Lahore, los católicos y la sociedad civil honran la memoria del ministro Bhatti

de Shafique Khokhar

El 2 de marzo de 2011, el político católico fue masacrado por un comando talibán por su lucha en favor de las minorías y contra los abusos relacionados con las leyes sobre blasfemia. Su obra sigue siendo un ejemplo para una nación que respeta los derechos. El Arzobispo de Canterbury visitó Pakistán y rindió un homenaje a las víctimas de la All Saints Church.

Lahore (AsiaNews) - Católicos, activistas y simples ciudadanos se reunieron ayer en el 11º aniversario del homicidio de Shahbaz Clement Bhatti para recordarlo y honrar su memoria. El político se desempeñaba como ministro para las minorías y fue asesinado por los talibanes paquistaníes el 2 de marzo de 2011. A la vanguardia en la lucha por los derechos humanos, la protección de las minorías religiosas (cristianas y no cristianas) y la armonía confesional en el país asiático, Bhatti fue atacado cuando se dirigía a su oficina. En un primer momento, el hecho parecía una ejecución relacionada con sus actividades políticas y humanitarias. Uno de los motivos que impulsó a los asesinos a actuar fue la enérgica oposición del ministro a los abusos cometidos en nombre de las leyes sobre blasfemia.

Durante la ceremonia de sufragio, los participantes hicieron un llamamiento al gobierno de Pakistán para que tome todas las medidas necesarias para hacer que se respeten los derechos humanos, reforzar la cohesión social y luchar contra el extremismo y el terrorismo. Joseph Jansen, presidente de Voice for Justice, recordó la obra de Bhatti en favor de la igualdad de derechos y su incansable lucha en la búsqueda de la justicia, contra la discriminación y todas las formas de extremismo. Las fuerzas que decretaron y desearon su muerte, añade, "no han sido eliminadas" a pesar del plan nacional de lucha contra el terrorismo; por último, relanzó la batalla contra todas las formas de abuso de las leyes de blasfemia y los linchamientos perpetrados en nombre de la religión.

Para el activista de los derechos humanos Ashiknaz Khokhar, el ministro Bhatti había conseguido varios objetivos durante sus años de gobierno, como una mayor representación de las minorías en el Senado, la cuota del 5% en los cargos públicos y la fiesta nacional de las minorías, que se celebra cada año el 11 de agosto. Su memoria es un "patrimonio" que hay que preservar y potenciar en la actualidad, a nivel "religioso, político y social" en el camino del diálogo interreligioso y la protección de los derechos. Asif Bastian calificó a Bhatti como un "embajador de la armonía confesional, símbolo de la lucha por los derechos de los marginados y voz de los que no tenían voz".

Según Ilyas Samuel, la desaparición de Bhatti ha dejado un vacío "difícil de llenar". Por su parte, Carol Noreen espera que su sacrificio pueda "seguir despertando conciencias hoy en día" y fortalecer "la obra" en la que diferentes realidades trabajan mancomunadamente "para la promoción de la paz y la justicia". Por último, el obispo Johnson Robert subraya que la mejor manera de recordar a Bhatti es redoblar los esfuerzos para rescatar a Pakistán "del abismo, luchar contra el extremismo en todas sus formas y restaurar la visión de Jinnah [Mohammad Ali, padre fundador de Pakistán] para el país".

El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, realizó una visita oficial de tres días a Pakistán, y también hizo un llamamiento contra los abusos cometidos en nombre de las leyes sobre blasfemia. El responsable de la Iglesia británica condenó su uso "para atacar a las minorías no musulmanas, incluidos los cristianos y los hindúes, que viven en un clima de miedo constante". También condenó el ataque contra dos pastores cristianos en Peshawar el 30 de enero (uno de los cuales murió) y rindió homenaje a la memoria de las víctimas de la All Saints Church. El lugar de culto fue escenario de un atentado suicida en septiembre de 2013 que dejó más de 100 muertos.