Li Keqiang: cooperación, no chocar con EEUU (Putin puede esperar)
Último discurso del primer ministro saliente de China en la clausura de las "dos sesiones". Su llamado a abrirse a los Estados Unidos para superar la crisis económica mundial provocada por la pandemia. Para Beijing, un gran acuerdo con Estados Unidos es mejor que una "cuasi-alianza" táctica con Moscú. Un choque con Washington no es conveniente cuando la economía china atraviesa un momento difícil.
Roma (AsiaNews) - Cooperación, y evitar un enfrentamiento con los Estados Unidos. Es el deseo que expresó hoy el primer ministro Li Keqiang en su última rueda de prensa al término de las "dos sesiones" (Lianghui): la convocatoria anual conjunta de la Asamblea Popular Nacional y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, llamadas a formalizar las decisiones ya tomadas por el presidente Xi Jinping y la dirección del Partido Comunista Chino.
Según Li, las diferencias entre ambas potencias pueden superarse y sus relaciones "avanzan", aunque con altibajos. Él señaló que el año pasado, a pesar de la guerra comercial con Washington, el comercio bilateral creció un 30%, llegando a 681.000 millones de euros (pero creció el déficit estadounidense). Para el Primer Ministro chino, la eliminación de los aranceles de EE.UU. favorecería un mayor crecimiento del comercio, lo que sería beneficioso.
La postura conciliadora de Li respecto a Estados Unidos da a entender que a pesar de la proclamada “cuasi-alianza” o “amistad sin límites” con la Rusia de Putin, el objetivo de fondo de la dirigencia china sigue siendo lograr un gran acuerdo que permita la coexistencia con Washington.
En cuanto a la crisis en Ucrania, Li mantuvo la línea oficial del régimen: evitó utilizar la palabra "invasión" para describir la operación armada de Moscú contra Kiev. Con respecto al conflicto, China vacila entre salvaguardar su asociación "táctica" con el Kremlin y confirmar el principio internacional de no injerencia en los asuntos de un Estado soberano como Ucrania.
Hay quienes piden la intervención diplomática de China para poner fin a la guerra. En respuesta, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, dijo ayer que su gobierno espera un rápido alto el fuego, subrayando asimismo que la crisis de Ucrania es una "crisis europea". En otras palabras, Beijing no intervendrá directamente en la disputa, pero sí apoyará los esfuerzos por la paz de los actores mayormente interesados, adoptando un rol de "apuntador" más que de mediador o facilitador.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos sostiene que China no se apresuró a ayudar a Rusia para eludir o mitigar los efectos de las sanciones occidentales. En este momento, los chinos se muestran cautelosos a la hora de hacer negocios con Moscú. Por ejemplo, los medios de comunicación estatales rusos han informado de que Beijing se ha "negado" a suministrar piezas de repuesto a las aerolíneas rusas. Estas empresas necesitan las partes para sustituir los suministros de Boeing y Airbus, bloqueados por las sanciones.
Para este año, el gobierno chino ha fijado un objetivo de crecimiento del 5,5%. Varios expertos creen que será difícil lograrlo, sobre todo considerando que el consumo no repunta, como señaló el propio Li. China está luchando para salir de la crisis del Covid-19: hoy las autoridades sanitarias registraron más de 1.000 contagios, la cifra más alta desde que comenzó la pandemia a principios de 2020. Los datos no solo empeoran en China continental sino también en Hong Kong: este mes debían celebrarse las elecciones para la renovación del Jefe del Ejecutivo de la ciudad, pero la convocatoria debió ser aplazada a mayo.
Para ayudar a las pequeñas y medianas empresas, las más afectadas por la crisis sanitaria mundial, Li anunció recortes fiscales por valor de 2,5 billones de yuanes (358.000 millones de euros) y la devolución del 100% de los impuestos para inversiones en investigación y desarrollo. El primer ministro chino recordó que este año se incorporarán 16 millones de nuevos trabajadores, de los cuales 10,7 millones son graduados universitarios. Esto, sin mencionar que hay 200 millones de chinos que tienen trabajos part-time y necesitan protección social. Se trata de una cifra importante si tenemos en cuenta que el progresivo envejecimiento de la población provocará inevitablemente un aumento del gasto en pensiones.
La realidad es que para China, la ventaja estratégica de tener a EE.UU. comprometido en Europa -contra Rusia, con la esperanza de ver desviadas las fuerzas y los recursos estadounidenses del Pacífico Occidental (especialmente Taiwán)- no compensa las dolorosas pérdidas económicas a corto y mediano plazo. Li ha dejado claro que la guerra ruso-ucraniana -y las sanciones de Occidente a Moscú- amenazan la recuperación mundial de la pandemia.
02/08/2016 19:26