La élite de Putin afectada por las sanciones. La nueva ideología de la autosuficiencia

de Vladimir Rozanskij

Las sanciones de los EEUU afectan a las compañías, bancos, personalidades de la política, de las fuerzas armadas y hacker. Las pérdidas en la bolsa de Moscú. Fueron tomadas de mira también las compañías que financian las acciones militares rusas en Siria y Ucrania. Una tercera vía para la Tercera Roma.

Moscú (AsiaNews)- El pasado 6 de abril, todavía en la euforia de las celebraciones pascuales, Rusia cayó en un nuevo abismo de sanciones decretadas por el Congreso americano, que causaron el derrumbe de los mercados financieros internos y la pérdida de más de 12 millardos de dólares por los 50 rusos más ricos, terminados en la lista negra de EEUU. En el tiempo de 24 horas el patrimonio de Oleg Deripaska, uno de los mayores oligarcas rusos filo-putinianos afectados por las sanciones, se redujo en más de 1 millardos de dólares; pero otro tanto fueron las pérdidas de su socio Vladimir Potanin, jefe del coloso Norilskij Nikel, que si bien no fue colocado en la lista, por las crisis de las obligaciones en la reapertura de la bolsa del lunes 9 de abril. Pérdidas similares se registraron por otros magnates del círculo putiniano, como Viktor Vekselberg, Suleiman Kerimov, Gennadij Timchenko, Vladimir Lisin, Roman Abramovich, Vagit Alekperov y Aleksej Mordashov.

la élite ligada a Putin

Las nuevas sanciones fueron introducidas en acuerdo con la ley sobre las contramedidas hacia los enemigos de América, aprobadas por el Congreso el año pasado. El Ministerio de las Finanzas de EEUU subrayó que éstas prevén la confiscación de las acciones realizadas en los EEUU por las personas nombradas en la lista y la prohibición para las organizaciones y los ciudadanos americanos de colaborar con ellas. El elenco contiene 24 nominativos y 15 compañías, colocadas en la categoría de las estructuras nacionales y de los ciudadanos bajo observación (Specially Designated Nationals and Blocked Persons, SDN). En este están insertos el presidente del Banco comercial pública BTB Andrej Kostin, el de Gazprom Aleksej Miller y del Banco a este ligado Andrej Akimov y diversos funcionarios públicos. Además del senador Kerimov, está el ministro del Interior Vladimir Kolokoltsev; el director de la Rosgvardija (órgano de coordinación de todas las fuerzas del orden, creado en 2016) Viktor Zolotov; el gobernador de la región de Tula Aleksej Djumin (uno de los posibles “delfines” de Putin) y el jefe de la sección económica de la administración presidencial Oleg Govorun. Se trata de casi todo el gotha de la élite putiniana, a los cuales les fue cerrada la puerta en la cara por cada posible contacto con los EEUU.

La caída de la bolsa de Moscú

La prohibición de relaciones comerciales con las personalidades y las empresas sancionadas se extiende también a los socios extranjeros de los EEUU, pero esto no parece ser un obstáculo para el presidente turco Erdogan, que inmediatamente declaró que no tiene intención de renunciar a la compra de los nuevos sistemas de misiles S-400 de una de las empresas sancionadas, la Rosoboronexport (empresa estatal para la exportación de armas). Erdogan declaró que “se trata de garantizar nuestra seguridad… Turquía es libre de decidir de por sí su propio destino”. La entrega de los S-400 fue hasta anticipada para junio de 2019, en vez del inicio del año 2020 como fue concordado, por decisión del mismo Putin.

La bolsa moscovita mientras tanto perdió un día más del 10% de su valor, a causa del derrumbe de las acciones de las compañías castigadas por las medidas americanas. Las autoridades de la bolsa fueron obligadas a suspender los intercambios de la UC RUsal, la compañía que tiene el primado mundial en la producción de aluminio y de la misma caja de ahorro estatal Sberbank. Como sucedió en precedencia por similares circunstancias, se esperan medidas del gobierno en defensa de las compañías sancionadas, para poder resistir a la crisis financiera.

Las medidas americanas afectan en particular a las compañías rusas comprometidas en un modo o en el otro en la financiación de las acciones militares rusas en Siria, en apoyo del régimen de Assad y en el apoyo a las fuerzas rusas comprometidas en el conflicto en Ucrania. Además fueron individualizadas las organizaciones rusas culpables de los ataques cibernéticos, entre los cuales personajes de la dirigencia de las fuerzas armadas como el director de la Administración del Estado Mayor del Ejército, Igor Korobov y su vice y los hacker Aleksej Belan y Evgenij Bogacev, bajo proceso en los EEUU. En total son 13 las personas acusadas de injerencia en los procesos políticos americanos, comprendidas las elecciones presidenciales. Algunos rusos son acusados también de apoyo a los programas de rearme de Corea del Norte.

Ni Oriente, ni Occidente

El principal ideólogo de la política “soberanista” putiniana Vladislav Surkov, consejero de Putin en la administración presidencial, comentó la situación afirmando que Rusia se debe preparar a “siglos de soledad geopolítica”. Según sus palabras, Rusia debe dejar de ser un “País de media-sangre”, eternamente indeciso si pertenecer a Oriente o a Occidente y en particular debe rendirse a la evidencia: después de 4 siglos de intentos de ser parte de la “civilización occidental”, después de 4 siglos de “dominio oriental”, ahora Rusia debe elegir el esquema “14+”. Se entiende con esta sigla la época iniciada en 2014, con la invasión a Ucrania y la anexión de Crimea, pero también la salida de Rusia de su estado de adolescente.

En el artículo: “La soledad de los medio-sangre”, publicado en la revista Rusia y política global, Surkov proclama el nuevo ideal de Rusia: “Por 4 siglos nos dirigimos a Oriente y otros 4 siglos a Occidente. No logramos poner raíces ni en una parte ni en la otra, ambas rutas ya están agotadas. Ahora se necesita una ideología de la tercera vía, de un tercero tipo de civilización, de un nuevo tercer mundo, de una tercera Roma.