La ‘ofensiva’ militar de Beijing en el Indo-Pacífico, eclipsada por la crisis ucraniana

de Emanuele Scimia

China firmó un entendimiento con Camboya en el ámbito militar y acaba de cerrar un polémico acuerdo de seguridad con las Islas Salomón. Australia: China ha establecido 20 puntos de presencia militar en el Mar de China Meridional y podría hacer lo mismo en el Pacífico Sur. Además, Beijing ha militarizado zonas en disputa en la frontera del Himalaya.

Roma (AsiaNews) - Mientras la atención se centra en la invasión rusa de Ucrania, China lanza una "ofensiva" militar en el Indo-Pacífico. Las autoridades militares chinas y camboyanas firmaron ayer un memorando de entendimiento. Según muchos comentaristas, se trata de un movimiento más del gigante asiático para reforzar su posición en el Sudeste Asiático frente a la creciente competencia geopolítica con Estados Unidos.

El general Liu Zhenli, comandante de las fuerzas terrestres del Ejército Popular de Liberación, firmó el acuerdo con Hun Manet, comandante del ejército camboyano e hijo del primer ministro Hun Sen (y su probable sucesor). Las dos partes no revelaron el contenido del acuerdo, pero el Ministerio de Defensa chino destacó que en los últimos años Beijing y Phnom Penh han ampliado su cooperación militar en ciertas áreas, como los ejercicios y adiestramientos conjuntos, la comunicación estratégica y el intercambio de personal.

En gran medida, Camboya depende económicamente de China. Las relaciones entre el gobierno camboyano y Estados Unidos se deterioraron notablemente después de que la prensa revelara la existencia de un pacto secreto entre Beijing y Phnom Penh. El acuerdo otorgaría a la Armada china el uso exclusivo de partes de la base naval camboyana de Ream, en el Golfo de Tailandia. Los chinos lo niegan, pero Washington impuso desde entonces un embargo a la venta de armas a Camboya.

El entendimiento chino-camboyano se produce casi en simultáneo con el anuncio de la conclusión de un proyecto de acuerdo de seguridad entre Beijing y las Islas Salomón. Una vez más, aún no se han revelado los términos exactos del documento, pero concedería a los buques de guerra chinos el derecho a hacer escala y repostar en los puertos del archipiélago.

El primer ministro de las Islas Salomón, Manasseh Sogavare, aclaró hoy que el pacto no contempla la concesión a Beijing de una base naval en la nación del Pacífico Sur. Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos han expresado su preocupación por la decisión de Honiara, señalando que tendrá un impacto en la seguridad regional.

El ministro de Defensa de Australia, Peter Dutton, recordó que China ha establecido 20 puntos de presencia militar en el Mar de China Meridional, a pesar de haber asegurado que no militarizaría la región. Canberra teme que Beijing quiera hacer lo mismo en las islas del Pacífico Sur.

En los últimos días, el almirante John C. Aquilino, a cargo del Comando del Indo-Pacífico de Estados Unidos, afirmó que los chinos han convertido tres arrecifes de coral del Mar de China Meridional (Mischief, Subi y Fiery Cross) en auténticos puestos militares. Beijing reivindica casi la totalidad del espacio marítimo, una postura que rechazan -con el apoyo de Washington- Vietnam, Malasia, Filipinas, Taiwán, Brunei y en parte Indonesia. Las reclamaciones de China “carecen de fundamento”, según el veredicto de un tribunal internacional.

La presión militar de Beijing también crece en el continente. Fuentes del gobierno chino informaron de que el mes pasado el PLA (el ejército chino) completó la construcción de 624 aldeas en zonas disputadas o conquistadas en la frontera del Himalaya. Según el experto en estrategia indio Brahma Chellaney, la militarización de los poblados en los territorios reclamados por India, Bután y Nepal es el equivalente terrestre de lo que hacen los chinos en el Mar de China Meridional.