Las fiestas de los antiguos pueblos de Tayikistán

de Vladimir Rozanskij

Dusambé redescubre antiguas festividades que se remontan a las épocas de los primeros trabajos de la tierra. En ellas, algunas de las comunidades asentadas más antiguas del mundo conmemoran formas de reconocimiento de las fuerzas de la naturaleza, con leyendas, adornos y rituales propios de cada una.

Dusambé (AsiaNews) - En Tayikistán, la restauración folclórica de antiguas fiestas atribuidas a los pueblos protoindoeuropeos, identificados como los antepasados de los arios tras las migraciones de Eurasia a los territorios septentrionales, es cada vez más popular. En estos días se celebran cuatro festivales antiguos, que se remontan a los primeros periodos del trabajo de la tierra, los de Sada, Nawruz, Tirgon y Mekhron. Conmemoran formas de reconocimiento y sumisión a las fuerzas de la naturaleza, con leyendas, decoraciones y rituales específicos para cada una de ellas.

Según la directora del instituto ruso-tagio de investigación científica Rtsu, Olga Ladygina, entrevistada por Asia-Pljus, los tayikos "son uno de los pueblos asentados más antiguos, con tradiciones relacionadas con el trabajo de la tierra y vínculos muy fuertes con el clima: heladas y deshielos, lluvias y periodos secos de los que dependen las siembras y las cosechas". Como en otras culturas, muchos procedimientos de bendición y maldición están vinculados a estos fenómenos, atribuyendo poderes divinos al sol, el fuego, el cielo, el aire, el agua y la tierra, y las cuatro fiestas que ahora se renuevan representan la sucesión de las estaciones, según rituales que se remontan a 3-5 milenios..

La Ladygina subraya que "las tradiciones ancestrales fomentan la unidad y el fortalecimiento de los lazos dentro de la nación, sin insistir en el sometimiento supersticioso". Las fiestas se reviven "para que las nuevas generaciones aprendan a reconocer sus raíces, reconociendo los procesos de desarrollo y enriquecimiento de la cultura sin dispersar los valores originales".

La primera fiesta de Sada se remonta a hace 4.000 años, y seguía siendo muy popular en la Edad Media, anticipando el Año Nuevo de Nawruz. Sada se celebra 50 días y 50 noches antes del equinoccio de primavera, con cálculos diferentes entre las variantes tayika y persa. El término Sada significa tanto "puesta de sol" como "aurora", para significar la naturaleza cíclica de los acontecimientos cósmicos, partiendo del actual final de enero. En el poema Šakhman del persa medieval Firdousi, se cuenta que el rey Khušang había "descubierto" el fuego mientras cazaba una gran serpiente, contra la que había arrojado una piedra, que al chocar con otra había hecho saltar la chispa, el acontecimiento original en el trabajo de la tierra..

En tierras persas y tayikas se erigían "templos del fuego" y se encendían hogueras circulares sagradas alrededor de las casas. A partir de Sada, comenzaba la temporada agrícola, tras la pausa invernal, celebrándose así el Nawruz, fiesta reconocida por la Unesco como patrimonio inmaterial de la humanidad, que se celebra convencionalmente el 21 de marzo, o en alguno de los días anteriores y posteriores, con una gran riqueza de rituales y tradiciones específicas. Muy importantes son las vestimentas propias de la fiesta, especialmente las de las mujeres, teniendo en cuenta la gran importancia de la elaboración textil en estas tierras centroasiáticas.

Las danzas y canciones dedicadas a la belleza y el amor se interpretan con vestimentas solemnes, expresando la esperanza de buena salud y una vida feliz. En estos días, la gente limpia y adorna sus casas, se regalan flores y dulces, y se reúnen para el almuerzo Khavstin de siete platos con los mejores frutos y productos de la tierra. En el Pamir, el plato principal es en absoluto el más contundente, Bat con harina, leche y mantequilla, una especie de polenta espesa que se sirve en tabak, un plato especial de madera decorado.

La fiesta de Tirgon, el "día de la lluvia", fue restablecida en 2023 por un decreto especial del Presidente Emomali Rakhmon, y se espera su primera gran celebración a principios de julio para pedir a los dioses que no dejen la tierra sin agua, como ha ocurrido en los últimos años. En Dusambé y en las capitales de los estados vecinos se debaten posibles medidas para hacer frente a la escasez de agua, y entre ellas Tayikistán comienza con las súplicas a los antiguos dioses persas.

Foto: Flickr / Evgeni Zotov