, en los Emiratos y en Arabia Saudita, y, por primera vez desde la orden de detención internacional emitida por La Haya, ha llegado incluso hasta países no fronterizos con Rusia, tras los primeros y cautelosos viajes a Kirguistán y China. Al reunirse con las autoridades de los países musulmanes, entre ellos su homólogo iraní Ebrahim Raisi, subrayó el apoyo de Rusia al pueblo palestino, masacrado por los israelíes, a pesar del vínculo histórico de los rusos con el pueblo judío. Su principal interés, además de la red de apoyo económico que Rusia se propone reforzar con todos los Estados que no forman parte del odiado Occidente, sigue siendo mantener alta la tensión bélica en todas las latitudes, ya que la gran Victoria, que Rusia celebra de manera cada vez más entusiasta, no consiste en la derrota del enemigo sino en la continuación de la guerra sin fin.

Otro propósito del viaje de Putin, que en los próximos días se reunirá directamente con sus súbditos en una gran conferencia de prensa - como no ocurría desde hace dos años - es reafirmar su propia consistencia física refutando todas las hipótesis de sustitución o "congelamiento", para inaugurar in personam la campaña electoral que en poco más de tres meses deberá celebrar su semi-divinización en el trono del Kremlin. Que Putin utilice dobles de sí mismo no es, por otra parte, una hipótesis reciente, aunque los dos años de guerra han alimentado aún más esta teoría de cine barato.

Se habla de los dobles de Putin desde el comienzo de su presidencia, cuando ya en el año 2000 el entonces director del Servicio Federal de Vigilancia, Yevgeny Murov, tuvo que convencer a los rusos de que Putin no utilizaba sosías. En 2004 algunos periodistas del Komsomolskaja Pravda contaron que un "doble de Putin", que vivía en el pueblo de Pominovo, en la región de Tver (lugar de origen de los padres de Putin), les propuso comprar la "casa natal" del jefe de Estado, y este artículo alimentó enormemente las fantasías sobre el tema. La teoría del doble fue retomada regularmente en los años siguientes por otros periodistas, observadores políticos y usuarios de las redes sociales, sobre todo cuando Putin desaparecía durante varios días y en el sitio web del Kremlin se publicaban imágenes repetidas de encuentros anteriores.

Más de una vez ha ocurrido que el presidente se ha comportado de manera extraña, hablando con cadencias inusuales o mostrando una apariencia más demacrada o demasiado vital, o incluso simplemente mirando el reloj en su mano izquierda, cuando siempre lo ha usado en la derecha. En 2015 apareció una imagen que se hizo viral del "Putin original" junto con seis dobles, a los que el periodista Oleg Kashin - que había difundido las fotografías - llamaba con los apodos de Govorun ("el charlatán"), Udmurt (de la región de los Urales, el "menos logrado"), Banketnyj ("el recepcionista", el que estrecha la mano de todos), Kuchma (por su parecido con el primer presidente ucraniano), Sinjak ("el maltrecho") y Diplomat (por su pose de embajador, con una sombra de barba). En 2021, con la propagación del coronavirus, la sustitución en público se había vuelto casi oficial y necesaria, y los encuentros en persona se llevaban a cabo en lados opuestos de una mesa kilométrica.

Y en los últimos tiempos causó gran perplegidad la visita de Putin a la ciudad de Mariupol - ocupada en marzo de este año - hablando en la calle con los habitantes que habían permanecido allí, y sobre todo cuando viajó a la ciudad caucásica de Derbent, después del levantamiento de Prigozhin, y abrazó amistosamente a la gente apiñada a su alrededor, una actitud no sólo no acorde con las normas de distanciamiento, sino completamente inusual para el carácter de Putin. Las desmentidas de las sustituciones ya son un clásico semanal de las declaraciones del portavoz Dmitry Peskov, que en cada oportunidad repite que Putin "sonríe y se divierte" cuando escucha estas teorías. Además, el presidente ha afirmado en varias ocasiones que los servicios de seguridad le han propuesto utilizar dobles en situaciones peligrosas, "pero siempre me he negado".

No hay ninguna manera de verificar la realidad de estas teorías conspirativas sobre la sustitución de Putin, vivo o muerto, pero por otra parte nada cambiaría en el actual sistema de poder de Rusia, que se basa en el "Putin colectivo" incluso más que en el individual. Hay muchos "dobles" del presidente, políticos e ideológicos incluso antes que físicos, desde el "delfín" Dmitrij Medvedev, que ocupó la silla presidencial de 2004 a 2008, hasta el jefe de seguridad Nikolaj Patrushev, que reemplazó a Putin al frente del FSB en 1999, y desde 2008 vela por los destinos del país como la sombra del jefe. Muchas otras personalidades se funden y se confunden con la figura del presidente para las cuestiones económicas, militares, religiosas y sociales, pero también para las expresiones ideológicas y culturales, supliendo las evidentes carencias del zar en diversos ámbitos. Baste pensar en la retórica teológico-política del patriarca Kirill, sin la cual el dogma putinista correría el riesgo de alejarse aún más de la Ortodoxia que las propias proclamas patriarcales.

