Liangliang y Lijun: la crisis de la deuda china en la piel de una familia
Las vicisitudes de una pareja de Henan es uno de los temas más comentados en las redes sociales chinas. Después de pagar un altísimo precio por un departamento sin terminar, fueron agredidos por sus denuncias y censuraron sus videos en las redes sociales. Al final decidieron regresar a su ciudad natal. Un comentario en la red - en alusión a un famoso eslogan de Xi Jinping - dice amargamente que "los ciudadanos más diligentes, respetuosos de la ley y optimistas no son dignos del sueño chino".
Beijing (AsiaNews)- Liangliang y Lijun son una pareja joven común y corriente que vive en la provincia china de Henan, al sur del país, y les encanta compartir su vida en las redes sociales. Tienen confianza en la sociedad y han hecho lo que esta considera correcto: se casaron y compraron un apartamento nuevo. Su vida resultó completamente trastornada porque el edificio quedó sin terminar. Fueron agredidos por el promotor inmobiliario y censuraron sus cuentas en las redes sociales. Las desgracias de la joven pareja es uno de los temas más discutidos en China, porque los sufrimientos de ese matrimonio reflejan un grave problema de la sociedad: el endeudamiento.
La pareja decidió dejar su trabajo en Zhengzhou, la capital de la provincia de Henan, y regresar a su ciudad natal cuando bloquearon sus cuentas en las redes sociales a mediados de noviembre. Un famoso blogger y columnista, Ma Qian Zu, comentó que “los ciudadanos más diligentes, respetuosos de la ley y optimistas no merecen el sueño chino”, en alusión al lema político que propuso hace diez años el líder chino Xi Jinping para referirse al rejuvenecimiento nacional.
Sus problemas comenzaron en noviembre de 2021, cuando la pareja compró con un préstamo un departamento en un proyecto que todavía estaba en construcción. Hicieron el pago inicial invirtiendo todos sus ahorros de años y estaban esperando que el edificio se terminara. En el verano de 2022 la promotora inmobiliaria Sunac entró en una crisis de liquidez. El proyecto del apartamento se paralizó, pero la pareja tuvo que seguir pagando los préstamos aunque no podía mudarse a su nueva casa. Durante la pandemia la familia sufrió reducciones salariales y retrasos en los pagos. El año pasado, mientras la construcción del proyecto de viviendas estaba paralizado, nació su hija. La pareja creó cuentas en las redes sociales "Liangliang y Lijun" para contar lo que les estaba ocurriendo y también iban con frecuencia al lugar de la obra para ver si estaba progresando. Sus cuentas en internet comenzaron a atraer mucha atención.
Este verano las cosas parecían ir mejor. La inmobiliaria Sunac obtuvo otro préstamo del banco y se reanudó la construcción. La empresa se benefició de una reestructuración de la deuda que permitió que los proyectos siguieran adelante. Sin embargo, la pareja recordó que el promotor inmobiliario había prometido un reembolso de 20.000 yuanes (unos 2.570 euros) sobre el pago inicial. Entonces decidieron acudir a la empresa para solicitar el reembolso prometido. Mientras grababan un vídeo cerca de la sede de la inmobiliaria, fueron atacados por miembros del personal de la empresa y les secuestraron su teléfono. Inmediatamente el incidente desató una discusión en las redes.
Las autoridades de la policía local de Zhengzhou anunciaron que habían castigado al agresor según la ley. Los cónyuges Liangliang y Lijun dijeron en un vídeo que estaban satisfechos con la decisión de la policía, pero que sus problemas no habían terminado. Subieron otro vídeo en el que Liangliang, el hombre, estaba amordazado, para significar que no le permitían hablar. A partir de ese momento censuraron sus videos en las redes sociales.
Al final la pareja decidió hace un mes dejar su trabajo en Zhengzhou y regresar a su ciudad natal. Lijun dijo que lo único que quería era una vida segura y estaba preocupada por la seguridad de su hija. Además, la empresa de Liangliang había recibido una llamada telefónica del gobierno local para que acelerara el proceso de dimisión.
La industria inmobiliaria representa alrededor del 30% del PBI de China. La crisis de la deuda y sus fracasos se conocieron el año pasado y dejó proyectos de vivienda sin terminar en todo el país. En China, a los promotores inmobiliarios se les permite vender propiedades antes de construirlas, lo que ha dejado a muchos compradores de viviendas en el dilema de tener que seguir pagando sus deudas al banco. El año pasado estallaron protestas en varias ciudades y las autoridades chinas consideran que las deudas son un factor de desorden social. Los jóvenes chinos han adoptado ahora un lema desesperado, "Última generación" . Ante el elevado costo de la vivienda y de tener un hijo, cada vez más jóvenes chinos optan por no tenerlo. El año pasado se volvió viral el vídeo de un hombre que se negaba a que lo llevaran a un campo de cuarentena; la policía le advertía que "el castigo afectará a tres generaciones de tu familia" y el hombre respondía: "Nosotros somos la última generación".
Ante el descenso demográfico, las autoridades están tratando de aumentar la tasa de fertilidad. En septiembre, la ciudad de Zhengzhou anunció un subsidio para las familias que tuvieran hijos. Dos meses después, algunos padres de recién nacidos pidieron estos fondos al gobierno, pero les contestaron que no existe.
21/03/2023 14:53