Las reacciones globales ante el ‘terremoto’ provocado por el test nuclear de Pyongyang
Se convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para esta misma tarde. La bomba de hidrógeno que se hizo estallar ayer es casi 10 veces más potente que las anteriores. Para Corea del Norte el test ha sido “un éxito absoluto”. Seúl y Tokio piden un incremento al máximo de las sanciones, de modo de llevar a Kim Kong-un a una mesa de negociaciones. En el Sur, se están desarrollando los ejercicios militares, con la utilización de misiles. Los EEUU amenazan con operaciones militares. Para algunos analistas, el objetivo del test es poner a China en apuros.
Seúl (AsiaNews) – Un simulacro de ataque con misiles efectuado por Corea del Sur; amenazas de operaciones militares por parte de los Estados Unidos; rotunda condena de China; reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU: éstas son algunas de las reacciones que ha provocado el último experimento nuclear de Pyongyang llevado a cabo en el día de ayer, el sexto, en el cual se habría testeado una bomba de hidrógeno, con una fuerza tal que pudo ser percibida en los países vecinos como un temblor propio de un movimiento sísmico de una magnitud de 6.3 grados.
Las autoridades del Sur afirman que el test se produjo a las 12.36 horas en el extremo norte de la península, en Punggye-ri, región de Kilju, un sitio nuclear que ya ha sido utilizado en otras oportunidades. La potencia del temblor provocado fue 9,8 veces más fuerte que la registrada en el quinto test llevado a cabo por Corea del Norte en septiembre de 2016.
La famosa presentadora de la televisión norcoreana, Ri Chun-hee, hizo hincapié en que el experimento ha sido un “éxito absoluto”, un “fuerte temblor sin precedentes” que aproxima a la nación “al objetivo final de ampliar la fuerza nuclear del Estado”.
En todos estos años, Corea del Norte ha desafiado continuamente las presiones internacionales y las sanciones de la ONU, desarrollando cada vez más armas nucleares y misiles. En los últimos dos meses, ha efectuado pruebas con misiles balísticos intercontinentales. Uno de éstos ha sobrevolado los cielos de Japón, cayendo en el Océano Pacífico. También ha amenazado con atacar las bases militares de los EEUU localizadas en la isla de Guam.
Desde Seúl, el presidente Moon Jae-in ha afirmado que el test de Pyongyang constituye “un error estratégico absurdo” y ha empujado al mundo entero a dar una respuesta que sea “lo más fuerte posible”, y que abarque ulteriores sanciones de la ONU para “aislar completamente” a Corea del Norte.
Esta mañana, el ejército del Sur ha llevado a cabo algunos ejercicios militares utilizando misiles, con objetivos simulados ubicados cerca del sitio nuclear de Punggye-ri. Días atrás, el gobierno ha dado el visto bueno para reforzar la potencia de las bombas utilizadas en las cabezas de los misiles, pasando de 500 kg a una tonelada. Hoy se ha difundido la noticia de que el Ministerio de Ecología ha dado luz verde, aunque poniendo condiciones, para el uso del sistema anti-misiles THAAD. Anteriormente, Moon había puesto un freno a la instalación del THAAD, que fuera criticado por los surcoreanos debido a su carácter contaminante (además de resultar inapropiado a los ojos de la China).
En el día de ayer, en Twitter, el presidente de los EEUU Donald Trump denunció que el test resulta “hostil” y “peligroso”, calificando a Corea del Norte como un “Estado canalla”. El primer mandatario también amenazó con boicotear a cualquier nación que continúe –haciendo caso omiso de las sanciones de la ONU- comerciando con Pyongyang, haciendo clara referencia a China. El secretario de Defensa James Mattis declaró que cualquier amenaza dirigida a los EEUU o a sus aliados por parte de Pyongyang podría derivar en una “respuesta militar masiva”. La misma sería “eficaz y abrumadora”, aún cuando no apunte a destruir al país enemigo en su totalidad.
En un comunicado de la agencia Xinhua, los presidentes de China y Rusia expresaron ayer su acuerdo en el hecho de “afrontar de un modo apropiado” el desafío de Corea del Norte y de su test nuclear. Los dos mandatarios, Vladimir Putin y Xi Jinping, se reunieron en Xiamen en la vigilia de la reunión de los países miembros del BRICS.
Con anterioridad a ello, el ministro de Relaciones Exteriores chino difundió una fuerte declaración en la cual “se opone de modo rotundo y condena con fuerza” el experimento nuclear. “Pedimos urgentemente a Corea del Norte -continúa el comunicado- reconocer la determinación de la comunidad internacional para lograr la desnuclearización de la península coreana… y volver a la senda de resolver los conflictos mediante el diálogo”.
El ministerio de Relaciones Exteriores ha confirmado que China continuará aplicando las sanciones de la ONU contra Pyongyang “de manera total”.
Según un informe del Council on Foreign Relations, con base en los EEUU, China sigue siendo el principal sostén económico Pyongyang, cubriendo el 90% del volumen de negocios del Norte.
Beijing se muestra cada vez más resuelto a seguir las indicaciones de la ONU en lo que respecta a las sanciones, retirando su apoyo al régimen del Norte. En este sentido, algunos analistas destacan que los distintos experimentos con misiles y artefactos nucleares de Pyongyang ocurren en momentos muy importantes para la China, corriendo el peligro de poner a ésta en apuros ante la comunidad internacional.
El lanzamiento de ayer se produce en la vigilia del encuentro de los países miembros del BRICS, donde se aguarda que Xi Jinping pronuncie un discurso. Otro test con misiles fue efectuado en el pasado mes de abril, justo antes de que Xi Jinping se reuniera a dialogar con Donald Trump en Florida, y antes de que China lanzase su programa “Belt and Road initiative” en mayo pasado. Hasta ahora siempre se ha pensado que el objetivo de las agresiones de Pyongyang eran los Estados Unidos, para forzarlos a un diálogo y al reconocimiento de Corea del Norte como potencia nuclear. Pero según Zhang Lianghui, profesor de estrategias internacionales en la Escuela Central de Partido en Beijing, el “factor China” está jugando un rol en todo esto. “Corea del Norte” –dice el catedrático- hace una jugada tremenda toda vez que China tiene un gran evento”.
Hoy, Moon tuvo una conversación de 20 minutos de duración con el premier japonés Shinzo Abe. Corea del Sur y Japón están de acuerdo en que las medidas contra Corea del Norte deben ser llevadas al límite máximo posible. En particular, Moon ha dicho que se requiere elevar la presión y las sanciones contra Corea del Norte, “para conducirla a una mesa de negociaciones”. También piden que haya un incremento de sanciones de la ONU, con una presión que implique “la cooperación de la comunidad internacional”.
Para esta tarde, se ha fijado una reunión de emergencia del Consejo de seguridad de la ONU.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha condenado el test nuclear, el cual definió como “profundamente desestabilizador”.
07/09/2017 11:30
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