Los 1788 Navalny en las cárceles de Hong Kong
La indignación en todo el mundo por la muerte del opositor de Putin mientras estaba en la cárcel no permite olvidar que también en Hong Kong sigue aumentando el número de presos políticos para los cuales Beijing exige la misma "no injerencia en los asuntos internos". Mientras los disidentes de Beijing Spring escriben: "Alexei ha corrido la misma suerte que Liu Xiaobo y Peng Ming en las cárceles chinas".
Milán (AsiaNews/Agencias) – “Es un asunto interno de Rusia. No tengo ningún comentario al respecto". Con estas palabras respondió el otro día la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular China a una pregunta de la agencia AFP sobre la reacción de Beijing ante la muerte de Alexei Navalny en la cárcel. La respuesta no resulta sorprendente a la luz de la "amistad ilimitada" entre ambos países que proclamaron Xi Jinping y Vladimir Putin en Beijing hace apenas dos años. Pero también es un útil recordatorio de que el trato que se dispensa a los presos políticos es "un asunto interno" en el que Beijing tampoco tolera intrusiones.
Esto se aplica a la China continental, de donde llegó en las últimas horas la noticia del arresto de Mao Shan Chun, un ciudadano de la provincia de Hubei que - invocando algunos derechos garantizados por la Constitución de la República Popular China - había presentado en Beijing una solicitud para crear una sección china de Human Rights Watch. Pero - tras la represión impuesta a raíz de las manifestaciones prodemocracia de 2019 - la cuestión de los presos políticos también afecta gravemente a Hong Kong. El caso más conocido es el de Jimmy Lai, el editor del diario Apple Daily que fue clausurado en 2021, quien actualmente está siendo procesado en un juicio del que se desprende que cualquier palabra o gesto puede ser utilizado como prueba de "conspiración con el extranjero" en virtud de la Ley de Seguridad Nacional. Jimmy Lai es un hombre de 76 años que lleva más de tres en prisión. En reiteradas oportunidades su hijo Sebastián ha expresado su preocupación por su salud, manifestando abiertamente el temor de que pueda morir entre rejas.
Pero el suyo es sólo el caso más evidente de los cientos de Navalny que hoy están recluidos en las cárceles de Hong Kong. Según la actualización de datos que proporcionó el 8 de febrero el Hong Kong Democracy Council, actualmente hay 1.788 presos políticos. Y el número sigue aumentando: en las primeras semanas de 2024 detuvieron a 24 personas, mientras que en todo 2023 fueron 483 y 376 en 2022.
Hace pocos días uno de los sitios más conocidos de los disidentes chinos en el exilio, – Beijing Spring – ha comparado abiertamente la muerte de Navalny con las del premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo, consumido por la enfermedad en las cárceles chinas en 2017, y Peng Ming, activista cristiano condenado a cadena perpetua que murió en prisión en Hubei el año anterior. “Rusia no tiene el mismo control omnipresente sobre el pueblo que China - dice un artículo firmado por Chen Weijian -. Pero el asesinato de Navalny por parte de Putin es exactamente igual al asesinato de Liu Xiaobo, Peng Ming y tantos otros disidentes encarcelados por el Partido Comunista Chino. En una sociedad china sin voto - añade - Xi Jinping afirma que la democracia china es una "democracia integral" superior a la de Occidente. En Rusia, Putin ha asesinado y encarcelado a los líderes de la oposición y utiliza medios supuestamente legales para prohibir que representantes de la oposición se postulen para cargos públicos. De esa manera celebra elecciones sin opositores, con la pretensión de demostrar que el país es democrático. Pero lo que es falso, siempre será falso, y la mentira no lo hará ser verdadero".
07/09/2020 10:08
13/08/2020 13:23