Londres envía a Kigali a los refugiados tamiles
En una carta, un funcionario británico afirmó que los solicitantes de asilo de Sri Lanka serán reubicados en un "tercer país seguro" que, sin embargo, aún no ha sido identificado. Los refugiados tamiles habían huido de la persecución policial y, tras 18 meses de encarcelamiento en la isla de Diego García, intentaron suicidarse tragando agujas y cuchillas. Actualmente se encuentran en Ruanda para recibir tratamiento médico.
Londres (AsiaNews) - El Reino Unido envió una carta a dos solicitantes de asilo tamiles hospitalizados en Kigali (Ruanda) después de que intentaran suicidarse, indicándoles que serán trasladados a un "tercer país seguro". El hombre y la mujer, ambos de 22 años, forman parte de un grupo de refugiados -entre ellos presuntas víctimas de torturas en Sri Lanka- rescatados por la Royal Navy en el océano Índico cuando intentaban llegar a Canadá en octubre de 2021.
En esa fecha, buques británicos los habían escoltado hasta la isla de Diego García, parte del archipiélago de Chagos, al sur de las Maldivas, un conjunto de islas que el Reino Unido denomina Territorio Británico del Océano Índico y sobre el que sigue reclamando la soberanía, a pesar de que un tribunal de la ONU dictaminó que forman parte de Mauricio.
El 3 de marzo, cinco personas fueron trasladadas en avión a un hospital militar de Ruanda para recibir tratamiento médico después de que su estado de salud se deteriorara. Según The New Humanitarian, al parecer estaban recibiendo psicoterapia por haber intentado suicidarse tras 18 meses de encarcelamiento, intentando tragarse agujas y la hoja de un sacapuntas cuando les dijeron que serían devueltos a Sri Lanka.
Al menos 19 menores y 49 adultos están recluidos actualmente en una base militar administrada conjuntamente por Reino Unido y Estados Unidos y construida entre los años 60 y 70 tras la evacuación de la población de la isla, de 27 kilómetros cuadrados.
Muchos afirman haber sido torturados y abusados sexualmente por las fuerzas de seguridad esrilanquesas por su presunta vinculación con los Tigres de Liberación de Tamil, grupo separatista que luchó por la independencia contra el gobierno de Sri Lanka durante una guerra civil de 26 años que no terminó hasta 2009.
El 26 de marzo, una de las cinco personas que se encontraban en Ruanda para recibir tratamiento médico relató en una carta las condiciones de detención en la base de Diego García: "Nos ponen cercas de alambre de espino alrededor y nos retienen como animales. Si me envían a Sri Lanka me torturarán y me golpearán hasta la muerte".
En los últimos días, el comisario para el Territorio Británico del Océano Índico, Paul Candler, envió una carta a los dos refugiados tamiles en la que afirmaba que no serían devueltos a Sri Lanka, sino que serían reubicados en un "tercer país seguro" tan pronto como éste fuera identificado.
Según los abogados que siguen el caso, ese país seguro debería ser el Reino Unido, pero desde hace tiempo Londres trabaja para enviar a Ruanda -cuyo gobierno fue criticado por respetar los derechos humanos y no garantizar la seguridad de las personas- a todos los que llegan a las costas británicas de "forma irregular".
A unas cincuenta personas detenidas en la isla de Diego García se les denegó la solicitud de protección internacional y los casos están siendo examinados por expertos jurídicos, al igual que el acuerdo entre los gobiernos británico y ruandés que se firmó en 2022 para acoger a los inmigrantes.
04/09/2017 18:43
25/04/2022 14:07