Laiba, 10 años, convertida al Islam y entregada como esposa a su secuestrador
El matrimonio forzado, cuya víctima es una niña de Faisalabad, es un nuevo episodio de la ola de violencia de grupos islámicos contra las minorías en Punjab. Por su parte, el partido extremista TLP pide la liberación de los que mataron a Nazir Masih, de 72 años, acusado falsamente de blasfemia, afirmando que actuaron "por amor a su fe". Los activistas denuncian que toda persona que pertenece a una minoría vive aterrorizada.
Faisalabad (AsiaNews)- No se detiene la violencia contra la minoría cristiana de Punjab, consecuencia de la extrema deriva islámica que afecta a ese Estado. Pocos días después de la muerte de Nazir Masih, un comerciante de 72 años linchado en Sargodha el 25 de mayo por una multitud enfurecida a raíz de una falsa acusación de blasfemia, ocurrió el caso de Laiba, una niña cristiana de 10 años. Hija de Suhail Masih, residente en Faisalabad, fue raptada, violada, convertida por la fuerza al Islam y casada con su secuestrador, Irfan Masih. El secuestro tuvo lugar el 11 de febrero de 2024 y quedó registrado en la comisaría de policía de Roshanwala, Faisalabad, con atestado núm. 169/24.
Lo ocurrido es una nueva muestra de los ataques y persecuciones contra las minorías en Pakistán a causa de su fe. El porcentaje de casos de acusaciones de blasfemia y conversiones forzadas aumenta día a día en Punjab. Después del secuestro, Laiba fue entregada a un musulmán, Shafaqat Shah, una persona influyente que protege a Irfan. La niña fue obligada por Shah a permanecer en Dar-ul-aman (Casa de acogida para mujeres) en Faisalabad, porque este no estaba dispuesto a devolverla a sus padres. La familia recibió una declaración de la pequeña en la que afirmaba que había abrazado el Islam voluntariamente, que no había sido violada ni obligada a contraer matrimonio y que había ido a Dar-ul-aman por su propia voluntad. Pero el certificado de matrimonio que se envió a la familia el 6 de marzo de 2024, que certifica la unión con Irfan Masih, de 35 años, que también es un converso y tomó el nombre de Muhammad Irfan - padre de una niña también convertida al Islam - es claramente falso.
El certificado, al que no se adjunta ningún documento oficial, dice que Laiba tiene 17 años. Según el documento de nacimiento emitido por la Nadra (National Database & Registration Authority), la niña nació el 15 de octubre de 2013 y, por tanto, tiene 10 años y 7 meses. Incluso después de saber la verdad, el investigador de la policía Babar Sandhu le dijo a Suhail Masih que es muy difícil que Laiba regrese a casa porque ha aceptado el Islam.
Los activistas en Faisalabad realizaron varias sentadas y conferencias de prensa para rescatar a Laiba; recientemente Mohammad Irfan fue arrestado por la policía, pero Laiba todavía vive en Dar-ul-Aman y Shafaqat Shah no permite que los padres de Laiba la vean, lo que facilita la situación al secuestrador. Shazia George, ex miembro de la Comisión sobre el estatus de las mujeres de Punjab (PCSW), declaró que las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones nacionales de derechos humanos deben oponerse a la práctica del matrimonio infantil y forzado, validada por la policía y el poder judicial, que constituye un delito en virtud de la Ley de restricción del matrimonio infantil. El matrimonio de una niña de 10 años es violencia, pero es una práctica muy difundida en el país, que amenaza los derechos de las personas jóvenes y genera preocupación en los padres, que piden protección.
Sin embargo, mientras las minorías están afrontando diversas amenazas y alzan la voz para obtener protección y derechos, el partido islamista Tehreek-e-Labbaik Pakistan lleva a cabo una protesta en Sarogodha para obtener la liberación urgente de los culpables involucrados en el linchamiento de Nazir Masih. El discurso del líder del TLP se ha vuelto viral en las redes sociales estos días. A plena luz del día, hablando a sus seguidores, dijo que no hay que preocuparse si un "choorha" (término despectivo utilizado para los cristianos) ha muerto en Sargodha, porque no era inocente y había cometido blasfemia. También añadió que los musulmanes detenidos en este caso son inocentes, porque cometieron la violencia por amor a su fe. Por lo tanto, pidió su liberación inmediata, de lo contrario el Estado verá una reacción severa.
Samson Salamat, presidente del Rwadari Tehreek, movimiento civil interreligioso, declaró a AsiaNews: "Pronuncian abiertamente discursos de odio contra las minorías religiosas, incitan a la violencia, desafían el poder del Estado, pero el aparato estatal guarda silencio". De hecho, todas las personas pertenecientes a minorías religiosas en Punjab viven con miedo y terror. "Si nadie interviene de manera eficaz contra el TLP y otros grupos extremistas, las vidas de los perseguidos, sus propiedades y lugares de culto seguirán bajo constante amenaza", afirmó. Sería importante que el Estado proscriba el TLP, prohibiéndolo como partido político. Debería haber un gran debate en el Parlamento sobre el uso indebido de las leyes sobre la blasfemia y una investigación judicial de todos los hechos de blasfemia, desde Shanti Nagar (una tragedia que ocurrió en 1997, ndr.) hasta el linchamiento de Nazir Masih”.
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