Lahore, cristiano golpeado hasta la muerte por los doctores. Defendía a su hermana embarazada

de Kamran Chaudhry

La policía registró el caso contra 14 médicos, 20 guardias de seguridad y 10 enfermeros. Suneel Saleem fue asesinado porque pedía que su hermana fuese visitada por los médicos del Services Hospital. Dirigente hospitalario realiza una denuncia contra los cristianos. Sacerdote: “Es una vergüenza”.

Lahore (AsiaNews)- Un cristiano de Lahore fue reducido hasta la muerte por los médicos y por los guardias del Services Hospital, nosocomio local y luego falleció como consecuencia de las heridas que le provocaron. Los médicos lo dejaron agonizando en una habitación por diversas horas, antes de transferirlo a terapia intensiva. El cristiano, Suneel Saleem, había ido al hospital para defender a Mehwish y Kiran, dos hermanas golpeadas y segregadas por los enfermeros. Su culpa fue el haber pedido que Kiran, en su noveno mes de embarazo, fuese visitada por la doctora Saira, pero que en ese momento estaba bebiendo una taza de té.

A AsiaNews, Mehwish Saleem narra su dramática experiencia. El 26 de marzo, ell y su hermana Kiran fueron el hospital. “Los médicos internaron a mi hermana embarazada de 9 meses-dice- pero luego nadie venía a atenderla. La doctora, ocupada en tomarse un té, les gritó: ‘¡Fuera de aquí!’. Pero nosotras insistimos y a ese punto el médico amenazó a mi hermana con retenerla por 3 semanas sin permiso para comer ni recibir visitas. Ella tropezó y yo logré aferrarla apenas en tiempo antes que se cayera al suelo. Luego la doctora vio la cruz que yo llevaba al cuello”.

Mehwish refiere que ella y la hermana fueron abofeteadas, burladas y encerradas en una habitación. La tarjeta de ingreso a la estructura y la cartilla clínica de la gestante las hicieron desaparecer”.

Habiendo sabido sobre el incidente que les había sucedido a sus hermanas, Suneel fue al hospital con su primo. “Los médicos han llamado a los guardias de seguridad del hospital-continúa Mehwish- que han encerrado a mis parientes en otra habitación. Luego les pegaron. Mi hermano fue golpeado con una placa de vidrio. Los agentes continuaron golpeándolo hasta después que había perdido los sentidos. Él no respiraba, pero los guardias y los doctores pensaban que estuviese fingiendo”.

A Suneel le colocaron un respirador en el reparto de terapia intensiva alrededor de las 22,30. Cinco horas después su cuerpo exánime fue consignado a sus parientes. La policía registró el caso como homicidio contra 14 médicos, 20 guardias de seguridad y 10 enfermeros. En la denuncia se lee que la polémica surgió de la controversia con la doctora Saira.

Ayer, al menos unos 300 cristianos manifestaron frente al Lahore Press Club. La manifestación fue organizada por la Rising Christian Union, que pide “ se tomen acciones severas contra la naturaleza funesta de los doctores y del equipo”. Mientras tanto el doctor Amiruddin, dirigente sanitario del Services Hospital, realizó una denuncia contra la familia de la víctima, acusándola de haber herido gravemente a un agente. Según el p. Abid Habib, ex presidente de la Conferencia del Pakistan (Major Superiors Leadership Conference of Pakistan), “es una vergüenza. No se espera tal tipo de acciones de parte de los médicos. Es una vergüenza sostener que los jóvenes doctores son inocentes. Lo que es realmente vergonzoso es que en un hospital los enfermos y sus familiares sean maltratados, en vez de ser socorridos. Y que los pacientes deban pagar una coima para ser atendidos y curados”.

Otra grave vergüenza, agrega, “es que fue nombrado un comité para investigar sobre el incidente”. Como es normal, los investigadores harán todo lo posible para esconder el caso y la justicia no se realizará”- “Lo que sucedió-concluye- arruinó las celebraciones de Pascua a toda la comunidad”.