En estos días en que comienza la temporada de la ópera en los grandes teatros del mundo, brilla en Rusia la estrella de otro gran "doble de Putin", el maestro Valerij Gergiev, director desde 2013 del teatro Marinsky de San Petersburgo, que ahora ha hecho realidad su sueño de convertirse al mismo tiempo en director del Bolshoi de Moscú, para unir así los dos principales templos de la música y crear una especie de dirección imperial de los teatros de Rusia. En efecto, desde la época de los zares no había existido un patronato supremo que reflejara en el arte la dimensión de la política rusa. En 2022 Gergiev había hecho esta propuesta a Vladimir Putin, y en apenas dos años se ha concretado, deshaciéndose del "incómodo" director Vladimir Urin, muy crítico con la guerra en Ucrania.

La tensión imperial del maestro Gergiev se hizo evidente en varios ámbitos y no sólo en el musical, poniendo en evidencia la gran sintonía con el arquetipo del Kremlin. Es conocido su amor por la tierra, o más bien por las vastas tierras de su propiedad, que intenta acumular en diversas latitudes. Sus posesiones son considerables en Rusia y en otros países, pero como verdadero amante del bel canto su pasión se concentra sobre todo en Italia, lugar preferido por todos los oligarcas rusos y por el mismo Putin, que se deleitaba conversando en italiano con Berlusconi en las villas de Cerdeña. Cuando viaja a Roma, Gergiev se aloja en una espléndida villa en Olgiata con cinco hectáreas y media de terreno, pero dependiendo de la estación puede optar por pasar un tiempo cerca del mar, en su finca de Massa Lubrense, cerca de Nápoles. O se traslada a Rímini, donde posee otras treinta hectáreas destinadas a la producción agrícola, pero donde también hay un estadio de béisbol, un gran aparcamiento para los automóviles y un parque de diversiones para grandes y pequeños, con el bar restaurante United Tastes of Hamerica’s.

No podía faltar un solar en los alrededores de Milán - la ciudad de su amado teatro La Scala - que abarca 88 mil m2 en las afueras de la ciudad, y Gergiev es también propietario del Palazzo Barbarigo de Venecia, un edificio del siglo XV con un hotel adyacente, así como de un restaurante en la Plaza San Marcos que se remonta a 1775. Estas propiedades venecianas forman parte de la herencia que dejó la arpista Yoko Nagae Ceschina, una condesa que sentía una gran pasión por el maestro ruso, hasta tal punto que le pidió que después de su muerte esparciera sus cenizas en el lago Baikal, lo que Gergiev hizo junto con el pianista Denis Matsuev. Yoko era famosa por su mecenazgo y había contribuido durante décadas al desarrollo de la música clásica rusa, por lo que Gergiev siempre la incluye como su patrocinadora en todas las carteleras de sus actuaciones y le ha rendido homenaje en su exitoso libro La sinfonía de la vida.

Gergiev repite a menudo que "nosotros no vendemos ópera y ballet como si fueran gas y petróleo", frase de la campaña electoral de Putin, aunque resulta ser un gran empresario de carne de pavo y pato con su compañía Evrodon, que tiene varias marcas comerciales. El músico-oligarca más querido por Putin, y su sublimación operística, es hoy una de las figuras más representativas de la nueva Rusia imperial, que obliga al mundo entero a bailar al compás que marca su batuta universal.

 "MUNDO RUSO" ES EL BOLETÍN DE ASIANEWS DEDICADO A RUSIA.

¿QUIERES RECIBIRLO TODOS LOS SÁBADOS EN TU CORREO ELECTRÓNICO? SUSCRÍBETE AL BOLETÍN EN ESTE ENLACE

 

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
‘E un espía de los chinos’: Moscú incrimina al científico Valery Mitko por alta traición
16/06/2020 16:15
Corte suprema de Moscú: Los Testigos de Jehová están fuera de la ley
21/04/2017 12:09
Las fiestas pascuales de Moscú, entre campanas, dulces y quesos
20/04/2017 12:29
El día de la Victoria, la retórica del ejército y de la fe
10/05/2018 10:31
El partido de Putin incorpora a sus filas la inteligencia artificial
27/04/2023 13:04


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”