Lisboa, jóvenes de la India y Pakistán: la JMJ, una "experiencia única" de encuentro
En el encuentro con estudiantes de la Universidad Católica, la invitación a ser "maestros de esperanza" para el planeta. En la oración de la nunciatura con un grupo de jóvenes ucranianos. La exhortación a ser cada vez más "empresarios de sueños", no "administradores de miedos". A continuación, una parada en las Scholas Occurrentes de Cascais para dar la "pincelada final" a un mural de tres kilómetros.
Lisboa (AsiaNews) - La Jornada Mundial de la Juventud es una "experiencia única" que permite conocer a personas de todo el mundo, pero sobre todo favorece las relaciones entre ciudadanos de naciones a menudo enfrentadas, como sucedió en estos días a grupos de católicos indios y pakistaníes. Lo contó a AsiaNews el padre Godfrey Malu, de la archidiócesis de Mumbai, que en estas horas en Lisboa "se encontró con algunos jóvenes pakistaníes" que estaban "realmente contentos de conocernos". "Indios y pakistaníes -continuó- nos juntamos y nos hicimos fotos, para mostrar que somos un solo cuerpo" de la Iglesia. "Aunque de naciones diferentes [dos potencias nucleares del sur de Asia, con muchos problemas sin resolver y tensiones fronterizas]", dice, "somos uno", y en esta ocasión pudimos vivir un momento "único" de encuentro.
Los dos grupos forman parte del más de un millón de jóvenes de todo el mundo que se han reunido en Lisboa, del 2 al 6 de agosto, en respuesta al llamado del Papa Francisco a participar en la XXXVII Jornada Mundial de la Juventud. Desde su primer discurso, dirigido a las autoridades, el pontífice renovó el llamado a la paz y a la búsqueda de nuevos caminos de encuentro y diálogo, incluso allí donde existen muros o situaciones de guerra y violencia. Palabras compartidas pero sobre todo vividas en primera persona por el grupo de jóvenes indios y pakistaníes, el P. Godfrey confirmó: "Aunque pertenezcamos a realidades diferentes, somos uno" en Cristo.
Hoy, mientras tanto, continúan los compromisos oficiales del Papa en la JMJ con dos citas por la mañana, precedidas por el saludo en la nunciatura a un grupo de chicas y chicos de Ucrania, a los que expresó una cercanía "dolorosa y orante". Le siguió un encuentro con jóvenes universitarios en la "Universidade Católica Portugesa" (con el testimonio de cuatro estudiantes, entre ellos Mahoor, una refugiada iraní) y un segundo con jóvenes de Scholas Occurrentes en la sede de Cascais. Recordó a los alumnos que ser una "universidad católica" significa que "cada elemento está relacionado con el todo y que el todo se encuentra en las partes". Por eso, las competencias científicas se suman a un crecimiento de la persona que también es inherente al camino de todo peregrino, movido por el coraje de "continuar la búsqueda y el riesgo del viaje". El Pontífice ensalzó la palabra "peregrino", que implica "dejar de lado la rutina habitual" para ponerse en camino "a través de los campos" y "más allá de las propias fronteras", superando la "zona de confort". "En el término 'peregrino' vemos reflejada -observa- la condición humana, porque todos estamos llamados a afrontar grandes interrogantes que no tienen una respuesta simplista o inmediata, sino que invitan a ponerse en camino [...] Buscar y arriesgar: estos son los verbos de los peregrinos". El Papa no deja de mencionar el saludo de la tradición medieval, cuando a la exclamación "Ultreia" el otro respondía "et Suseia". "Son expresiones", dice, "de ánimo para continuar la búsqueda".
