Las dos Coreas conmemoran juntas el centenario del movimiento independentista

En Kaesong se llevará a cabo una cumbre para organizar el evento conjunto que habrá de recordar el Movimiento del 1º de marzo. Japón gobernó la península coreana desde 1910 hasta 1945. En 1919, los patriotas leyeron en público la Declaración Unilateral de Independencia. Tokio puso en acto una feroz represión que culminó con más de 7.000 muertos y 10.000 heridos.

Seúl (AsiaNews/Agencias) – Esta mañana, los altos funcionarios de Corea del Sur y del Norte mantuvieron un encuentro de enlace inter-coreano. Una de las cuestiones que trataron fue la celebración conjunta del próximo centenario del Samil undong 삼일운동 (三一運動), el “Movimiento del 1º de marzo”, la sublevación popular organizada en 1919 contra el dominio colonial de Japón. Así lo informó el Ministerio de la Unificación de Seúl.

La cumbre tuvo lugar en Kaesong, una localidad del norte. Participaron en ella el viceministro surcoreano de Unificación, Chun Hae-sung y su homólogo norcoreano, Hwang Chung-song. Hace tiempo que ambas partes evalúan la posibilidad de organizar un evento para recordar el movimiento independentista. En línea con el acuerdo a ese respecto, Seúl ya ha presentado una propuesta que incluye las localidades candidatas y algunos programas relativos a la celebración. Pero aún está pendiente la respuesta de Pyongyang. Un funcionario del ministerio ayer afirmó que la celebración conjunta, en caso de darse, será más pequeña de lo previsto ya que faltan apenas dos semanas para el aniversario.

Japón dominó la península coreana desde 1910 hasta 1945. En 1919, tras la muerte del rey Gojong en Corea, los exiliados políticos residentes en el exterior y los movimientos clandestinos locales escriben la Declaración Unilateral de la Independencia, conocida como Gimidognip seoneonseo 기미독립 선언서; y planifican su lectura pública para el primero de marzo. Reunidos en el Parque de la Pagoda de Seúl, en la mañana de aquél día, los 33 activistas que firmaron el documento llevaron adelante lo planeado frente a una enorme multitud. Luego de ello, se produjo una ola de protestas que pronto envolvió a la capital entera. Las autoridades japonesas emprendieron una feroz represión; en todo el país se contaron más de 7.000 muertos, más de 10.000 heridos y un número de prisioneros que jamás fue precisado (según algunos expertos, fueron 50.000).