Las fronteras inciertas detrás de la ‘interminable’ guerra entre kirguisos y tayikos

de Vladimir Rozanskij

Los dos países tienen casi 1.000 km de frontera que aún no están plenamente reconocidos. Cruce de acusaciones. El conflicto ya ha dejado 100 víctimas; ahora rige un alto el fuego. En 10 años, se produjeron más de 150 enfrentamientos. Intentan reanudar una comisión conjunta que trabajará en la determinación de fronteras.

Moscú (AsiaNews) - Kirguistán está de luto nacional, en recuerdo de los caídos durante los enfrentamientos del 14 al 17 de septiembre en la frontera con Tayikistán. El conflicto se arrastra desde hace muchos años, herencia de las confusiones de la época soviética y de las hostilidades ancestrales entre un pueblo de origen mongol (los kirguisos) frente a otro de origen iraní (los tayikos), en una región habitada por otros pueblos turánicos. Hay un conjunto de factores étnicos, económicos, políticos y culturales que complican la gestión de cada una de las zonas geográficas en disputa, a lo largo de los casi 1.000 kilómetros de frontera aún no reconocidos plenamente por ambos países.

Más que un ataque planificado por una u otra parte, en los últimos días se produjo un tiroteo repentino, que degeneró en un enfrentamiento en toda la zona de los valles que surcan la zona fronteriza, donde es imposible distinguir las áreas de uno u otro Estado, especialmente en lo que respecta a las carreteras y los recursos hídricos. En las disputas también influyen muchos microconflictos locales entre grupos tribales y familiares, que a menudo están relacionados con el contrabando, y la responsabilidad se traslada siempre a la otra parte y viceversa.

El jefe de los servicios especiales de Kirguistán, Kamčibek Tašiev, pidió perdón a los padres de los jóvenes soldados muertos en los enfrentamientos: "Ustedes los entregaron para que sirvieran al país, para mí eran casi como hijos... hemos perdido verdaderos héroes, me inclino ante su valor". El ex presidente Sooronbai Žeenbekov también se sumó a las condolencias públicas.

Biskek informó de 59 muertos, 140 heridos y 140.000 personas evacuadas de la zona de los enfrentamientos, y acusó a los tayikos de una "agresión planificada y de vasto alcance”. Todo se originó el 14 de septiembre en un intercambio de disparos en el punto fronterizo de Kekh, cerca de la ciudad tayika de Isfar. El jefe del Consejo de Seguridad de Kirguistán, Marat Imankulov, dijo que estaba "dispuesto a demostrar a la comunidad internacional que el asalto tayiko fue premeditado" y a aportar material fotográfico y de vídeo como prueba.

Por su parte, el viceministro de Asuntos Exteriores de Tayikistán, Sodik Imomi, declaró que el país perdió 41 soldados "como resultado de la agresión kirguisa" en varios centros habitados el pasado 16 de septiembre. Aunque no aclaró la cifra de civiles implicados o muertos, dijo que varios heridos se encuentran en estado grave.

Las acusaciones contra los kirguises mencionan "crímenes contra la humanidad", con violentos tiroteos contra casas de civiles, en los que supuestamente se exterminó a una familia con niños y a una mujer embarazada, y también ataques a ambulancias y oficinas del gobierno local. Sin embargo, el portal Eurasianet ha publicado vídeos que no confirman las acusaciones de Tayikistán, "donde la información sufre una fuerte represión estatal". Los vídeos habrían sido filmados por soldados tayikos y muestran un ataque directo contra objetivos kirguisos, pero no una defensa del territorio nacional.

Según parece, la zona más afectada es la ciudad kirguisa de Batken y sus alrededores, con su aeropuerto, donde presuntamente se centró el asalto del ejército tayiko. El Primer Ministro de Biskek, Akylbek Zhaparov, informó de la destrucción de 282 objetivos en la zona, cuarteles militares y viviendas civiles, mercados y tiendas, nueve escuelas y tres guarderías. Todas las escuelas de la zona suspendieron las clases y muchas personas han sido evacuadas. El presidente ya ha firmado un decreto de "medidas de reconstrucción inmediatas y extraordinarias para las unidades territoriales de las regiones de Batken y Oš".

El 16 de septiembre, los dos presidentes -el kirguís Sadyr Zhaparov y el tayiko Emomali Rakhmon- se reunieron en la cumbre de Samarcanda. Acordaron un alto el fuego y la retirada de las tropas desplegadas a ambos lados de la frontera. Una comisión conjunta con Tashiev y su homólogo tayiko Saimumin Yatimov trabajará sobre el terreno para aclarar todos los detalles del conflicto.

También se reanudará el trabajo de la Comisión Intergubernamental de Fronteras, que se aprobó hace varios meses con gran esfuerzo. Los conflictos armados en estas inciertas fronteras ya acumulan 150 incidentes en los últimos 10 años, y el Comité Internacional de la Cruz Roja ha hecho un llamamiento a los dirigentes de ambos países para que eviten que la población civil pacífica quede implicada en estos enfrentamientos.