Llamada de ‘distensión’ entre Biden y Xi, pero Washington y Beijing chocan en el Mar Chino

El presidente estadounidense no quiere que la contienda se convierta en un conflicto abierto. Xi aspira a un restablecimiento de las relaciones bilaterales. Covid-19, medio ambiente, Corea del Norte y Afganistán son posibles áreas de cooperación. La Armada estadounidense desafía a los chinos cerca de las Islas Spratlys, disputadas entre China y otros países de la región.

Washington (AsiaNews) - Joe Biden quiere evitar que la competencia entre Estados Unidos y China degenere en un conflicto. Xi Jinping pide a Washington retomar el camino de las relaciones bilaterales. Estos son los pasajes más destacados de la conversación telefónica mantenida esta mañana (hora de Beijing) entre el Presidente estadounidense y su homólogo chino, la primera desde el pasado mes de febrero.

Fue Biden quien pidió una confrontación con Xi, en el marco de un esfuerzo del presidente estadounidense "para gestionar responsablemente la competencia entre Estados Unidos y China", según el comunicado oficial de la Casa Blanca. El líder chino dijo a su homólogo estadounidense que los dos países pueden cooperar en materia de cambio climático, en la respuesta a la pandemia del Covid-19 y en la recuperación económica, así como en los principales asuntos internacionales y regionales. Aunque no fue explícito, lo más probable es que el último punto fuera en alusión a la cuestión nuclear norcoreana y a la crisis afgana, que los chinos atribuyen a la rápida retirada militar de Estados Unidos.

Sin embargo, la situación sobre el terreno dibuja un panorama de creciente conflicto entre las dos potencias. El 8 de septiembre, el destructor USS Benfold navegó a menos de 12 millas náuticas de Mischief Reef, un arrecife de coral en las islas Spratly, que China reclama como propias. Beijing reclama la mayor parte del Mar de China Meridional, posición que rechazan -con el apoyo de Estados Unidos- Vietnam, Malasia, Filipinas, Taiwán, Brunei y en parte Indonesia. Cabe recordar que un tribunal internacional resolvió que las reivindicaciones territoriales de China eran infundadas.

El paso del buque de guerra estadounidense cerca del Arrecife Mischief es una provocación para Beijing. Las autoridades chinas adoptaron recientemente una normativa que obliga a los buques extranjeros a notificar su entrada en aguas que China considera parte de su territorio.

Y no sólo eso. A finales de agosto, los países del QUAD (Quadrilateral Security Dialogue) realizaron ejercicios navales conjuntos frente a Guam, en el Pacífico occidental. Esta fue la primera fase del programa anual Malabar, en el que participaron las armadas de Estados Unidos, Japón, Australia e India. Los simulacros desplegados por los cuatro países del QUAD se han vuelto cada vez más complejos con el correr de los años y apuntan claramente a China, que mantiene varios conflictos con Washington, Tokio, Canberra y Delhi. Para Beijing, el QUAD es una "OTAN asiática" en potencia.

Por su parte, China ha incrementado sus pruebas anfibias para mejorar su capacidad de conquistar islas: se trata de operaciones que pueden afectar a los mares del Sur y del Este de China y, por tanto, a Taiwán. La Armada china ha realizado 20 desde principios de 2021; el año pasado solo desplegó 13.