Laicos católicos: si no se llega a la verdad sobre las masacres, no habrá celebraciones públicas de Navidad
Veinte asociaciones piden a la Conferencia Episcopal que boicotee los actos organizados por el gobierno. El gesto de protesta se debe a la parálisis en la investigación para llegar a la verdad sobre los atentados con bombas ocurridos durante el domingo de Pascua del 2019. “Si realmente quieren mostrar preocupación por la comunidad católica, que promuevan investigaciones independientes y ayuden a los sobrevivientes".
Colombo (AsiaNews) - La falta de justicia sigue siendo una herida para la comunidad católica de Sri Lanka pues los responsables de las masacres de Pascua de 2019 siguen impunes . En los últimos días, la Coalición de Organizaciones de Laicos Católicos del país hizo un llamamiento a la Conferencia Episcopal de Sri Lanka pidiendo boicotear las celebraciones navideñas patrocinadas por el gobierno, como gesto de protesta por la parálisis en la investigación para llegar a la verdad sobre los atentados contra iglesias y hoteles que dejaron 280 muertos.
La iniciativa fue anunciada en una rueda de prensa por Thilina Alahakon, la coordinadora de un grupo de 20 organizaciones de laicos católicos. El acto navideño patrocinado por el gobierno se celebrará este año en la diócesis de Chilaw. "Sugerimos a los obispos que aprovechen este momento para expresar la pena y el dolor de la comunidad católica", dijo Alahakon.
"Además de la comunidad católica, la budista, la hindú y la musulmana también esperan que se haga justicia por el atentado del Domingo de Pascua", agregó. La mayoría de los fieles afectados son católicos, pero un pequeño número de personas de estas comunidades también sufrieron pérdidas de vidas humanas y heridos en estos atentados, por lo que se trata de una "cuestión nacional", que nos afecta como país.
El llamamiento es un signo de la preocupación real de la comunidad católica y pide gestos concretos como la aplicación inmediata de todas las recomendaciones del informe de la Comisión sobre las Masacres, la reanudación de investigaciones imparciales sobre las numerosas cuestiones controvertidas que han surgido en relación con el atentado, y la asignación de subsidios permanentes a los sobrevivientes del atentado, que padecen secuelas físicas y psíquicas.
La petición fue entregada al obispo de Kurunegala, monseñor Harold Anthony Perera, quien prometió presentarla a toda la Conferencia Episcopal de Sri Lanka.