La tierra de San Charbel para vencer el coronavirus
Cristianos y musulmanes confían en el santo para evitar la enfermedad. Devotos sacan la tierra que cubre su antiguo sepulcro. Una joven mujer afirma que se le apreció en un sueño y le confió una misión. Gracias a ella, las personas internadas en Beirut podrán recibir un raro remedio. Sacerdote: “Algunos se reirán; otros pondrán a prueba a Dios. Otros lo recibirán con fe y se curarán. Son ellos los ganadores”.
Beirut (AsiaNews) – El p. Louis Matar, el ecónomo del convento de San Marón en Annaya, custodio de la tumba de San Charbel, no podía tener más razón: “Dentro de un mes no quedará más tierra en la cripta de San Charbel”. Por una semana, usando cuchillos y cucharas, innumerables devotos excavaron y recogieron con fervor puñados de tierra que, en el ingreso del convento, cubre el antiguo sepulcro en el cual fue sepultado el cuerpo de S. Charbel después de su muerte (1898); lo hicieron en la esperanza que esto los proteja del coronavirus. Arriba de aquello que hoy es un montículo cubierto de tierra, sobre el cual está colgado un gran retrato del Santo, cuatro meses después de su muerte aparecieron luces inexplicables, consideradas sobrenaturales por la población. El evento llevó a la reapertura de la tumba, y allí descubrieron que el cuerpo del santo fue encontrado incorrupto y después de esto el cuerpo fue colocado dentro del convento. “La tierra que cubre la cripta está todavía impregnada por la luz que apareció sobre la tumba”, asegura el p. Louis Matar, que anota en un registro los testimonios de personas curadas milagrosamente gracias a la intercesión del santo.
Hablando delante de las telecámaras del canal OTV (red televisiva privada libanesa, ndr), la semana pasada el p. matar narró sobre una joven mujer que fue a Annaya. Ésta le refirió que San Charbel, por el cual tiene un gran devoción, la había visitado en sueños y le pidió que hiciera hervir un poco de tierra sacada de la cripta, antes de someterla a un filtro industrial. El santo, todavía en sueño, habría llevado a la joven mujer al hospital Rafic Hariri, sosteniendo que el líquido obtenido así habría curado a los pacientes contagiados por el coronavirus.
Era muy sabido que una completa ala del hospital gubernamental estaba preparada para la cuarentena de los pacientes infectados de coronavirus. El piso superior tiene un centenar de camas.
Las previsiones del p. Matar se están cumpliendo. El monje sostiene que toda la tierra que está sobre la cripta será llevada antes del 22 de este mes, fecha de una procesión mensual en honor del santo a la cual diversos miles de files. “Llevaremos tierra fresca y la cubriremos .de pasto”, responde simplemente cuando se le pregunta qué va va hacer en el convento-
Mientras tanto la multitud, ya numerosa durante todo el año, se hizo mayor en los últimos días. “Para llegar a Annaya desde Jbeil, los peregrinos emplearon 3 horas y media”, precisa el p. Matar, agregando que el domingo las puertas del convento no se cerraron antes de la una de la madrugada.
Obediente a las instrucciones
Obediente a la instrucciones recibidas en sueño, la joven mujer de 25 años, que pidió el anonimato, fue por primera vez al hospital gubernamental, pero fue alejada por un médico responsable.Este último, le pidió que dejase en el lugar la botella que contenía el líquido terapéutico, pero la joven rechazó hacerlo, temiendo que terminaría en la basura. Sin embargo, los pacientes que habían sentido hablar sobre lo que estaba pasando, protestaron contra la prohibición y pidieron se les diese... una posibilidad del cielo.
Acompañada por un camarógrafo u una periodista de OTV, la joven mujer, cuyo rostro estaba tapado por el canal, se presentó ayer al director del hospital gubernamental, el Dr. Firas el-Abiad; y a él se le consignó la botella, delante de la presencia del Dr. Mahmoud Hassoun, el médico responsable del ala reservada a los pacientes contagiados de coronavirus. La joven mujer reconoció en Hassoun al doctor al cual, en el sueño, había confiado el agua hervida y filtrada. A su vez, este último lo consignó al Dr. Pierre Abi Hanna. Este raro remedio será ofrecido hoy a los pacientes que lo habían solicitado, sabiendo que 11 casos diagnosticados ayer en el país serán internados en el hospital Rafic Hariri. Sube así a 41 el número de enfermos o personas en cuarentena dentro de este edificio gubernamental.
Preguntas difíciles
Realizada su misión, la joven mujer llegó ayer a Annaya para agradecer y constatar el renovado fervor que la iniciativa suscitó.
“Para ir a Annaya, no necesitas un certificado de bautismo”, afirma el lazararista Fadi Bassil, ex párroco responsable del santuario de Béchouate ahora asignado por su congregación (de S. Lázaro) al de la Medalla Milagrosa en rue de Bac, en París. El sacerdote aceptó muy bien el hecho que “San Charbel reúne a los cristianos y musulmanes, que lo consideran un ´wall´- una persona santa dotada de sabiduría y poderes de curación”.
“La fe es algo que Dios junta en los labios de los simples”, continúa el p. Bassil antes de sugerir que “la fe no contradice a la ciencia, pero a veces pone preguntas difíciles”.
“En la Biblia-comenta-es posible leer la historia de un gran general del ejército con lepra, que fue a ver al profeta Eliseo para pedir su propia curación. Éste le recomiendo que se sumerja siete veces en las aguas del Jordán y dándose vuelta, ofendido, el general está por volver a su casa, uno de sus siervos le dice: ¨Si este profeta te hubiera pedido alguna cosa difícil, ¿no lo habrías hecho? Aún más deberías hacerlo si te pidiese que te laves en el agua’. El general obedece y su piel se sana como la de un niño. Que esta joven mujer haya tenido o menos una verdadera revelación, al final lo que cuenta es la fe, la fe en el poder de Dios presente en este sorbo de agua filtrada que será recibido. Algunos se reirán; otros pondrán a prueba a Dios y dirán ‘veamos’. Otros lo recibirán con fe y se curarán. Son ellos los ganadores”.
31/10/2016 18:06
22/02/2020 11:23