Los cerezos en flor "desalojan" a los evacuados por el terremoto de Año Nuevo
La mayoría de los evacuados por el terremoto del día de Año Nuevo que afectó principalmente a la prefectura de Ishikawa siguen alojados en hoteles, pero la primavera y la apertura de la nueva ruta del tren de alta velocidad están acelerando el momento de su salida de los hoteles
Noto, Ishikawa (AsiaNews/Agencias) - El terremoto del día de Año Nuevo que sacudió con un temblor de magnitud 7,6 principalmente la prefectura de Ishikawa fue el más mortífero en Japón en ocho años, con 238 víctimas mortales confirmadas, 44.000 viviendas total o parcialmente destruidas y unas 15.000 personas desplazadas. La mayoría se alojaron en hoteles y posadas que resistieron el seísmo en las prefecturas vecinas. Pero menos de dos meses después de la tragedia y con la maquinaria de la reconstrucción a duras penas arrancando -todavía hay escasez de electricidad en varias zonas afectadas-, los evacuados se enfrentan a un nuevo problema: los alojamientos de la zona deben quedar desalojados a principios de marzo, y las personas que se queden sin casa, trabajo ni afecto deberán encontrar un alojamiento alternativo.
Los hoteles y posadas que sirven de refugio del duro invierno japonés de este 2024 a estas personas se encuentran en una situación compleja: el 16 de marzo está prevista la inauguración de la ampliación de la línea de alta velocidad Hokuriku Shinkansen desde Kanazawa -capital de la prefectura de Ishikawa- hasta Tsuruga, en la vecina prefectura de Fukui. Esta ocasión, considerada como una oportunidad para que el sector hotelero se recupere de las secuelas del terremoto, coincide con los primeros cerezos en flor del próximo hanami, que atrae cada año a millones de turistas al País del Sol Naciente, lo que provoca un aumento de las reservas en la zona. De ahí la necesidad de encontrar una nueva solución para los evacuados, dificultada por la lentitud de las obras tras el seísmo. Sólo en Kanazawa -en términos turísticos- hay actualmente unos 5.200 desplazados alojados en instalaciones hoteleras, que pronto tendrán que encontrar una nueva ubicación.
Mientras tanto, la prefectura de Ishikawa ha iniciado sesiones informativas y actos de consulta sobre el futuro alojamiento de estas familias para principios de marzo. Entre las opciones que ya se barajan están las viviendas públicas -a menudo utilizadas por los servicios sociales-, que de momento sólo bastarían para unos 330 desplazados, y la reparación de las casas dañadas de estas familias. Pero para esta hipótesis no hay un calendario definido. Entre estas miles de personas con sus vidas "en suspenso" se encuentra Toshio Kobashi, de 80 años, que huyó a Kaga-Hyakumangoku desde la ciudad de Wajima, y que afirma: "No puedo volver a casa porque las carreteras están bloqueadas y el alojamiento temporal más cercano ya está lleno".
"Si nos dicen que nos traslademos, no hay más remedio que hacerlo", dice resignado Masayuki Tsubakihara, de 47 años, evacuado con su madre a una posada en la ciudad de Komatsu. "No sé cuándo podremos trasladarnos a otro alojamiento temporal, y será difícil ir a trabajar si vivimos lejos".
La única "nota positiva" -pero aún sin calendario firme- es que la semana pasada comenzaron las obras de construcción de 2.347 viviendas provisionales en la prefectura de Ishikawa, que afirma que pretende llegar a las 4.000 a finales de marzo. Pero la cifra es muy inferior a las 7.000 solicitudes oficiales presentadas por los 15.000 desplazados.
Foto: un funcionario de la prefectura de Ishikawa proporciona información sobre nuevos alojamientos para evacuados por el terremoto en hoteles y posadas durante una reunión en Kaga.
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