Liga árabe: guerra en Siria, Jerusalén y furor contra Teherán

Los líderes árabes propugnan una reactivación del “proceso político” e invitan a elaborar una “estrategia” en común. El rey Salman contra Irán: la actitud “agresiva” es una “amenaza” para el mundo árabe. Riad destina 150 millones de dólares a la conservación del patrimonio islámico en Jerusalén oriental; críticas a la decisión estadounidense de trasladar la embajada.

Dhahran (AsiaNews/Agencias) - La guerra en Siria -con los recientes bombardeos “punitivos” contra Assad, promovidos de manera conjunta por los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia- y el choque frontal entre Teherán y Riad, las dos potencias del Oriente Medio, son los temas que se destacaron durante la 29na cumbre anual de la Liga Árabe. El encuentro se llevó a cabo ayer en Dhahran, una ciudad costera situada en el sector oriental de Arabia Saudita. Los participantes hicieron un nuevo llamamiento a la diplomacia internacional, a fin de que se “reactive el proceso político”, única vía que permitirá poner fin al conflicto sirio.

En el comunicado final suscripto por 17 jefes de Estado o de gobierno de los países miembros –Qatar, que desde hace meses ocupa el centro de la escena debido a las tensiones con Arabia Saudita y con los Emiratos, estaba presente a nivel de embajador-, los dirigentes árabes atacaron la decisión de los EEUU de trasladar su embajada en Israel a la ciudad de Jerusalén. Reafirmando el “apoyo a la causa palestina”, aunque con diversos matices, los líderes resaltaron que Jerusalén oriental siempre será la “capital de la Palestina árabe”.

En el marco de la cumbre, el rey saudita Salman anunció la donación de 150 millones de dólares para la conservación del patrimonio islámico en Jerusalén oriental. “Quiero rebautizar este encuentro en Dhahran - declaró - como la cumbre de Jerusalén, para que el mundo entera sepa que Palestina y su pueblo siguen estando entre las preocupaciones centrales de Arabia”.

Salman reafirmó la “posición inquebrantable” de Riad en torno a la cuestión palestina, mostrando a las claras una profunda diferencia con su sucesor, Mohammad bin Salman. En el pasado reciente, el número dos del reino, de 32 años de edad, había declarado que Israel tiene “derecho” a un Estado propio, reforzando aún más los ligámenes con Washington y reemprendiendo un frente común contra Irán.

Durante el encuentro de la Liga árabe, los participantes intervinieron en reiteradas oportunidades para condenar lo que definieron como “injerencias” de Teherán (chiita, gran rival de los sunitas sauditas) en las cuestiones que atañen al mundo árabe y al Oriente Medio: desde Irak a Siria, pasando por Yemen y el Líbano: todos escenarios donde se están consumando crisis de suma gravedad [en algunos casos, verdaderas y auténticas batallas de poder] que alteran completamente la región. Según el rey Salman, la actitud “agresiva” de Irán es una “amenaza” para el mundo árabe.

Al intervenir sobre el conflicto sirio, el secretario de la Liga árabe, el egipcio Ahmad Abou el-Gheit hizo un llamamiento dirigido a los países del mundo árabe para que “reemprendan la iniciativa en Siria”. El objetivo es “elaborar una estrategia” que permita “retomar la búsqueda de una solución política”.

La próxima cumbre de la Liga Árabe –que desde el 2011 ha excluido a Siria de los países miembros- se celebrará en Túnez, en 2019.