Las ambigüedades de Tiflis, entre la OTAN y Rusia

de Vladimir Rozanskij

El Primer Ministro Garibashvili afirma que Georgia es fiel a los valores de la Alianza Atlántica y de Europa. Sin embargo, los miembros de su partido atacan a Occidente. Según un experto, el Sueño Georgiano trata de compaginar los sentimientos prorrusos y proeuropeos de la sociedad georgiana para mantenerse en el poder.

Moscú (AsiaNews) - En la reciente cumbre de la OTAN celebrada en Madrid, el primer ministro georgiano, Irakli Garibashvili aseguró a los líderes occidentales que Tiflis es fiel a los valores de la Alianza Atlántica y de Europa. Sin embargo, en su país, los sostenedores y los miembros de su partido, Sueño Georgiano, acusan a Occidente de querer involucrar a Georgia en la guerra con Rusia a toda costa. Las quejas fueron tan fuertes que provocaron la reacción del embajador de Estados Unidos en Tiflis, Kelly Degnan, quien desmintió oficialmente las presiones de Washington sobre los políticos georgianos, recordándoles quién es realmente el amigo y el enemigo de su país.

La oficina de prensa de Garibashvili difundió una serie interminable de fotografías del Premier con el presidente estadounidense Joe Biden, el presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro británico Boris Johnson y otros líderes de países occidentales, así como con altos funcionarios de la OTAN y la UE. Posteriormente, el Primer Ministro georgiano publicó en su canal de Twitter una fotografía junto al Secretario de la OTAN, Jens Stoltenberg, y escribió: "Georgia es uno de los socios más confiables y eficaces de la Alianza, y tiene la intención de cooperar en la defensa de la paz, la estabilidad y el desarrollo de los valores comunes en nuestra región y fuera de ella".

Unas declaraciones similares acompañaron el apretón de manos que exhibió con Charles Michel, jefe del Consejo de la Unión Europea, asegurando que Georgia está dispuesta a cumplir con las demandas que los europeos plantearon el 17 de junio para la concesión del estatus de candidato a la UE.

La ostensible disponibilidad de Garibashvili generó desconcierto en su patria, tras días de violentos enfrentamientos verbales del primer ministro con la oposición, precisamente sobre cuestiones europeas. Muchos recuerdan sus recientes declaraciones contra Occidente por "no haber honrado la sangre derramada por los georgianos en las guerras contra Rusia". Garibashvili se pronunció duramente contra la UE, que rechazó a Georgia, pero llegó a acuerdos con Ucrania y Moldavia También se quejó por el hecho de que "sólo cuando Georgia haya restaurado su integridad territorial con Abjasia y Osetia del Sur, entonces podrá ingresar en la OTAN".

Algunos diputados que son particularmente críticos con Occidente han abandonado formalmente el Sueño Georgiano, pero siguen siendo partidarios del gobierno. La oposición califica esto como "un truco típico de Ivanishvili", y recuerda las maniobras anteriores del fundador del partido y ex primer ministro, que solía mover a los diputados de un grupo a otro según su conveniencia. El propio Ivanishvili utilizó recientemente esta expresión, celebrando su victoria de hace 10 años contra el Presidente Saakashvili: "Tuve que utilizar un pequeño truco, pero no todo el mundo lo entendió", dijo, aludiendo precisamente a unos juegos parlamentarios bastante audaces.

El constitucionalista Vakhušti Menabde dijo en declaraciones que el cambio en la retórica del primer ministro y las maniobras palaciegas del Sueño Georgiano tienen como único objetivo preservar el poder: "Intentan hacer malabares con los sentimientos prorrusos y proeuropeos de nuestra sociedad, tratando de atrapar dos gallinas con un solo zorro, pero acabarán por no atrapar ninguna... sólo les interesa el poder, cueste lo que cueste, ya sea aliándose con los europeos o con los rusos.

Para hacer frente a las ambiguas estrategias del Sueño Georgiano, la oposición salió a las calles y se manifestó frente al Parlamento de Tiflis. Reunidos bajo el lema "A casa, en Europa", la manifestación comenzó en la mañana del 3 de julio y continuó toda la noche hasta la mañana siguiente, justo el día en que Estados Unidos celebra su independencia.

En todas las regiones del país, no sólo en la capital, los que apoyan el cambio de gobierno en favor de uno "técnico", conforme a las exigencias europeas, recibieron fuertes presiones de las autoridades locales para impedir las manifestaciones. Las diatribas provocaron enfrentamientos, incluso violentos, que culminaron con varios periodistas afectados. Entre ellos, al propietario del canal de televisión de la oposición Pirveli, Vato Tsereteli, quien fue agredido por tres diputados en el territorio de la embajada de Estados Unidos en Tiflis, durante la recepción organizada con ocasión del Día de la Independencia.