Las "culpas" del fracaso de Ginebra II, pensando en Irán
Beirut (AsiaNews)- A pocos días de la conclusión sin resultados de los diálogos de paz sobre Siria (Ginebra II), la diplomacia internacional busca culpables del fracaso. En modo casi unánime, el occidente señala a Assad y al gobierno sirio por haber bloqueado las discusiones. Pero mirando bien hay una culpa difundida, también por la parte occidental, que excluyó en los diálogos un interlocutor tan importante como Irán.
Después de 3 semanas de coloquios, el pasado 15 de febrero, el enviado Onu Lakhdar Brahimi, concluyó la segunda sesión de encuentros sin fijar alguna fecha para el reinicio. Él se disculpó con la población siria: "Que tenía grandes y enormes esperanzas". La primera semana de coloquios había llevado a un pequeño resultado: representantes del gobierno y de la oposición se encontraron al final en la misma habitación y habían hablado juntos. Pero en la segunda semana, cada uno se quedó en aquello que consideraban como el punto más importante del día. Para los enviados de damasco, la urgencia primaria era la lucha contra el terrorismo, un término que incluye cualquier oposición al régimen de Assad; para los representantes de la oposición, el paso más importante era definir a un gobierno transitorio para el País del cual debía ser excluido Bashar Assad, que éstos consideran el "primer terrorista" de Siria.
La mediación de Brahimi-de aceptar ambos puntos- no tuvo suceso porque Damasco desenvainó la acusación que en tal modo se quería planificar "un cambio de régimen en Siria. La oposición se bloqueó también ella, acusando a Damasco que no quiere cambiar nada.
Entre ayer y hoy EEUU, Gran Bretaña, Alemania, Francia han acusado a Siria de "no estar interesada en los negociados", de "hacer "obstruccionismo", de querer "consolidar el propio poder".
Diversos analistas hacen notar que la intransigencia de Siria es debida a las victorias militares que ha ganado en el terreno, justo durante los coloquios. Los rebeldes fueron echados de Homs con una operación humanitaria; de Yarmok, a la periferia de Damasco, con las armas, de algunas zonas a la periferia de Aleppo con bombardeos incesantes.
Por su parte la oposición parece debilitarse siempre más. Es de hoy la noticia que el jefe del Free Syrian Army (Fsa), la formación "laica" de la oposición al régimen, fue substituido "por dificultades en la revolución siria". En práctica, el jefe militar Selim Idriss fue substituido por el general Abdel al-llah al- Bashir motivado por sus fracasos en estos meses.
La posición del Fsa está debilitada aún más por los enfrentamientos contra los rebeldes islamistas que el año pasado se unieron en un frente islámico para combatir la jihad y preparar un Estado islámico para Siria. Ellos rechazan las posiciones del Fsa y no han participado en los diálogos de Ginebra.
Casi por ironía, surgió hoy que todos los componentes de la delegación de la oposición en Ginebra fueron definidos como "terroristas". Una nota del ministerio de justicia sirio cita nombres y explica que por esta razón sus bienes en Siria fueron confiscados y bloqueadas sus cuentas bancarias. Bashar al Jafaari, delegado del gobierno sirio, explicó que la lista-que comprende 1500 nombres- fue compuesta meses antes que iniciasen los conflictos.
Para el próximo futuro los analistas prevén un reforzamiento de las operaciones militares y por lo tanto un aumento de los sufrimientos de la población. En 3 años de guerra civil se cuentan 140 mil muertos.
En los próximos días Lakhdar Brahimi presentará un balance al secretario general de la Onu y espera poder encontrar a los dos principales promotores de Ginebra II. El secretario de estado John Kerry y el ministro ruso de Rel. Extranjeras Serghei Lavrov.
Mientras tanto, la comunidad internacional está siempre más preocupada de que Siria haya sido convertida en "la destinación número uno de la lucha jihadista en el mundo", con combates que llegan de distintos Países, también occidentales. El secretario británico para la inmigración y la seguridad, James Brokenshire, reconoció ayer que los combatientes británicos de vuelta de Siria, representan "un gran problema de seguridad" porque están ligados al terrorismo.
Justamente la lucha contra el terrorismo que crece en Siria podría alentar a la comunidad internacional en cambiar su actitud hacia el Irán de Hassan Rouhani, que desde hace tiempo declaró su propia disponibilidad en combatir al terrorismo a los terroristas (sunnitas), y en frenar el flujo de armas que va a alimentar la guerra siria, a convencer a todos en la búsqueda de una solución política.
En el diálogo de Ginebra II, los EEUU- con el bienestar de Arabia saudita- han puesto el veto sobre la participación de Teherán.
Los diálogos sobre el nuclear iraní, que están por iniciar esta semana en Viena, podrían desbloquear sanciones contra Teherán y conquistarla como protagonista para la paz en Medio Oriente.