La victoria (no absoluta) de los moderados de Rouhani y los problemas que vendrán
El bloque de moderados-reformadores, ganaron al menos el triple de los escaños respecto a las precedentes elecciones. Buen número también en la Asamblea de los Expertos. En el nuevo Parlamento hay también catorce mujeres, en mayoría reformistas. Eliminados los exponentes más conservadores y radicales. La gente aprobó la línea de Rouhani y el acuerdo sobre lo nuclear para normalizar la política exterior y facilitar a la economía su inserción en la economía mundial. Queda alguna duda sobre Khamenei y sobre los pasradán.
Teherán (AsiaNews)- Las elecciones parlamentarias y para la Asamblea de los Expertos que se realizó el 26 de febrero, han demostrado una victoria para el bloque de los reformadores-moderados de Hassan Rouhani, si bien ni moderadores ni conservadores han alcanzado una mayoría absoluta.
En la Majlis (Parlamento), sobre 290 escaños, 103 fueron ganados por los conservadores; 95 por los reformadores-moderados y 14 por independientes. Al bloque de los pro-Rouhani se deben agregar cuatro conservadores moderados (apoyados por los reformadores) y cinco representantes de la minorías religiosas. Se debe también decir que hay aún 69 escaños en balotaje, que se decidirán en un segundo turno en abril.
Queda el hecho que en el Parlamento saliente- fruto de las elecciones del 2012, boicoteadas por los moderados- los reformadores tenían sólo 30 escaños; ahora tienen casi tres veces más.
El resultado más sorprendente fue en Teherán donde todos los escaños fueron ganados por miembros del partido “pro-Rouhani”, de éstos ocho son mujeres. En el nuevo Parlamento hay 14 mujeres, en su mayoría reformadoras. En el precedente había sólo nuevo, todas conservadoras.
Los conservadores, que contaban con doscientos escaños en la pasada legislatura, ahora no tienen más la mayoría. Además, las personalidades más radicales, opuestas al acuerdo sobre lo nuclear y enemigos de la normalización de la relaciones con el extranjero., fueron todos excluidos del Parlamento.
Otra victoria simbólica está en los resultados de la Asamblea de los expertos, el organismo que elige al guía supremo. En Taherán, sobre 16 escaños, 15 fueron a los “pro-Rouhnai” y el ex presidente Hashemi Rafsanjani obtuvo el máximo de votos de los votos en toda la historia de la República islámica.
Dos figuras entre las más conservadoras de la Asamblea, el presidente el ayatollah Mohammad Yazdi y el ayatollah Mohammad Taghi Mesbah Yazdi fueron superados y expulsados. Pero la Asamblea permanece en manos de una mayoría conservadora.
Si bien teniendo en cuenta que en el resto del país hay una prevalencia de conservadores, un intendente de la capital declaró: “Ya por ahora los duros que estaban en contra del acuerdo nuclear ya está fuera del juego y Rouhani recibió un gran apoyo en su política de normalización de la política exterior iraní. Hablando en general, el grupo pro- Rouhani tendrá un leve margen de ventaja en la Majlis y en el país”.
Según los analistas es evidente que la gente haya querido apoyar a Rouhani que logró hacer caer el embargo e intenta poner en orden la economía del país. Muchos votos a su favor vinieron de los jóvenes, los más afectados por la crisis económica. En Irán la desocupación es del 10% de la población activa entre los jóvenes.
El problema que permanece es del cómo se moverán el guía supremo y los pasdarán, ambas fuerzas son importantes en el país. El guía Alí Khameni ciertamente apoyó a Rouhani en los acuerdos sobre lo nuclear, pero no cesa de lanzar consignas contra la comunidad internacional y los EEUU en particular. Él podría por lo tanto frenar el programa de reformas sociales y económicas del presidente, juzgándolos demasiado liberales.
Los pasdarán, los guardianes de la revolución, heredad de Khomeini, son un ejército en el ejército y tienen en mano ya casi el 80% de la economía nacional, además del gran tráfico del contrabando, floreciente durante el embargo. No está todavía claro como ellos se pondrán delante de posibles liberalizaciones que haría el gobierno Rouhani.
Pero es verdad que ambos poderes antiguos temen a la crítica y a las manifestaciones populares. “La gente que fue a votar en su gran mayoría (el 60% de los que podían votar)- comenta otro intendente- quiere no ser considerada más un paria de la política internacional”. Además, hacia los “gordos Ayatollah que viven a cuesta del Estado” y hacia una moralización de los pasdarán, los jóvenes nutren ya un desprecio explícito”.
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