Recordando a Pessoa, el pontífice se dirigió a los estudiantes de la Universidad Católica portuguesa de Lisboa, invitándoles a asumir riesgos sin tener miedo a sentirse "inquietos". Los desafíos son "enormes" y los quejidos "dolorosos", advierte Francisco, que explica sin embargo que "no estamos en una agonía, sino en un parto" que pone "a la persona" en el centro. Desde esta perspectiva, la universidad no existe para preservarse como institución, cuando la "autoconservación" representa una "tentación [...] que hace mirar la existencia de manera distorsionada". Por el contrario, se necesita valor para "sustituir los miedos por sueños: ¡no administradores de miedos, sino emprendedores de sueños!". "Si quienes han recibido", subraya el pontífice, "una educación superior (que hoy, en Portugal y en el mundo, sigue siendo un privilegio) no se esfuerzan por devolver aquello de lo que se han beneficiado, no han comprendido plenamente lo que se les ha ofrecido".
La diplomatura, explica el Papa a los jóvenes, no es sólo "una licencia para construir el bienestar personal", sino que debe ser un "mandato" para dedicarse a una sociedad "más justa e inclusiva, es decir, más avanzada". Y son precisamente los jóvenes los llamados a realizar cambios y transformaciones, preguntándose "cómo la universidad, especialmente la universidad católica, puede contribuir a ello". A los universitarios les dice que " ustedes son la generación que puede ganar este desafío" porque "tienen las herramientas científicas y tecnológicas", sin caer en la "trampa de las visiones parciales" sino mirando al futuro "manteniendo viva la memoria". Francisco recuerda a continuación los temas más urgentes: una tercera guerra mundial en pedazos, la ecología integral, el sufrimiento del planeta y el de los pobres, la desertificación y los refugiados, las migraciones y la desnaturalización, la dimensión material de la vida dentro de una dimensión espiritual. "No las polarizaciones, sino -insta- las visiones de conjunto".
"En cada época", prosiguió el Papa, "una de las tareas más importantes para los cristianos es recuperar el sentido de la encarnación", sin el cual "el cristianismo se convierte en ideología; es la encarnación la que nos permite asombrarnos de la belleza que Cristo revela a través de cada hermano y hermana, de cada hombre y mujer". Y destacando el papel de la mujer, aplaude la decisión de la universidad de añadir la figura de Clara a la cátedra dedicada a la Economía de Francisco. Porque "la aportación femenina es indispensable", como se desprende de la Biblia, donde "la economía de la familia está en gran parte en manos de la mujer. Ella es la verdadera "regente" del hogar, con una sabiduría que no busca exclusivamente el beneficio, sino el cuidado, la convivencia, el bienestar físico y espiritual de todos, e incluso el compartir con los pobres y los extranjeros". Por último, el Papa llamó a los jóvenes presentes a la tarea de estudiar el Pacto Mundial por la Educación "y apasionarse por él", especialmente en la parte en la que se educa "a la acogida y a la inclusión".
Tras el encuentro con los universitarios, el Papa se dirigió a Cascais, donde le esperaban los jóvenes de Scholas Occurrentes. Entre los diversos momentos, el Papa tuvo la oportunidad de dar la "pincelada final" al mural de unos 3 kilómetros de largo en el que la comunidad lleva tiempo trabajando, en el marco del proyecto " Vida entre los mundos". Más de 2.000 ancianos, jóvenes, ricos, pobres, niños de diferentes religiones y no creyentes y jóvenes de diferentes nacionalidades han participado en esta obra de arte, cuyo broche final está dando hoy, en el marco de la JMJ, el Papa. El proyecto " Vida entre los mundos " pretende encarnar la visión pedagógica del pontífice destacando la importancia del "entre", donde se produce el encuentro entre las personas, entre éstas y el mundo, entre el mundo y la vida, donde la vida recobra su sentido. Scholas Occurrentes es un Movimiento Educativo Internacional de Derecho Pontificio, creado por decreto de Su Santidad el Papa Francisco, presente en los cinco continentes e integrando a más de medio millón de escuelas y redes educativas a través de su red. Su misión es responder a la llamada a crear una cultura del encuentro.