Lahore, activistas de todas las religiones en huelga de hambre contra el terrorismo
Denunciada la incapacidad del gobierno en la lucha contra el extremismo islámico. “Las autoridades niegan la presencia del Isis en Pakistán, pero nosotros tenemos las pruebas”. “En Punjab los militantes obran con plena libertad”. Después de la aprobación del Plan nacional anti-terrorismo no sucedió ninguna reforma del sistema judicial. Fuentes oficiales del ejército: “Los terroristas son financiados desde el extranjero”.
Lahore (AsiaNews)- Activistas de diversas religiones han iniciado una huelga de hambre en Pakistán, para protestar contra la incapacidad del gobierno en el combatir al terrorismo islámico. Uno de ellos, Samson Salamat, presidente cristiano de Rwadari Tehreek (Movimiento por la tolerancia), declara a AsiaNews: “El año 2016 apenas inició y ya hemos asistido a graves ataques terroristas. El plan del gobierno parece haber fracasado. La Autoridad nacional anti-terrorismo estuvo inactiva por siete años. No obstante la desmentida del gobierno, hay pruebas que Daesh (acrónimo árabe del Estado islámico, ndr) es activo en Pakistán. Las organizaciones prohibidas obran aún con plena libertad en Punjab”.
El movimiento Rwadari Tehreek, un grupo que promueve el respeto de todas las religiones, organizó la protesta para pedir que se actúe el Plan de acción nacional (NAP, National Nation Plan), en grado de poder frenar a los militantes. Más de veinte activistas han iniciado un sit-in de seis horas frente al edificio de la Asamblea de Punjab, durante el cual cantaron eslogan contra el terrorismo, el discurso del odio, la islamización y el homicidio en nombre de la religión. Expusieron un gran cartel donde estaba escrito: “¡Ahora basta!”, y llevaban bufandas anaranjadas (v. foto).
El gobierno de Pakistán aprobó el NAP, un programa para combatir al terrorismo, inmediatamente después de la masacre realizad por los talibanes en la escuela militar de Peshawar, en la cual murieron ciento cincuenta y cuatro personas en su mayoría niños. Después del atentado, el Premier Nawaz Sharif también revocó la moratoria sobre la pena di muerte para los reos ligados al terrorismo. Desde aquel momento fueron ajusticiadas más de trescientas personas.
El ejército de Pakistán pidió en varias oportunidades a las autoridades que mejoraran la acción de lucha contra el terrorismo, monitoreando los discursos que incitan al odio y la difusión de materiales de propaganda extremista, bloqueando toda forma de financiación y cerrando los seminarios islámicos.
La oficina de prensa del ejército (Inter Services Public Relations) declaró recientemente que: “Esta guerra al terrorismo es compleja y requiere un respuesta decidida y unificada. Los terroristas son financiados desde el extranjero por agencias de inteligencia enemigas y tienen simpatizantes también en nuestra casa, que les garantizan a ellos protección y refugio”.
Abdullah Malik, presidente principal de Rwadari Tehreek, agregó: “El hecho que la vida de las personas continúe estando en peligro en la escuela, en los colegios y en las universidades, pone preguntas sobre las prestaciones del actual gobierno. No se ha realizado ningún tipo de reforma en el sistema judicial para combatir al terrorismo, ni siquiera un año después de la aprobación del NAP”.
El líder religioso concluye con una serie de sugerencias: “El gobierno debe actuar una política a largo plazo controlando el programa, eliminando materiales que inciten al odio y anunciando una política global de desmilitarización de la sociedad. Las autoridades deben prohibir todo tipo de armas y cumplir con sus responsabilidades constitucionales garantizando la seguridad y la protección a todos los ciudadanos”.
17/12/2016 13:14
10/03/2018 14:52
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